(VOVWORLD) - La celebración del arroz nuevo se incluye entre muchas festividades culturales peculiares que la etnia Xo Dang realiza cada año. Se trata de una ocasión para que todo el mundo exprese su gratitud hacia el cielo, la tierra y los seres divinos que, según sus creencias, los protegen y les ofrecen abundantes cosechas y una vida feliz.
Esta es la fiesta más importante y de mayor envergadura del año para la etnia Xo Dang. Dura unos tres días consecutivos, donde se realizan con solemnes rituales para rendir homenaje a sus deidades, además de cantos y bailes muy animados.
Se escogen los sembradíos con los mejores frutos para pedir al genio del Arroz que les permita llevar los cereales a casa (Foto: dangcongsan.vn)
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Antes, esta celebración solo se llevaba a cabo en el ámbito familiar, sin embargo en la actualidad se ha convertido en un gran festejo al cual se suma toda la comunidad.
En vísperas de su comienzo, el patriarca de la aldea agrupa a las familias en la Casa Comunal “Nha Rong” para informarles sobre la fecha de la fiesta y distribuir las tareas. Las mujeres suelen encargarse de arreglar las casas, preparar arroz, buscar agua y recolectar legumbres, mientras que los hombres se ocupan de cazar animales salvajes, buscar leña y ornamentar la Casa Comunal.
La abundante cosecha es motivo de celebración de toda la comunidad (Foto: dangcongsan.vn)
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Durante la celebración, el jefe del pueblo dirige las gestiones comunes y da las gracias en nombre de los aldeanos a las deidades protectoras por bendecirles con una abundante cosecha.
Al respecto, Luong Thanh Son, investigadora de la cultura de las etnias de Tay Nguyen dijo: “La fiesta de la cosecha de arroz se efectúa después de la primera recolección de los frutos agrícolas del año gregoriano. No importa si lo que han recogido es abundante o no, los Xo Dang llevan a cabo la celebración para mostrar gratitud a los seres divinos a los cuales rinden culto. Y también rezan por la bonanza de los próximos cultivos”.
Los autóctonos siempre reservan para esta festividad el mejor aguardiente que tienen. Además, elaboran los más deliciosos manjares, como “com lam”, un arroz especial cocinado en tubos de bambú y carne de cerdo asada o ahumada. Pero entre las ofrendas, no puede falta un plato preparado con ratones de campo. Al respecto, la experta Thanh Son explicó: “Es indispensable esta ofrenda en la celebración del arroz nuevo. Todos consumen platos hechos de la carne de este animal, con la firme confianza de que los cultivos de arroz y de maíz no se echarán a perder por esos roedores o por otros tipos de plagas”.
Disfrutan del arroz cosechado en la misma fiesta junto con las comidas típicas de la etnia (Foto: dangcongsan.vn)
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En el rito oficial, el patriarca informa a las deidades sobre la producción agrícola de los aldeanos y las ofrendas que elaboran en su veneración. Luego, reza por la clemencia del clima y de los sembradíos en la próxima temporada, así como por la prosperidad y felicidad de toda la comunidad.
Después de esta ceremonia, todos se quedan en la Casa Comunal, reunidos alrededor de las bandejas para disfrutar juntos del arroz nuevo, las comidas típicas y el aguardiente elaborados por ellos mismos. Entonces, resuenan las melodías alegres de los gongs y los batintines junto con el sonido de los instrumentos de bambú “klong put”, lo que acentúa el ambiente festivo de la jornada.
Según el patriarca A Khao, de la comuna de Dak Ang, del distrito de Ngoc Hoi, en la provincia de Kon Tum, la celebración de esta fiesta también marca el crecimiento de muchos chicos y chicas de la etnia, además de propiciar un espacio de intercambio de amor entre las parejas a través de las canciones folclóricas. “Durante esta festividad, la música de los gongs y los batintines resuenan en cada aldea. Los vecinos se invitan a comer y se ofrecen el arroz nuevo cocinado en tubos de bambú. Todos los aldeanos, sin diferenciar la edad ni el sexo, se reúnen para asistir a los rituales ancestrales y disfrutar de buenas comidas”.
Desde la Casa Comunal, el jefe del pueblo y otros miembros de la comunidad van a cada hogar a ofrecer felicitaciones. Las familias también viven la jornada a su manera, bebiendo licores, cantando y bailando alrededor de la hornilla. Lanzan granos de arroz por toda la casa, con el deseo de que las próximas cosechas sean más abundantes y no tengan que preocuparse por la escasez de alimentos.
Después de dos o tres días celebrando la fiesta con comidas, bebidas, música y juegos populares, los pobladores vuelven a sus quehaceres de siempre, con la esperanza de nuevos cultivos llenos de frutos y una vida llena de prosperidad y felicidad para todos.