(VOVWORLD) - El homenaje a los familiares fallecidos es una tradición arraigada del pueblo Kinh, o Viet, la etnia mayoritaria en Vietnam, para recordar los méritos de sus antepasados y expresarles la gratitud. En cuanto a los Nung, esta comunidad aborigen radicada principalmente en la provincia norteña de Bac Giang solo rinde tributo a los vivos. Para ellos, el cumpleaños de los abuelos y los padres es un evento muy importante que nadie debe olvidar.
La etnia Nung en Bac Giang, de cerca de 74 mil personas, dispone de un acervo folclórico rico en identidad cultural, con costumbres enraizadas, fiestas y ritos originales, incluida la celebración de cumpleaños para los mayores.
 El hechicero Hoang Van Tan esta realizando el ritual (Foto: VP)
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En esta se preparan también ofrendas como un cerdo, un gallo, arroz, sal, agua, dulce y otras golosinas, entre ellas una torta típica llamada “banh do”, hecha por los yernos y las nueras del (o de la) protagonista, con hojas de plantas. Hay también dinero y objetos votivos de papel, de fabricación casera o comprados en el mercado local.
Para la ocasión es indispensable la presencia de un hechicero o una hechicera. Esta persona, después de cantar una melodía “Then” (canto típico de las comunidades Tay y Nung), informa a las deidades sobre el motivo de esta celebración y pide que bendigan al cumpleañero o a la cumpleañera, así como a su familia.
El (o la) celebrante utiliza un laúd, un abanico y su canto como una manera de comunicación con los seres divinos. Mientras realiza los ritos, los miembros de la familia se mueven al compás del ritmo de la canción que entona.
 Instrumentos que utiliza para la celebración (Foto: VP)
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El hechicero o la hechicera canta sin cesar como para espantar a los malos espíritus. También reza por el bienestar del personaje protagónico de la fiesta. Mientras tanto, los familiares de este queman el dinero y los objetos votivos de papel, ofrendas exclusivas a las divinidades, pidiéndoles salud, suerte y felicidad.
En la bandeja de arroz destinada a los seres del más allá, siempre está colocada una ramita de melocotonero con hojas frescas aún. Si otros grupos étnicos evitan los malos espíritus saltando sobre el fuego, los Nung lo hacen frotando las hojas de ese árbol en sus manos.
Tras las oraciones, el (o la) celebrante tira los granos de arroz al patio de la casa para el mismo fin. Vi Viet Dung, investigador de las etnias Tay y Nung dijo al respecto: “Normalmente los Nung no celebran los cumpleaños, pero las celebraciones con ofrendas de papel son consideradas muy especiales. De acuerdo con la filosofía ancestral de los autóctonos, el alma o el espíritu de cada uno está a cargo de un hada del parto. Pues en la fecha del nacimiento de esa persona, invitan a la deidad protectora a presenciar la ceremonia y le piden bendiciones para el cumpleañero o la cumpleañera”.
 Algunas de las ofrendas (Foto: VP)
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Una celebración puede durar toda la noche y los miembros de la familia se desvelan para acompañar al (o a la) protagonista. De vez en cuando, el brujo o la bruja brinda a cada participante un chupito de licor en forma de bendición celestial. Luego viene la parte más importante: quemar las efigies y las ofrendas de papel.
Según el estudioso Vi Viet Dung, no todo el mundo puede actuar como brujos capaces de dirigir estas celebraciones. Suelen ser herederos de las familias cuyos miembros se dedican profesionalmente a esta práctica. El experto agregó: “Para ser celebrante de los cumpleaños especiales de las personas de edad en la comunidad Nung, los brujos deben superar un test y tener un tipo de certificado que da por comprobadas sus condiciones para poder desempeñar ese papel”.
En la vida espiritual de este grupo étnico asentado en las zonas montañosas septentrionales de Vietnam, los cumpleaños son motivos para fortalecer las tradiciones y pedir a las deidades protectoras paz, felicidad y suerte. Este rasgo cultural peculiar merece la preservación y la promoción.