(VOVWORLD) - Las muchachas y los muchachos del grupo étnico minoritario Nung, en la provincia septentrional de Lao Cai, tienen toda la libertad para conocerse, enamorarse y contraerse matrimonios. Sin embargo, en todo el transcurso del casamiento, no pueden faltar los casamenteros. Estas personas desempeñan un papel muy importante en las ceremonias nupciales de esta comunidad étnica.
La recogida de la novia en una boda de los Nung. (Foto: baotuyenquang.com.vn) |
Los jóvenes Nung se suelen conocer en las jornadas de trabajo en el campo o en el mercado, y se enamoran en las sesiones del canto folclórico Luon. Si desean tener una relación amorosa seria y anhelan casarse, hablan con sus padres para que pidan la ayuda de algún casamentero.
Al referirse a esta costumbre arraigada de esta minoría étnica, Tran Chi Nhan, subdirector de la Sección de Cultura e Información del distrito de Hoang Su Phi de la provincia de Lao Cai, explicó: “Lo que plantean a los casamenteros es hablar con los padres de la chica y solicitar su aprobación a la relación de los enamorados para después abordar el casamiento. Si los progenitores de la novia aceptan la propuesta, las dos partes acuerdan volver a verse en unos 10 días. Entonces, el casamentero y la familia del pretendiente acuden a la casa de la amada a conversar sobre la pedida de mano. En esta ocasión, los visitantes llevan consigo un gallo en una jaula cubierta de papeles de color rojo, una botella de aguardiente, unas pocas galletas y algunos caramelos. Tras sacrificar el gallo, sacan el hueso de la pata del animal para adivinar el destino de la pareja. Si concluyen que están hechos el uno para el otro y que pueden contraer matrimonio, escogen una fecha auspiciosa para celebrar la boda”.
Las dotes que la familia del novio debe entregar a la parentela de la amada en el día del casamiento se debaten durante la pedida de mano, en presencia del casamentero. Tran Chi Nhan precisó: “Las dotes obligatorias incluyen un par de gallos, un cerdo de unos 40 kilos, unas 20 botellas de aguardiente y unos tantos tubos de arroz glutinoso, además de 12 grandes pasteles ‘banh day’. También hay que preparar joyas para la novia, que comprenden un collar, un par de brazaletes, un tael de abalorios de plata y 14 botones del mismo material. Son artículos con los que la novia confecciona sus vestidos de boda y sus accesorios”.
También en la pedida de mano, el futuro yerno debe entregar cuatro monedas de plata a sus suegros. Si no las tiene, puede sustituirlas por billetes de equivalente valor. Se trata de una recompensa por todos los dolores que sufre la suegra al dar a luz a su hija.
En referencia a esta tradición, Vang Thong Chung, de la etnia Nung y radicado en el distrito de Muong Khuong, en la misma provincia de Lao Cai, amplió: “Cuatro monedas de plata es considerado el dinero de la leche materna. Estas se destinan específicamente a la suegra. Si los abuelos de la novia aún viven, el novio debe dedicar a cada uno otra moneda de plata, de mayor valor, como muestra de gratitud por cuidar a su amada cuando ésta era pequeña”.
Los novios rinden tributo a sus antepasados. (Foto: toquoc.vn) |
En la fecha establecida para celebrar la boda, una delegación de la familia del novio acude a la casa de su amada para recogerla. Hasta nuestros días, multitud de rasgos culturales tradicionales ligados a esta costumbre siguen siendo preservados por los Nung. En esta ocasión, el futuro yerno lleva un pastel ‘banh day’ a la casa de su novia y lo coloca en el altar para solicitar la bendición de sus antepasados. Pero antes de entrar, los parientes de la novia salpican agua sobre el novio y algunos otros miembros de la delegación. Este rito tiene como objetivo disipar la enfermedad y el infortunio y alejarlos del marido. Solo después de haber finalizado este acto, el novio puede entrar en la casa para ver a su amada.
Especialmente en este día de recogida, los padres de la muchacha no deben acompañarla. La novia, con un pañuelo rojo sobre su cabeza, es acompañada por el marido, quien sostiene un paraguas negro en la mano. El funcionario de cultura Chi Nhan, explicó: “El paraguas se utiliza para evitar que el agua salpicada moje la ropa del novio. Si en el camino deben atravesar un regato de agua, la novia no puede salvarlo sola. Tampoco el novio está autorizado para cargarla en sus brazos. Únicamente el casamentero puede hacerlo. Según la creencia popular de los Nung, hasta que la chica no se presenta ante el altar de la familia de su marido, no pertenece totalmente a él”.
Así que, una vez más, el casamentero reafirma su papel trascendental en las bodas de esta etnia.
Lo primero que la novia hace al pisar las escaleras de la casa del marido es coger un recipiente de agua y un haz de arroz. Después, pasa a la cocina, donde rápidamente cuelga los alimentos y vierte el agua en una cazuela colocada sobre el fuego. Chi Nhan explicó que se trata de la enseñanza de la suegra, quien desea que su nuera se ocupe de las faenas de la familia y labores domésticas, y hacer de la casa un dulce hogar lleno de arroz y maíz y colmado de cosas buenas y prosperidad.
Ya en la casa del novio, el casamentero enciende incienso en el altar y la pareja se inclina ante los antepasados. Después, la novia se quita el pañuelo rojo de la cabeza. A partir de entonces, se la reconoce oficialmente como miembro de la familia de su marido. Luego, los recién casados ofrecen aguardiente a los invitados y dan comienzo a la fiesta.