(VOVworld) - Como de costumbre, cuando crecen y tienen suficientes condiciones económicas los Bana celebran la “Ceremonia de Gratitud” a sus padres por haberles dado la vida y atendido. Este es un hermoso rasgo en la vida cultural familiar de esta minoría étnica vietnamita. En el programa de hoy…..abundará el tema.

En el dialecto Bana la Fiesta de Agradecimiento se llama Khop bone y se celebra generalmente en tiempos libres de cosechas tras la festividad en saludo al arroz nuevo. Después de casarse y construir sus casas propias, los Bana informan a sus padres y parientes sobre este rito. Dependiendo de su condición económica el hijo prepara ofrendas adecuadas que pueden ser un buey, un cerdo, varios pollos y una jarra de vino que se bebe con la caña de pescar. Se trata de una práctica milenaria mantenida hasta hoy por estos étnicos. Nguyen Quang Ngoc, instructor del Museo de Etnología de la provincia altiplana Dac Lac, dio a conocer: “La Ceremonia de Gratitud es un hermoso rasgo humano en la vida espiritual de la etnia Bana. Especialmente ellos realizan este protocolo cuando sus padres todavía viven. Representa una ocasión para que los hijos expresen gratitud a sus padres por haberles dado la vida y atendido. También constituye una forma de educación a la generación posterior sobre la recompensa, adoración y piedad para con sus antecesores”.

La fiesta se organiza en las familias paterna y materna, mostrando la igualdad en el comportamiento de los Bana. Generalmente el rito dura dos días. En el primero se celebra la fiesta con la asistencia de los familiares y parientes del linaje y en el segundo día se invita a los vecinos, parentela que vive lejos y a las Deidades a compartir la alegría.

En el día acordado el hijo lleva ofrendas a la casa de sus padres. Estas se dividen en dos destinatarios, una para sus antepasados y otra para las Deidades. Antes prepara carne de res o puerco que cuelga en un bambú al lado de la jarra de aguardiente. El hijo moja una hoja selvática en vino y salpica a sus padres. Después, estos realizan el acto de culto, invitando a las Deidades y antecesores a presenciar la piedad de sus hijos y nietos, expresándoles agradecimiento por haber reportado tranquilidad y felicidad a la familia. Tras el rito dedicado a los Dioses, el hijo prepara y ofrece las comidas preferidas a sus padres. Mientras comen él reitera los méritos de sus padres. Según el orden del rito, la madre toma vino primero y después el padre, el hijo, la nuera o el yerno y los aldeanos.

De acuerdo con la práctica Bana, los invitados traen a la fiesta de recompensa una pequeña cantidad de arroz, dinero y varios huevos de gallinas hervidos para saludar al dueño de la casa, deseándole todo lo mejor y prosperidad. Generalmente los hombres llevan consigo bebidas y alimentos para comer y cantan alegremente junto con los miembros de la familia. Nguyen Ngoc Linh, del Proyecto de cultivo de café en la provincia Kon Tum que asistió a numerosas festividades de los Bana, manifestó: “Lo más impresionante para mí y los participantes en la Ceremonia de Agradecimiento de los Bana es el ambiente familiar cálido y pleno de sentimientos entre las generaciones. Esta es una oportunidad para saborear platos típicos de los étnicos”.

Hoy día los Bana siguen manteniendo la fiesta de recompensa en la vida comunitaria. Aunque con algunas transformaciones como la interpretación de canciones y música de los jóvenes aldeanos, la celebración demuestra la tradición y deja gratas impresiones en cada participante que se diseminan en la comunidad nacional.