(VOVworld) – Ubicada en una favorable posición topográfica, la provincia central de Binh Thuan, es la principal tierra cultivadora de la fruta del dragón (o Pitaya roja) en Vietnam. Con anterioridad, la planta del pitaya sólo se aprovechaba como ornamento, pero ahora el fruto constituye uno de los artículos exportables favoritos de Vietnam en el mercado internacional, que a su vez ayuda a los agricultores a enriquecerse en su tierra. Sin embargo, la meta más importante para los productores consiste en aumentar la efectividad del cultivo de la pitaya hacia una exportación sostenible.
La pitaya vietnamita está conquistando los mercados más exigentes
Binh Thuan y algunas provincias sureñas de Vietnam venden al exterior del 80 al 85 por ciento de las frutas del dragón. Este producto goza de una cuota estable en cerca de 20 naciones y territorios en el mundo como China, Corea del Sur, Indonesia, Malasia, Singapur, Holanda, Reino Unido, Francia, Alemania, EEUU y Canadá, después de cumplir los requisitos filosanitarios en el mercado de origen . Anualmente, se logra un rendimiento de 35 mil toneladas valorado en 20 millones de dólares. China continúa siendo el mayor comprador de la pitaya roja de Vietnam. Sin embargo, la cantidad de estas frutas que se vende mediante grandes pedidos sólo cubre del 2 al 4 por ciento, y el resto corresponde al comercio de pequeña envergadura. Bui Dang Hung, presidente de la Asociación de pitayas rojas de Binh Thuan, señaló: “Esta modalidad exportadora resulta simple y sin enfrentar cualquier barrera, por eso, es capaz de que las mercancías se consumanr rápidamente . Pero, debido a la participación de diferentes elementos y la débil administración, resulta difícil controlar la seguridad alimentaria y los precios. Por eso, tomamos en consideración la garantía de la seguridad tanto en la producción como en la distribución”.
En pos de ampliar el ingreso derivado de la fruta del dragón en el mercado mundial, especialmente en los socios potenciales como EEUU, Canadá, Japón y Europa, el país indochino debe cumplir con las normas internacionales establecidas en todas las fases de la comercialización, desde la compra, el empaquetamiento hasta la preservación. Este tema interesa a las empresas y a los campesinos. Ngo Xuan Nghiem, propietario de una fábrica del pitaya roja en Binh Thuan, destacó:
“Cambiar el hábito cultivador de los agricultores es difícil, pero muy necesario cuando Vietnam se adhirió a la Organización mundial del Comercio. Si continuamos produciendo según los modelos atrasados, no podemos lograr el desarrollo sostenible en el futuro. Debemos aplicar la ciencia y técnica avanzada con manejo de las normas fitosanitarias”.
Empaquetar pitayas exportables en la Compañía de Responsabilidad
Limitada Thanh Long, en la provincia de Binh Thuan
En la actualidad, la provincia de Binh Thuan posee 7 mil 300 hectáreas de cultivo que responden a las normas nacionales de producción agrícola de Vietgap, alrededor de 160 hectáreas de productos adaptadas a las regulacones internacionales de Globalgap, y mil 140 hectáreas certificadas por la Cuarentena Agrícola de EEUU para la entrada en ese mercado y en Corea del Sur. Unas 80 entidades en Binh Thuan van adelante en la construcción de instalaciones de empaquetamiento y compra de los productos. Muchas de ellas fundaron fábricas de tratamiento termal y de irradiación. Bui Dang Hung, presidente de la Asociación de pitayas rojas de Binh Thuan, opinó: “Los agricultores apoyan y aplican este modelo acorde a las instrucciones de los órganos concernientes. Numerosas empresas invirtieron decenas de miles de dólares para elaborar los estándares GlobalGap y EuroGap a fin de impulsar el consumo estable en los mercados exigentes. En el último año, el Centro de Investigación de Pitayas rojas de Binh Thuan ha entregado el certificado a más de 5 mil hectáreas cultivadoras. La administración local continúa respaldando a los campesinos en el cumplimiento de los requisitos Vietgap”.
La exportación de la fruta del dragón de Vietnam registró señales positivas, sobre todo en mercados potenciales. Si en 2010, el país indochino envió a Japón y EEUU unas 420 y 880 toneladas de pitayas, respectivamente, en 2011, estas cifras llegaron a 600 y mil 500 toneladas. En Europa, después de conquistar el mercado holandés, este fruto continúa ingresando en Francia, Reino Unido y Alemania. En la primera mitad del presente año, se transporta a Corea del Sur y Nueva Zelanda. El Gobierno vietnamita en coordinación con el empresariado está construyendo centros comerciales y un sistema de procesamiento y preservación de las pitayas, acorde con las normas internacionales por el desarrollo sostenible de la grata mercancía./.