(VOVWORLD) - La etnia Dao se divide en dos grupos según el dialecto que hablen, uno es el Mien y otro, el Mun. Una de las particularidades culturales de la segunda comunidad es que en varias de sus ceremonias tradicionales siempre están dos personajes misteriosos llamados Kadong. La presencia de estos, disfrazados de diablos, con máscaras de un cuerno, representa al mundo divino y contribuye al éxito del ritual.
Los Kadong son invitados a bailar en la celebración del nacimiento de un bebé, o del crecimiento de un muchacho. Vienen desde el bosque llevando máscaras y ropa rota, y cargando una bolsa y un arco.
Las máscaras de Kadong son hechas de madera. |
Lo que más llama la atención son esas máscaras de aspecto muy feo y desagradable, destinadas a hacer frente a los demonios y los malos espíritus. Cada poblado tiene como máximo dos máscaras de este tipo, elaboradas primorosamente y guardadas con mucho cuidado. Nadie puede tocarlas ni llevárselas sin autorización del jefe de la aldea.
Su uso obedece a regulaciones estrictas. Por ejemplo, antes de aparecer en una ceremonia, quien es elegido para encarnar a Kadong debe quedarse en una habitación cerrada y no dejar ver su cara.
En dependencia del grupo étnico al que pertenece cada aldea (Dao Tuyen, Dao Thanh Y o Dao de pantalones blancos y de túnica), estas máscaras son de materiales diferentes, pero principalmente de madera, con cuernos, barba y pelo.
El doctor Ban Tuan Nang, de la Academia de Política Nacional Ho Chi Minh, explicó: “La ceremonia del crecimiento de los Dao del dialecto Mun tiene dos categorías: Tam Nguyen y Tam Thanh. En cada ritual del segundo nivel las familias recurren a Kadong para ser protegidas. Solo los hombres y mujeres ingeniosos y ágiles en la comunicación, así como en artes marciales son elegidos para desempeñar el papel de Kadong. Suele ser una pareja que a través de su baile transmite a la población muchos conocimientos y moralejas sobre la vida”.
De esta forma, tales personajes no pueden faltar en los rituales de “cap sac” (crecimiento) para un niño en el grupo Dao Ao Dai (de túnica), en el distrito de Quan Ba, provincia septentrional de Ha Giang. Tras el repique del tambor, la pareja de Kadong baila gritando alrededor de una tribuna de unos 2,5 metros de altura donde está acostado el niño para ahuyentar a los malos espíritus que moran cerca. Luego, cuando ya bajan al pequeño, le dan de comer y beber y le dicen que ya es reconocido con nombres completos y tiene el derecho de heredar el legado de sus antepasados, por lo que debe evitar los vicios, las malas acciones, obedecer a sus padres e igualmente amar y ayudar al prójimo.
Dos Kadong en un ritual "cap sac" de la etnia Dao. |
El artesano Phan Sao Quang, radicado en la aldea de Khau Lan, de la comuna de Quyet Tien, en el distrito de Quan Ba, explicó: “Cada poblador Dao tiene tres nombres, el primero a tres días de nacido, el segundo escrito en el acta de nacimiento y el tercero, puesto en la ceremonia de reconocimiento del crecimiento. En este ritual, los Kadong son considerados representantes de las divinidades. Las máscaras que usan están hechas de la madera de ‘ca sang deng’, un árbol de la selva, sin hojas y con un tronco tan grande como la superficie de una mesa. Las adornan con papeles verde y rojo o con la piel de animales. Mi familia posee una máscara Kadong que ha sido utilizada en los rituales “cap sac” por las últimas siete generaciones”.
Mientras, en la comunidad de Dao Tuyen, en el distrito de Phong Tho, provincia norteña de Lai Chau, además de las ceremonias de crecimiento, los Kadong se presentan en otras, para despojar de infortunio y pedir las bendiciones divinas.
En cualquier celebración, el baile de Kadong es siempre un rito especial, con ricos movimientos que reproducen las actividades laborales como la labranza, la siembra y la cosecha. Reaviva el recuerdo de los Dao en su proceso de migración y supervivencia: trabajan para ganarse la vida, y para mantenerla y proteger los frutos de su producción, se convierten en diablos con fuerzas sobrenaturales capaces de enfrentar las calamidades y luchar contra los animales salvajes y los enemigos. Junto con el salto sobre el fuego y el trago de carbón ardiente, el baile de Kadong también forma parte de los rituales muy típicos de la etnia Dao conservados hasta nuestros días.