(VOVWORLD) - En la escuela primaria de Na Nghiu, en la comuna homónima perteneciente al distrito de Song Ma, de la provincia septentrional de Son La, hay una clase especial. Sus 80 estudiantes de diversas edades son analfabetos y pertenecen todos a minorías étnicas.
Song Thi Chu y su hija aprendiendo a leer juntas. (Foto: VOV) |
A tempranas horas de la mañana, Song Thi Chu y su hija, residentes en la comuna de Na Nghiu, ya están listas para ir a la clase. Los cinco días de la semana, la mujer de la etnia Mong acompaña a su hija a la escuela primaria de Na Nghiu para estudiar, y tras despedirse de ella, Thi Chu comienza sus propios estudios en una clase para analfabetos abierta en este mismo centro educativo. Para ella, saber leer y escribir es un sueño hecho realidad, ya que durante más de 30 años de su vida, por las penurias que enfrentaba su familia y por la ausencia de escuelas en su aldea en el pasado, no podía ir a clases.
“Yo no sabía leer, ni calcular. Vendía maíz sin saber cuántos kilogramos había... Este año cuando vaya al mercado para vender gallinas, maíz y mandioca, no tendré más dificultades en hacer cálculos. Mis negocios serán más favorables. Esta primavera será la más feliz para mí. Trataré de aprender bien para que mis tres hijos y yo podamos leer y escribir”, expresó Chu.
Al igual que para Song Thi Chu, para Lo Thi Thoa, radicada en la aldea de Phong Sai, de la comuna de Na Nghiu, es más difícil manejar el lápiz que labrar la tierra, tejer tela o bordar. Durante muchos años, ella albergaba el sueño de que un día pudiera escribir su nombre con sus propias manos.
“Si no sabes escribir, tienes que pedirle a la gente que lo haga por ti. Ahora que aprendo a escribir, no tengo que recurrir a la ayuda de nadie. Nuestra maestra es muy dedicada, nos enseña cada palabra, cada línea, hasta que todos entendamos y memoricemos las lecciones. Sólo llevo dos semanas estudiando, pero he avanzado mucho y ya sé escribir mi nombre y los de mis hijos”, dijo Thi Thoa.
En la clase para étnicos analfabetos en Na Nghiu, del distrito de Song Ma, provincia de Son La, participan 80 adultos de diferentes edades. (Foto: VOV) |
De los cerca de 80 estudiantes de esta clase especial, hay muchachos de 18 o 20 años, y también abuelos canosos. Muchos de ellos nunca sabían cómo era el alfabeto vietnamita, ni cómo era contar. Hay quienes habían estudiado, pero luego, volvieron a caer en el analfabetismo o el iletrismo.
Durante estos tres meses, desde la inauguración de esta clase, la maestra Lo Thi Phuoc, de la escuela primaria de Na Nghiu, no ha escatimado esfuerzos para superar las barreras de idioma y otras dificultades, para educar a sus alumnos especiales. La docente manifestó: “Esta clase agrupa a personas de distintos grupos étnicos, como Mong, Thai, Sinh Mun, Kho Mu, muchas de ellas no saben hablar vietnamita, que es nuestro idioma oficial, por lo que los maestros debemos explicar las lecciones en dialectos que hablan ellos. La mayoría de los estudiantes de esta clase se encuentran en circunstancias difíciles. No tienen ni bolígrafos, libros y cuadernos, por eso tenemos que hacer donaciones para ellos. Su nivel académico era casi el de un niño de primer grado, no sabían nada, ni leer ni escribir”.
La clase de Phuoc es una de las cuatro abiertas recientemente en el distrito fronterizo de Song Ma para indígenas analfabetos. Desde ahora hasta 2025, esta localidad planea instalar 18 clases de este tipo en las zonas remotas e intrincadas. Nguyen Cong Vien, jefe de la Sección de Educación del distrito de Song Ma, dejó saber: “La alfabetización es una tarea difícil. La mayoría de los pobladores étnicos que la necesitan se encuentran en la edad laboral. Nuestra entidad ha coordinado con agrupaciones sociopolíticas para estimularlos a ir a clases, además de organizar adecuadamente el horario para que puedan cumplir también sus faenas de producción. Los docentes elegidos para la tarea de alfabetización deben conocer bien idiomas de etnias minoritarias y tener buenos métodos de enseñanza, además de un gran entusiasmo”.
Así, el camino al conocimiento de los habitantes étnicos de este distrito fronterizo en Son La, con el apoyo y la determinación del gobierno y el sector educativo locales, deviene menos espinoso. Y esta primavera cobra más sentido para los indígenas ávidos de nuevas experiencias y de avanzar en la vida …