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El Financial Times consideró, el pasado 24 de marzo, en un artículo de sus corresponsales en Bangkok y Hanoi, que Vietnam se ha convertido en un modelo en la contención de la enfermedad en un país con limitados recursos, pero con voluntad política.
La encuestadora Dalia Research, con sede en Berlín, asegura que Vietnam posee el mayor número de ciudadanos que confían en la respuesta de su Gobierno a la pandemia, sobre la base de un sondeo realizado del 24 al 26 de marzo en 45 países y territorios.
Más de dos meses han transcurrido desde que el país indochino informara, el 23 de enero, su primer caso positivo al nuevo coronavirus. Siete días después, el primer ministro, Nguyen Xuan Phuc, decidió establecer la Dirección Nacional de prevención y lucha contra la neumonía aguda causada por el entonces nCoV, presidida por el viceprimer ministro Vu Duc Dam. Hasta el 4 de abril, el Ministerio de Salud no reporta decesos entre los 240 casos confirmados, de los cuales 90 se han curado.
El éxito de Vietnam estriba en varios factores: la decisión firme de las autoridades del país de preservar la salud de su pueblo, aun cuando ello implique una disminución en el ritmo de crecimiento económico previsto para 2020; la celeridad del Gobierno en aplicar medidas oportunas para cada etapa, desde el inicio de la enfermedad; la implicación sinérgica de sus instituciones estatales, ministerios y agencias; la disciplina y cooperación social indispensable y la inversión previa en recursos e infraestructura, que han sido determinantes para que un país de más de 96 millones de habitantes logre sortear una epidemia de tales dimensiones.
Con esas fortalezas, los primeros días frente a la COVID-19 auguraban el pronto retorno a la normalidad, a pesar de que el epicentro de la epidemia estaba a poco más de 1000 kilómetros al norte de la capital vietnamita. Vietnam desplegó rápidamente un plan de actuación ante epidemias, con la suspensión de vuelos desde las zonas más afectadas de China, del comercio transfronterizo, el aislamiento en localidades específicas y centros de cuarentena, las pesquisas activas en las comunidades y el rastreo exhaustivo de los posibles casos de contagio. En esa primera etapa, el país logró contener la expansión de la enfermedad, con sólo 16 casos, todos importados.
Pero el 6 de marzo, Hanoi recibió la noticia que prolongaría la cruzada contra la epidemia. Tras casi 22 días sin reportar contagios, se detectaron nuevos casos positivos asociados al vuelo VN54 de Vietnam Airlines, que había aterrizado en Hanoi el 2 de marzo proveniente de Londres.
El VN54 cambió el curso del país frente a la epidemia. Un ascenso de los contagios derivados de sus pasajeros, y de otros que más tarde llegaron a Vietnam, situó a las autoridades ante otra circunstancia, que exigía reforzar medidas para cortar la previsible expansión de la Covid-19.
El Comité Popular de Hanoi informaba la cobertura gratis de los gastos de diagnóstico a contactos directos y personas cercanas a casos confirmados, a la vez que anunciaba un apoyo financiero diario para los casos aislados, tanto en campamentos concentrados como en el hogar.
Ante el flujo de casos positivos importados, el Ejecutivo dispuso el aislamiento concentrado para aquellos que en 14 días antes de su arribo hubiesen tocado tierra en zonas de alto riesgo, término que abarcó gradualmente a las naciones de Europa occidental, China, Corea del Sur, Irán, Estados Unidos y los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), y posteriormente, a todo el que llegara al país desde cualquier origen.
La declaración de salud y el test obligatorio a los viajeros que arribaban, o el uso imperativo de máscaras faciales en lugares públicos, ratificaban la determinación nacional de estrechar cada vez más el cerco al nuevo coronavirus. A la suspensión transitoria de visados, sobrevino el cese temporal de la entrada de extranjeros, a partir del 22 de marzo. Progresivamente, el Gobierno suspendió los vuelos internacionales, al punto de permitir solo aquellos que aseguraran el regreso de los connacionales interesados en retornar del exterior.
El Ejército Popular de Vietnam ha jugado un papel esencial en la situación epidemiológica actual. Al cierre del 18 de marzo, el Ministerio de Defensa había desplegado 140 zonas de aislamiento con capacidad para 44 718 personas, que han sido atendidas sin descanso. A la vez, los efectivos del EPV han custodiado cada sendero de sus fronteras terrestres. Sus médicos e investigadores trabajaron, en paralelo, en la investigación y desarrollo de dos tipos de kits de diagnóstico.
Las autoridades sanitarias vietnamitas aplican en la actualidad cuatro modalidades de aislamiento: en las zonas de cuarentena concentrada del Ejército, en los centros médicos, en áreas residenciales y en domicilios. Esta ha sido una medida determinante en los resultados positivos logrados por Vietnam ante el Covid-19.
Tras la aparición de infecciones cruzadas en la población y en los centros de salud, el premier, Nguyen Xuan Phuc, anunció la entrada en una nueva etapa del combate contra la pandemia, e instruyó al Ministro de Seguridad Pública y a líderes territoriales una revisión exhaustiva de todas las personas, vietnamitas y extranjeros, que arribaron al país desde el 8 de marzo, a fin de identificar casos de infección y prevenir la propagación en la comunidad.
El 31 de marzo, el Primer Ministro emitió una directiva que pauta estrictas reglas de distanciamiento social para un período comprendido entre el primero y el 15 de abril. En esas dos semanas de aislamiento entre familias, aldeas, comunas, distritos y provincias, se recomienda a las personas salir de casa solo por alimentos o medicinas, evitar reuniones de más de 2 personas y mantener una distancia mínima de 2 metros a la hora de comunicarse. Mientras que muchos países han tomado medidas similares tras un brote severo de casos, en Vietnam se adopta de manera preventiva. Se trata en esta etapa, del cierre hacia el exterior y el aislamiento a lo interno.
