Los jóvenes de esta etnia, una vez que alcanzan la madurez, tienen toda la libertad para conocerse y establecer relaciones con vistas a contraer matrimonio, pero sus bodas se celebran cumpliendo las reglas aldeanas y costumbres ancestrales. Los muchachos en particular, tras la ceremonia de “serrar dientes”- un rito simbólico con el que se reconoce el crecimiento- son considerados oficialmente miembros del villorrio, con todos los derechos y deberes que cumplir con su familia, linaje y comunidad, además de las condiciones necesarias para construir un hogar propio.

Una pareja Xo Dang en el día de su casamiento

Según A Phang, residente de la comuna de Dak Ang, del distrito de Ngoc Hoi, en la provincia de Kon Tum, para los chicos y las chicas Xo Dang, la belleza física es solo un factor secundario a la hora de elegir con quien casarse. Sus virtudes y capacidades laborales resultan ser lo más importante. En las muchachas, se aprecian la perseverancia y el esmero en las faenas en el campo y en el tejido de telas, mientras en el género opuesto, las habilidades en la soldadura, la cestería y la caza. A Phang agregó: “Si una pareja desea establecer relaciones conyugales, se presentará ante los padres de cada uno para pedir su aceptación. De conseguirla, las dos familias solicitan a quienes se desempeñan como casamenteros para proponer y concertar la boda. Esas personas son muy importantes puesto que contribuirán a la durabilidad de la relación”.  

Los casamenteros juegan un rol importante en las bodas en esta minoría étnica

En cuanto a las ofrendas que la familia del pretendiente debe llevar a la de su amada, antes eran batintines y tinajas de cerámica, objetos de alto valor material y espiritual para esta comunidad, que también representan el prestigio de toda una estirpe. Incluso, si no los tenía, era difícil que un hombre pudiera casarse. Sin embargo, en la actualidad, las formalidades del pedido de mano en la etnia Xo Dang son mucho más simples. La bandeja de ofrendas incluye el betel y la areca, tabaco y carne seca, además de un cerdo, pescados y un gallo y una gallina. Y Mon, también radicada en la comuna de Dak Ang, comentó: “Para una celebración íntima antes de la boda, la familia de la muchacha prepara el aguardiente y la de su pareja aporta pollos. Los jóvenes intercambian pulseras si las tienen, en el caso contrario, beben junto una copa de licor”.

Algunos presentes que un hombre Xo Dang entrega a su amada en el pedido de mano

Sin importar su valor material, esas pulseras hechas de bronce o plata representan el compromiso de ambos. Al respecto, otro miembro del grupo Xo Dang y también habitante de la comuna de Dak Ang explicó: “Los enamorados suelen obsequiarse una pulsera. Si por alguna razón no pueden casarse, la devuelven. En el caso de que reciban la bendición de sus padres y no exista ningún contratiempo para su matrimonio, llevarán siempre ese objeto de compromiso hasta su muerte”.

Como se unen por amor, la fidelidad entre la pareja es muy apreciada en la vida conyugal de los Xo Dang. Después de las ceremonias nupciales, la esposa acompaña al marido a la casa de este último, pero ella no entra hasta que los parientes y vecinos del marido estén para festejar la fecha. Los recién casados comen juntos en su propia habitación, un pollo y licores preparados por sus familiares, transmitiéndoles el deseo de que vivan en armonía y felicidad para siempre.