(VOVWORLD) - Giay ban es un papel especial elaborado a mano por minorías étnicas asentadas en las zonas montañosas del norte de Vietnam, entre estas la comunidad Dao. Sus habitantes lo crean para el uso propio y el comercio, ya que como ellos otros grupos autóctonos lo usan en rituales ancestrales y fiestas populares. De esta forma siguen cuidando el oficio tradicional transmitido por sus antepasados.
El material usado por los Dao residentes en el poblado de Thanh Son, del distrito de Bac Quang, en la provincia de Ha Giang para crear este tipo de papel es el árbol vau, una especie del género Indosasa, familia del bambú, aunque también pueden ser otros tipos de plantas silvestres. A diferencia del papel industrial, el giay ban, de color amarillo crema, es más resistente al tiempo y a los impactos físicos. Por estas características, los autóctonos lo emplean para crear dinero votivo y otras ofrendas, decorar el altar familiar y escribir antiguos textos en chino clásico.
En la aldea de producción de papel tradicional Thanh Son, en Ha Giang (Foto: danviet.vn) |
La aldea de Thanh Son cuenta con más de 100 hogares, todos de la etnia Dao, y la mayoría de ellos se dedican a la fabricación de papel, oficio con casi 100 años de historia en esta localidad. Según cuentan los ancianos del lugar, en 1920 Trieu Dun Phin aprendió el oficio y luego lo transmitió a sus descendientes. La producción del giay ban comenzó a desarrollarse a partir de 1925. Una lugareña, Ly Thi Hong, dijo que ella ha trabajado durante tres décadas en esta profesión desde que sus padres la enseñaron. Los pobladores laboran todo el año, pero la alta temporada productiva es cuando terminan las cosechas agrícolas, agregó y además explicó: “El árbol vau tierno es cortado y luego sumergido durante uno o dos meses en un líquido transparente obtenido de una mezcla de cal viva con una gran cantidad de agua. Después de este paso sacamos el material del agua para limpiarlo bien antes de sumergirlo por un mes más. Molimos esos troncos y mezclamos su polvo con el agua para crear una masa a partir de la cual producimos papel, primeramente hacer lamas, después secarlas y por último quitarlas de la base secadora”.
Según Thi Hong, todo el proceso exige a los productores mucha experiencia, destreza y prudencia, además de una buena salud. Deben cuidar cada paso para obtener un producto de calidad. Ahora numerosas familias están dotadas de molinos mecánicos, pero en el pasado el trabajo era realmente muy duro sin el apoyo de máquinas.
Manteniendo el método, medios y técnicas tradicionales, y contando con el respaldo del gobierno local y el uso de la maquinaria en la producción de papel, se obtiene un mayor rendimiento laboral. Lo Thi Vien, otra residente de la aldea de Thanh Son, expresó: “Fabricamos cada día cinco volúmenes, cada uno compuesto por otros 80 de menor tamaño de cinco hojas. Demos preservar este oficio a fin de tener papel para usar en las ocasiones especiales como ceremonias y fiestas, así como transmitirlo a las nuevas generaciones”.
De esta manera cada familia puede producir como promedio 150 grandes volúmenes de papel por año. Su comercialización en los mercados da a los locales un ingreso bastante bueno, lo que los estimula a continuar conservando este legado vocacional. Al respecto, Lo Duc Triu, jefe de la aldea de Thanh Son, dijo: “Estamos orgullosos del oficio tradicional de nuestra etnia y trataremos de preservarlo y promoverlo aún más. Planeamos construir una casa de exposición para mostrar al público los instrumentos y las técnicas necesarias para la elaboración del giay ban, y desde luego, sus productos también. Las jóvenes generaciones comprenderán más la tradición profesional de sus antepasados”.
Así es como Thanh Son se convirtió en la aldea de oficio de la provincia de Ha Giang y se perfila como un destino cultural y uno de los modelos del turismo comunitario y ecológico vinculado con la elaboración de papel, según un plan patrocinado por el gobierno local.