El patriarca da orden al rito de sacrificio del búfalo en la comunidad de los Ma

La mencionada actividad se lleva a cabo después de la recolección y el almacenamiento del arroz para manifestar el agradecimiento a las deidades protectoras de la comunidad por haberle dado una abundante cosecha y pedirles bonanza para las futuras. Esta es considerada una celebración común de toda la aldea, y el sacrificio de un búfalo forma una parte imprescindible de la tradición ancestral de los autóctonos. Nguyen Huy Cao, funcionario encargado de la cultura en el distrito de Cat Tien, explicó: “Este ritual tiene como objetivo expresar su gratitud por la protección del Dios y pedirle una vida próspera y feliz. Basándose en las antiguas ofrendas que son sus propias comidas, sacrifican a un búfalo en cada celebración”.

Huy Cao ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo para ir a los poblados a ayudarles a preservar este legado cultural. Debido a su práctica del politeísmo, los Ma creen que las abundantes cosechas, la buena salud y la vida feliz son el fruto de las bendiciones de las deidades, así que realizan estas ceremonias sacrificando a un búfalo para agradecer su protección y además celebrar juntos la bonanza del cultivo. El señor Dieu Kboi, residente de la aldea de Bu Ja Rah, de la comuna de Nai Thuong, en el mismo distrito de Cat Tien, dio a conocer: “En diciembre, todas las familias de la aldea depositan sus jarrones de arroz en un lugar específico. El patriarca les pregunta cuánto han cosechado. Normalmente, si tienes mil cestos de arroz en total, la mitad se vende a fin de comprar un búfalo que se utilizará para la celebración de la nueva cosecha”.

Anteriormente, este festejo estaba organizado por una familia o un linaje. Pero ahora lo prepara toda la comunidad. Ese día, todo el mundo se levanta temprano. Las mujeres visten su ropa más bella, limpian y embellecen el poblado. Los hombres van al bosque a buscar bambúes y los cortan en forma de tubos, con los cuales sus hermanas o esposas cocinarán el arroz. Pero muchas otras comidas típicas y deliciosas también son elaboradas para esta ocasión.

La celebración comienza con la recepción de los invitados. Según la tradición, la harina de arroz y un buen aguardiente son indispensables en el protocolo de bienvenida. Pero más que el cumplimiento protocolar, es un rito que se realiza con el propósito de espantar a los malos espíritus y evitar las desgracias.

Toda la noche, los lugareños y los invitados tocan los gongs, cantan y bailan juntos. A la mañana siguiente, se reúnen en la casa comunal donde el patriarca lee una oración en homenaje al búfalo que se sacrifica. Este sacrificio es acompañado por una serie de rituales, donde el patriarca, simbólicamente, ofrece un batintín y una tela de brocado de color blanco al animal muerto, para que pueda regresar a Giang.

Aquí termina la parte ceremonial. El búfalo se cortará en pedazos iguales y se distribuirá a los participantes. El señor Dieu Kboi dejó saber: “Nuestra fiesta incluye arroz, sopa ... y obviamente alcohol. Bebiendo licor de arroz en el mismo frasco, jóvenes y mayores charlamos alegremente y compartimos nuestras experiencias. Este año, pudimos sacrificar a un búfalo. Le pedimos a Giang que nos dé otros mil cestos de arroz el próximo año para poder celebrar la nueva cosecha”.

En esta ocasión, los autóctonos también organizan competiciones muy divertidas como la de cocina y batido de arroz y la de tejido a las cuales se agregan varios juegos populares.