Vietnam cuenta ahora con cerca de 4 mil 500 aldeas artesanales con cerca de 12 millones de trabajadores rurales. Durante casi una década, las exportaciones de productos artesanales alcanzaron un promedio anual de más de mil millones de dólares en valores. Sin embargo, en los dos últimos años, la fabricación y exportación de  esos productos se han enfrentado a diversos obstáculos debido a la recesión financiera. Por ejemplo, la aldea de cerámica y porcelana Bat Trang, en el distrito de Gia Lam en las afueras de Hanói, fuente uno de los mayores artículos exportables del país, recientemente registró un fuerte descenso en la  cantidad de compradores y pedidos para la exportación. También lo sufren otros pueblos tradicionales como Van Phuc, con la seda, Phu Tuc que elabora artículos de bambú y mimbre, y Dong Giao con la talla de madera, entre otros. En el torbellino de la crisis, surgieron algunas empresas de fabricación artesanal que buscan la manera de desviar su inversión hacia productos que abastezcan al mercado interno. Estos esfuerzos no solo ayudarán a estas entidades a recuperarse, sino al mismo tiempo impulsar su propio desarrollo. Nguyen Thuy Duong, propietario de una base de producción de cerámica en la aldea de Giang Cao, comuna de Bat Trang, expresó: “Anteriormente, nuestros productos se vendían en el exterior. Sin embargo, en años recientes, debido a la reducción de los pedidos de exportación, sólo nos concentramos en elaborar productos utilizados en el mercado doméstico.”

Según Duong, si antes su familia sólo elaboraba productos superiores de decoración Feng Shui, ahora volvió a manufacturar diferentes tipos de cerámicas para consumidores nacionales. Su familia atravesó por momentos difíciles, pero las ventas en octubre pasado superaron a idéntico período del año pasado. Este nuevo cambio se considera una vía  efectiva para estimular la demanda interna  cuando Vietnam promueve la campaña “los vietnamitas priorizan los productos domésticos”. Junto con soluciones mercantiles, los fabricantes vietnamitas se proponen invertir en el diseño y la aplicación de avanzada tecnología para mejorar la calidad de la artesanía y su capacidad competitiva en el mercado internacional. Según el presidente de la Asociación vietnamita de las Aldeas de oficios, Luu Duy Dan, el fomento de la conectividad intersectorial ofrecerá a los consumidores nacionales y extranjeros más acceso a cuanto proviene de los oficios artesanales: “En la actual integración económica internacional, es necesario aplicar activamente la tecnología avanzada para aumentar la calidad de los productos. La economía artesanal debe proporcionar las soluciones satisfactorias de capital, mercado, tecnología, trabajo, medio ambiente y entornos para la producción. Por lo tanto, junto con el apoyo del Estado, los fabricantes en estos rubros campo deben unirse.”

Pese a las dificultades, su incremento ha sido inminente. En lo que va del año, las exportaciones del sector superaron los mil 100 millones de dólares, y la cifra prevista para todo el año ascenderá a mil 600 millones. De cara a la sostenibilidad del sector artesanal, Vietnam trata de vincular el desarrollo de oficios tradicionales con el turismo artesanal y la protección ambiental.