(VOVworld) - En Vietnam, las empresas exportadoras con inversión extranjera directa (IED) constituyen el sector que más aporta al desarrollo de la economía. Sin embargo, para garantizar un crecimiento sustentable, el país ha adoptado políticas de apoyo a la exportación de los productos de prestigio nacional.
En los primeros 10 meses de 2016, las exportaciones de las empresas con inversión extranjera directa alcanzaron más de 100 mil millones de dólares, un aumento del 8 por ciento respecto al mismo período de 2015 y equivalentes a más del 70 por ciento del valor total de las ventas nacionales en el exterior.
|
Estos resultados ayudan a Vietnam a lograr un superávit comercial de 3 mil 520 millones de dólares en la mencionada etapa y al mismo tiempo a reducir el exceso de importaciones, equilibrar la balanza comercial y garantizar la armonía de la economía. En lo adelante, una vez que entren en vigor varios tratados comerciales ya firmados, estos crearán una mayor atracción de capital hacia el país, lo que será una oportunidad para impulsar el crecimiento de las exportaciones nacionales en el futuro. No obstante, según el especialista en economía Luu Bich Ho, las empresas domésticas deben considerar el sector de la inversión extranjera directa como un estímulo para su desarrollo. “La inversión extranjera directa para la exportación y el desarrollo de la industria vietnamita tiene un significado trascendental. Gracias a este método, logramos mantener el crecimiento sostenible de las ventas en ultramar, y así podemos impulsar la economía nacional. En lo adelante, mantendremos la atracción de este recurso financiero para impulsar la exportación y la producción industrial y agrícola, así como estimularemos la contribución de los productores vietnamitas”.
Para asegurar el crecimiento de la economía, hay que evitar la dependencia de la inversión extranjera directa, aunque no se pueden negar los beneficios que brinda. De acuerdo con el economista Nguyen Minh Phong, el país necesita más estímulos para reforzar el empresariado nacional y conectarlo con las compañías que ofrecen ese tipo de inversión. En especial, hay que elevar la competitividad para satisfacer los requisitos exigentes de la integración internacional, afirmó Phong, y seguidamente señaló: “Si logramos aprovechar la inversión extranjera directa, esta constituirá una base económica para el desarrollo nacional en las cadenas de valor global, creando así una red de proveedores a largo plazo. En cuanto a la contaminación ambiental y los conflictos sociales y laborales, se requiere el perfeccionamiento de las agencias de gestión pública y el sistema jurídico para orientar los flujos de capital a fin de cumplir los objetivos trazados, aliviando así las presiones que puedan provocar inestabilidad”.
La atracción de ese tipo de inversión es una tendencia común. En Vietnam, este sector desempeña un papel importante en la economía. Según Nguyen Van Toan, vicepresidente de la Asociación de Inversores Extranjeros, si se quiere lograr un crecimiento sostenible, hay que mejorar los estándares para esta labor cumpliendo con la estrategia nacional. A partir de ahí, el territorio podrá promulgar políticas más armoniosas y adecuadas al desarrollo y la conexión de las empresas vietnamitas con las foráneas. Al respecto, Van Toan propuso: “Las empresas de inversión extranjera directa que ejercen influencias positivas en el país pueden ayudar a las compañías nacionales a participar mucho más en las cadenas de valor global. En caso contrario, la atracción de capitales foráneos no tiene sentido”.
La inversión extranjera directa se ha convertido en una fuente de capital trascendental para el desarrollo económico de Vietnam. Sin embargo, para lograr un crecimiento sostenible, el Estado necesita mejorar las políticas en esa área y destacar las fuerzas internas de apoyo a las empresas nacionales a fin de dar vitalidad a la economía interna.