Los casamenteros transmiten la propuesta de dotes de la familia de la novia al la del novio. (Foto: dantocmiennui.vn)

En la etnia Bo Y, tras decidir contraer el matrimonio, una pareja tiene que pasar por un proceso importante: pedir la disminución de los presentes propuestos por la familia de la novia.

Si en el primer encuentro se aborda el matrimonio, en el segundo la familia del novio envía a la de su pretendida dos representantes, quienes actúan de casamenteros, para hablar sobre la preparación de la boda y las dotes.

Gi Suy San y Lo Lai Suu, casamenteros en la comuna de Thanh Binh, distrito de Muong Khuong, dejaron saber:

“En la segunda reunión, conversamos sobre cuántos bienes pueden dar los padres del novio a la familia de su amada. Pueden ser cien kilogramos de carne de cerdo, 60 litros de alcohol, y también oro, plata, aretes y collares. En cuanto a las joyas, ahora solo se pide plata y aretes y collares de este material, además de prendas de vestir. Pedirán lo suficiente para que la familia contrayente prepare las dotes”.

“Tras acordar celebrar el casamiento, la familia del yerno pregunta sobre lo que necesita la novia, como por ejemplo, enseres, joyas y ropas. Después de eso, interrogan sobre lo que exigen sus progenitores para la boda, cuánto cerdo y cuánto licor. La cantidad depende del número de parientes e invitados”.

La familia del marido lleva la dote a la casa de su amada. (Foto: dantocmiennui.vn)

A diferencia de otros grupos étnicos, los pobladores Bo Y en Muong Khuong no piden dotes de boda según las condiciones económicas de la familia del novio, sino que observan lo que hacen sus vecinos en ocasiones similares como pauta para decidir.

Terminada la segunda reunión, su contenido es informado a la familia del novio para que considere el tema del matrimonio, incluida la preparación de las dotes. Se trata de un momento difícil. Gi Suy San contó: “Los padres nos dijeron que era demasiado lo que pidieron los padres de su nuera, que no podrían satisfacer las demandas, etc.… Entonces nos solicitaron regresar y hacer que sus suegros acepten una dote menos cargada. No muchos rehúsan  esta petición, puesto que piensan que al final la muchacha se casará con su hijo y formará parte de una misma familia. Sin embargo, hay quienes son muy persistentes y no quieren negociar para nada”.

Las familias que no aceptan renegociar las exigencias lo hacen pensando en que disminuir el valor de la dote significa reducir el de sus hijas. También eso es necesario para preservar el prestigio familiar entre los parientes y los vecinos.

La recogida de la nuera. (Foto: dantocmiennui.vn)

Cuando este proceso termina felizmente, se preparan las ceremonias nupciales. Es importante que la comitiva que acompaña a la novia a la familia de su marido esté integrada por dos hombres de mediana edad, dos muchachos solteros, dos chicas solteras y dos personas que tienen niños pequeños, tanto varones como hembras.

Y la primera mañana en la casa del marido, la suegra pone a prueba a su nuera. La señora Lo Lai Suu dejó saber: “A la mañana siguiente del casamiento, la recién esposada tiene que levantarse temprano para limpiar la casa. Su suegra colocó antes algún dinero en algunos lugares de la vivienda para ver si la nuera cumplirá bien su tarea. Si esta puede encontrar todo el dinero y se lo da a la suegra, eso quiere decir que es trabajadora y honesta”.

Por supuesto, casi todas las muchachas se esfuerzan por sobrepasar la prueba y mostrar que es una mujer digna.

El grupo Bo Y tiene una población muy pequeña en comparación con otras 53 nacionalidades vietnamitas. En Muong Khuong, en la provincia de Lao Cai, convive con otras comunidades étnicas. Esto explica el porqué de la interferencia cultural de este pueblo. En particular, en el pasado, los Bo Y solo se casaban con personas del mismo grupo, pero hoy en día también se ligan con gentes de otras razas. De esta manera, costumbres arcaicas del casamiento se van eliminando y se asimilan nuevas prácticas más civilizadas y fáciles de adaptarse.