Solo las fábricas o centros que producen bienes y servicios esenciales siguen operando, cumpliendo las medidas higiénico-sanitarias indicadas por las autoridades locales. Sus ruidos no alcanzan a turbar la quietud de un país absorto en el teletrabajo.
En un país con casi un 24% de la población menor de 15 años, el cuidado de los niños y jóvenes ha sido una premisa desde el brote del primer caso, que coincidió con el inicio de las vacaciones por el nuevo año lunar. Desde el 23 de enero, los escolares se mantienen en sus hogares y se han adoptado diversas formas para continuar la enseñanza, bien por medio de la asignación de tareas o teleclases.
Ciencia y cultura en tiempos de pandemia
La inventiva nacional acapara titulares en tiempos de la Covid-19 en un espectro mediático donde ya son habituales las noticias sobre aplicaciones computacionales, industria 4.0, y gobierno electrónico.
De crucial importancia para Vietnam fue la investigación, desarrollo y producción de dos kits de pruebas que utilizan con éxito técnicas de biología molecular (RT-PCR y RT-PCR en tiempo real). Según el Ministerio de Ciencia y Tecnología, los kits vietnamitas son más rápidos que sus similares del mundo, y el país tiene la capacidad de producir cerca de 3.600 unidades en este momento. Veinte países y territorios manifiestan su interés en adquirirlos. Se prevén exportaciones a Irán, Finlandia, Malasia y Ucrania.
A mediados de marzo, más de 115 mil declaraciones médicas se habían reportado a través de la aplicación nacional NCOVI, lanzada para facilitar el sondeo de los casos infectados.
El Ministerio de Salud fundó un portal online para la comunicación entre los mejores expertos en epidemiología y los médicos que tratan casos sobre el terreno. Esta institución envía regularmente mensajes de texto y de voz a los celulares, antes de efectuarse cada llamada, para reiterar las medidas de prevención del virus y alertar a las personas a permanecer en sus hogares.
Con el debut de Hanoi Smart City, la capital dotó a sus ciudadanos de una aplicación que brinda a las autoridades información sobre personas infectadas y en cuarentena en hospitales y casas, a fin de identificar los casos que incumplan las regulaciones.
En el centro del país, investigadores de la Universidad de Danang diseñaron un sistema de medición de la temperatura corporal a distancia, que reduce riesgos de infección para el personal de salud durante la realización de exámenes.
Jóvenes científicos de Ciudad Ho Chi Minh crearon con éxito cabinas móviles que desinfectan el cuerpo en solo 30 segundos, y que ya se pueden ver funcionando en las entradas de algunos edificios públicos.
La labor educativa y la alerta permanente sobre las medidas preventivas contra el Covid-19 llegaron hasta la música, con la canción Ghen Co Vy, que se ha convertido en un éxito global.
Experiencias de la guerra en el combate de la pandemia
El gobierno vietnamita menciona como herramienta clave para sus buenos resultados en evitar el incremento exponencial de los contagios una experiencia de la guerra contra Francia y Estados Unidos, lo que ellos llaman 4 en 1, es decir, la detección, el aislamiento, el tratamiento, y el personal/recursos asistenciales, todo en el mismo lugar, unidos a la labor de prevención.
Sobre esa base, cuando el riesgo de contagio venía desde China, con la que comparten una extensa frontera por la que cruzan cientos de miles de personas diariamente, o desde Corea del Sur, donde trabajan más de 200 000 vietnamitas, mientras decenas de miles de coreanos laboran en Vietnam, el aislamiento estricto de las comunidades permitió rebasar esa etapa con sólo 16 casos, sin ningún fallecido, y detener los contagios.
En esta segunda etapa, en que una gran parte de los casos han entrado desde Europa, Estados Unidos y otros países, igualmente las autoridades han ido tomando progresivas medidas de aislamiento ya mencionadas para evitar la propagación. Hasta el momento, casi dos tercios de los casos son importados.
La protección social. una prioridad
Según una directiva del Primer Ministro, Nguyen Xuan Phuc, el Seguro Social suspendió hasta junio o diciembre de 2020 la contribución al fondo de jubilación y supervivencia, a fin de apoyar a los afectados por la Covid-19. El Premier ha propuesto instituir una asignación mensual de 1.8 millones VND (77 USD) para personas con afectaciones laborales. La propuesta abarcaría empleados contratados, trabajadores a tiempo parcial y aquellos con licencia no remunerada o ingresos reducidos como consecuencia del coronavirus.
Por su parte, el Ministerio de Planificación e Inversión presentó un paquete de ayuda de 2.600 millones USD, mediante el cual los beneficiarios de políticas sociales y de subsidios mensuales por haber prestado servicios al Estado durante la revolución y las guerras, percibirán 21.8 USD adicionales cada mes durante abril, mayo y junio.
Durante una reunión del Comité Permanente del Gobierno celebrada el 3 de abril, Xuan Phuc reiteró la disposición de sacrificar los intereses económicos a corto plazo para proteger la vida de los pobladores, como máxima prioridad, bajo el liderazgo del Partido Comunista.
Con esta premisa, Vietnam avanza en un 2020 de retos políticos y económicos, en el que se afianza como la economía de mayor crecimiento en la región, a la vez que consolida su activismo internacional al frente de la ASEAN y en la membresía no permanente del Consejo de Seguridad.