(VOVWORLD) - Entre las minorías étnicas de Vietnam que habitan la provincia central de Binh Phuoc, los Stieng representan una gran población. Esta comunidad de larga historia y rica identidad cultural tiene enraizadas costumbres, incluidas las relativas a las bodas.
La ceremonia de boda de los Stieng (Foto: dantocviet.cinet.gov.vn)
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La mayor particularidad del casamiento de estos autóctonos radica en la forma en que la familia de la novia propone dotes a la otra y esta la cumple con toda su capacidad.
A igual que otros grupos étnicos establecidos en la región de Tay Nguyen (Meseta Occidental), los jóvenes Stieng se conocen y establecen relaciones amorosas en fiestas aldeanas o bodas de amigos. Cuando una pareja decide contraer matrimonio, lo informan a sus familias para recibir su apoyo.
El primero y más importante protocolo que se debe cumplir según la tradición de esta etnia es el pedido de mano cuando la familia del novio envía a la vivienda de la novia a un casamentero con el fin de plantear a sus progenitores el matrimonio. En la fecha indicada, este hombre, en presencia del patriarca-jefe espiritual de la aldea y ambas familias, propone las dotes que el pretendiente debe preparar para la boda.
En referencia a este paso, el patriarca Dieu Do, de la comunidad Stieng en la provincia de Binh Phuoc, dijo: “Según la costumbre de mi pueblo, la familia del novio debe entregar algunos presentes de boda a la de su amada, entre estos son imprescindibles unos collares y pulseras de plata”.
Normalmente, las dotes tienen un valor equivalente al que ofreció el padre de la muchacha a su madre en su propio casamiento.
En el pedido de mano, ante el jefe de la aldea, el padre de la muchacha parte unos palos y da las piezas al casamentero. Este las entrega luego al padre del pretendiente. El número de palitos representan la cantidad de búfalos, vacas o cerdos y tinajas de aguardiente que solicitan.
Si el novio es capaz de cumplir esta promesa puede llevar a su esposa a vivir en su propia casa, de lo contrario debe quedarse en la vivienda de ella hasta poder liquidar su “deuda”. En esto radica la particularidad principal de la boda tradicional de los Stieng.
Otra ofrenda indispensable para las ceremonias nupciales es una lanza, símbolo de la fuerza y la vitalidad de los autóctonos, ya que es un objeto usado en los ritos tradicionales de sacrificio de búfalos, además de representar a la unidad comunitaria.
En el pasado, después del pedido de mano las dos familias podían casar a los enamorados al cabo de uno o dos años. El novio prepara un par de aretes, una falda de brocado, un collar de mostacillas y un cinturón de cascabel para ofrecer a su amada, mientras esta le reciproca con voluminosas piezas de brocado.
El día de la boda es de mucha alegría, no solo para los involucrados, sino también para sus vecinos y toda la aldea. Se elabora un banquete en agasajo a los parientes, amigos y vecinos con ricas comidas a base de pollo, carne de cerdo y búfalo y mucho licor. Todos brindan por la larga felicidad de la pareja. El ambiente aldeano se vuelve más animado gracias a los sonidos de gongs y batintines.
Dieu Thi Kia, residente de Binh Phuoc dijo: “Las dos familias invitan a todos a sumarse a su felicidad y alegría. Después del agasajo, cada uno recibe una pequeña e igual porción de comida, en muestra de compartimiento”.
Una semana después de las ceremonias nupciales, el marido lleva a la esposa a su casa para presentarla a las deidades protectoras de la familia y de la cocina. Es también el momento adecuado para que el hombre entregue las restantes ofrendas a sus suegros como prometió y a cambio recibirá de ellos unos objetos de equivalente valor. El novio siempre puede contar con el apoyo de sus familias y parientes para cumplir con su compromiso.
Actualmente se han simplificado muchos protocolos de las bodas, pero se mantienen los hermosos rasgos tradicionales que hacen de ellas un día especial y de gran celebración por toda la comunidad.