(VOVworld) – El año 2014 representó la primera etapa del despliegue de la actualización del modelo económico de Cuba. Aunque la economía de la isla caribeña no ha logrado progresos innovadores y sus indicadores macroeconómicos siguen sin satisfacer las expectativas, este año fue clave porque presenció decisiones trascendentales para allanar el camino del desarrollo nacional en lo adelante, adoptando medidas completamente novedosas.
Lo más destacado radica en la aprobación parlamentaria de la ley de inversión extranjera, vigente desde el primero de julio de 2014 con el objetivo de atraer capitales foráneos para el desarrollo económico de Cuba. Esta nueva legislación se califica de “mucho más abierta” porque autoriza las inversiones extranjeras en la mayoría de los sectores, salvo en sectores estratégicos. La novedad reside en el incentivo arancelario que exime a los inversores extranjeros del impuesto sobre la renta durante los primeros años de operación y después les cobra sólo el 15%, una reducción de la mitad de las tasas antes vigentes. En especial, se presencia por primera vez en Cuba el desarrollo de contratos de conexión económica internacional y empresas con capital completamente foráneo. En algunos casos, se permiten la inversión exterior en conjunto con empresas nacionales interesadas.
Diferentes estratos sociales de Cuba marchan en saludo al Día Internacional
de los Trabajadores, el primero de mayo
Además, el Gobierno de La Habana autoriza a los ciudadanos el alquiler de viviendas, tiendas y terrenos gestionados por las compañías públicas y traspasa gradualmente las unidades comerciales de gastronomía al sector privado y a las cooperativas para fomentar negocios autónomos y modelos de gestión no estatal. La autorización ampliada del trabajo por cuenta propia ocupa a unas 500 mil personas de todos los estratos populares, lo que contribuye a facilitar la reducción del personal redundante del sector público sin consecuencias sociales.
En 2014, el Gobierno cubano ajustó el aumento del salario mínimo para los sectores sanitario y deportivo. Es claro que este país antillano ha adoptado medidas cruciales para impulsar el desarrollo económico y mejorar el nivel de vida de su pueblo. Además, ha implementado la reestructuración de las empresas estatales, garantizando un nivel de salario conforme a la productividad de cada trabajador sin aumentar la tasa de inflación. De esta manera, se prevé que al menos el 49% de los funcionarios se beneficiarán de mayores ingresos. Entretanto, los trabajadores del sector privado gozarán también de un mejor nivel de renta pese a la depreciación del salario real y la insuficiencia de los recursos en la ampliación de servicios de transporte y construcción de viviendas, considerados como problemas críticos que deben ser resueltos para satisfacer la demanda del pueblo. A corto plazo, la mayor dificultad radica en la coexistencia de dos monedas, el peso cubano convertible y el peso cubano. Aunque el proceso de unificación de ambas monedas fue anunciado por el Gobierno a finales de 2013, cabe destacar que se trata de una tarea ardua que requiere de tiempo y un itinerario adecuado para evitar efectos sociales negativos.
El turismo forma parte de los sectores más ventajosos de Cuba
En este contexto, el Ministerio de Finanzas y Precios estableció y publicó el primer reglamento sobre el nuevo peso convertible para las entidades públicas para solucionar una serie de los problemas existentes en la economía nacional, entre ellos, la relación entre el precio fijo doméstico y el precio del mercado mundial, los precios minorista y mayorista y la transparencia de los programas de apoyo a los precios, entre otros. Además, el Banco Central Cubano considera aumentar la oferta monetaria e inyectar más peso nacional con un valor más alto que el circulante. Estos pasos forman parte de los preparativos que conduzcan a materializar el plan de unificación de ambas monedas del país.
Cuba realiza las reformas más cruciales hasta la fecha en medio de la desventajosa situación mundial, luego de lograr superar algunas dificultades que obstaculizan el desarrollo del tejido productivo para propiciar oportunidades al sector privado. Aunque queda largo camino por andar, los frutos cosechados por La Habana evidencian los esfuerzos verdaderos de los máximos dirigentes cubanos por la renovación económica para satisfacer la aspiración del pueblo. Es claro que en los próximos tiempos, la isla caribeña continuará ajustando las políticas para lograr la sostenibilidad en el desarrollo económico.