(VOVWORLD) - La aldea de Khe Nghe, en el distrito de Luc Nam, provincia norvietnamita de Bac Giang, fue cuna del tejido de brocados de la etnia Cao Lan antes de esparcirse por los poblados vecinos. En el pasado este oficio ocupó una posición muy importante en la vida de los autóctonos, mientras el vestuario tradicional de sus mujeres fue considerado un bien valioso para diferenciar las clases sociales.
La aldea de Khe Nghe, en la provincia de Bac Giang, es el lugar de procedencia del arte de tejer de los Cao Lan (Foto: vtr.org.vn) |
Según nos contó la artesana Trac Thi Ngon, de la etnia Cao Lan y residente en Khe Nghe, el tejido de brocado tuvo un buen desarrollo en su aldea. Casi todas las familias locales cultivaban algodón y yute para tejer tela y confeccionar ropas.
También dijo que las abuelas y madres autóctonas enseñan los artes textiles artesanales a las niñas desde que tienen 5 o 6 años de edad. No es extraño que las chicas aldeanas, antes de su casamiento, dominen las técnicas y tejan hábilmente. En realidad, el bordado, el tejido de brocados y la elaboración de la vestimenta al servicio del consumo familiar y el comercio son una tarea exclusiva de las mujeres de esta comunidad minoritaria. La experta Trac Thi Ngon contó: “Antes yo debía buscar algodón en el bosque para hilar con sus fibras. Tardábamos dos años para confeccionar a mano un traje completo, pero si una familia tenía muchas hijas, cada año sus miembros podían tener ropa nueva. Además de elaborar prendas de vestir, nos dedicamos a la confección de almohadas y frazadas, entre otras cosas…”
Los Cao Lan usan un tipo de telar mucho más sencillo que los de otras minorías étnicas de Vietnam. Su armazón suele hacerse de la madera de un árbol local llamado “bo”, muy ligero para que las mujeres puedan moverlo fácilmente si quieren trabajar en el patio de su casa. Es simple montar el telar, pero hay que prestar mucha atención a las técnicas, algunas tan complicadas como el hilado y la urdimbre (colocación de hilos en paralelo y a lo largo en el telar para pasar por ellos la trama y formar un tejido). Son realmente trabajos muy sacrificados, que requieren de mucha paciencia y dedicación a fin de garantizar una textura uniforme.
El telar de la etnia Cao Lan es simple y se hace de la planta Bo (Foto: vtr.org.vn) |
Trac Thi Ngon explicó que cualquiera puede aprender a tejer si cuenta con una buena guía, pero no todo el mundo es capaz de elaborar telas bonitas. La tejedora debe coordinar muy bien la mano que maneja la lanzadera, el pie que pisa el pedal para tirar hilos y el cuerpo que tensa la urdimbre. La anciana agregó: “Para tejer 12 metros de tela tardo cinco días, pero las jóvenes solo necesitan tres. Hay que dominar muy bien las técnicas, además de mantener erguida la espalda para tensar los hilos y evitar disparidades”.
Las prendas de vestir tradicionales de los Cao Lan tienen tres colores principales: índigo, negro y marrón, con los motivos decorativos trabajados sofisticadamente a mano. Hoy en día, el arte de costura y bordado en los trajes típicos de esta etnia siguen siendo transmitidos a las jóvenes generaciones. Al respecto, Nguyen Thi Mai Thanh, funcionaria del Museo de Bac Giang, expresó: “Los motivos decorativos en la vestimenta tradicional de los Cao Lan se asocian con plantas y animales de la vida cotidiana como la flor de anís estrella, el baniano y la paloma. Estas figuras son bordadas a mano, con mucha delicadeza y arte, por eso es imposible ver defectos en su tejido y bordado”.
Aunque conscientes de mantener las tradiciones del arte textil, pero los Cao Lan también incorporan nuevas técnicas para diversificar sus productos y mejorar la competitividad de los mismos en el mercado, incluida la combinación de hilos de distintos colores en una misma urdimbre. Además, ya no deben asumir todos los pasos, desde el cultivo del algodón, el hilado y el coloreado de hilos hasta la urdimbre, porque ahora pueden comprar fibras industriales para ahorrar dinero y esfuerzo.
Actualmente, decenas de telares tradicionales se mantienen activos en la aldea de Khe Nghe para seguir elaborando productos utilitarios y comerciales y legar el oficio ancestral a las nuevas generaciones, gracias a expertas tan dedicadas como Trac Thi Ngon.