Pobladores Co Tu de diferentes aldeas acuden a la fiesta en agradecimiento de la deidad productora del bosque (Foto: VOV)

Hoy, los Co Tu de la región se reúnen en la zona ecológica patrimonial del bosque de Po mu, ubicado en la comuna de A Xan, para participar en la mayor celebración de su pueblo durante el año y agradecer a la divinidad del bosque por darle sus recursos. Al comienzo de cada temporada agrícola, esta minoría étnica rinde homenaje a dicha deidad, ofreciéndole aguardiente, pollos, pescados, arroz glutinoso y frutas, entre otras ofrendas como muestra de su gratitud.

Esta práctica ancestral, suspendida durante la guerra acabó por recuperarse gracias a los esfuerzos conjuntos de los pobladores y el gobierno local, por eso los participantes, provenientes de diferentes poblados, manifiestan su regocijo. Después del ritual, todos se suman al baile tradicional de “tung tung da da”. El patriarca A Lang Dan, del poblado de A Rot, en la comuna de A Nong dijo:“Esta ceremonia es muy antigua. Antaño, nuestros antepasados sacrificaron un búfalo para invocar a los espíritus de la jungla y los de las personas para que se hermanen. Este acto nos ayuda a evitar las enfermedades y unirnos en la protección de los árboles de Po mu”.

Este último, cuyo nombre científico es Chamaecyparis hodginsii, es una especie de madera muy fuerte. La zona ecológica en la aldea de Arang, en la comuna de A Xan dispone de 450 hectáreas cubiertas por 2 mil árboles, muchos de ellos de cientos años y reconocidos como patrimonios. Situado a 1500 metros sobre el nivel del mar, este llamado “reino de Po mu” es uno de los pocos bosques primarios de su tipo en el sudeste asiático.

La competencia de machacar arroz (Foto: VOV)

Los Co Tu consideran las selvas como su hogar y los árboles, sus hijos. Cada vez que pretenden talar un árbol o tomar algún recurso forestal, por pequeño que sea, consultan al jefe de la aldea y organizan una ceremonia para pedir permiso al ser divino protector del bosque.

Según la creencia popular, cada árbol alberga una deidad y su caída puede provocar enfermedades y sanciones a los responsables. Este credo ha tenido el efecto de asegurar la supervivencia de los bosques, dijo Po Loong Plenh, residente de la comuna de Lang y un conocedor de la cultura de la etnia Co Tu. Este hombre explicó: “En el pasado, si uno quería talar árboles para construir su casa, lo primero que tenía que hacer era pedir el permiso del jefe de la aldea, quien también le aconsejaba la forma de cortarlos para no afectar las plantas pequeñas en su alrededor. A medida que desarrollamos nuestra comunidad, nos hemos acostumbrado a proteger los bosques. Si debemos talar un terrenos boscoso para los sembradíos, evitamos tocar los bosques sagrados, los primarios y los que se encuentran aguas arriba de los ríos”.

El empujón de palo, un juego popular efectuado en el marco de la jornada (Foto: VOV)

Según la tradición, antes de expresar gratitud, a la deidad del bosque en buena y debida forma, la comunidad no tiene derecho a comerciar con el exterior ni a sembrar nuevas semillas. Bh'riu Liec, secretario del Comité del Partido en el distrito de Tay Giang, se ha esforzado mucho para que esta práctica vuelva a cobrar vida. “Los habitantes se muestran muy emocionados y entusiasmados al ver cómo se recuperan costumbres arraigadas de su pueblo. Continuaremos dialogando con ellos, especialmente con los patriarcas, sobre la posibilidad celebrar esta solemnidad no solo en A Xan, sino también en otras localidades para convertirla en un producto cultural y turístico de la provincia de Quang Nam”.

La conciencia de preservar los bosques se refleja en una canción popular de la etnia Co Tu que dice: “El pájaro en el cielo necesita la jungla/ Y el pez en el arroyo, el agua limpia/ A nosotros nos hace falta la protección de la Madre del Bosque/ Para desarrollar nuestra tierra y prosperar”.