(VOVworld) – El presidente francés, François Hollande, concluirá este martes su visita a Cuba. En medio de la carrera entre potencias mundiales para conquistar el mercado cubano después del deshielo de los vínculos entre Estados Unidos y Cuba, la visita de Hollande a la Isla no tiene otro objetivo que fortalecer la cooperación con este país lleno de potencialidades.

Hollande es el primer presidente galo que visita Cuba. Es además el primer dirigente de alto nivel de Occidente que llega a la Mayor de las Antillas desde que Estados Unidos y Cuba anunciaran su proceso de normalización de relaciones hace unos meses. Por lo que sin referirse todavía a los intereses económicos, esta visita de un día tiene un gran significado político y diplomático, tanto para Francia como para Cuba.

¿Completar un cuento histórico?

Cuba ha representado una posición bastante especial para los partidos de izquierda de Francia. Ha sido tema de debates y acaparado la atención de los partidos izquierdistas, entre ellos EL gobernante Partido Socialista del presidente en ejercicio. Por eso, como decía un diplomático galo, la visita de Hollande parece servir para “completar un cuento histórico”. Entre los países occidentales, Francia se opone siempre al bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba. Desde 1991, en las Asambleas Generales de la ONU, el país europeo vota por el levantamiento de esta medida. Por eso, desde hace años, empresas galas emprendieron estudios del mercado cubano en preparación de operaciones futuras en la Isla ante cualquier cambio positivo en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Sin lugar a dudas, la visita del presidente François Hollande sirve para impulsar este proyecto. Una serie de grandes empresas de Francia como la aerolínea Air France y el grupo de hotelería Accor, están promocionando sus inversiones en el país caribeño.

Descongelar relaciones Occidente- Cuba

De otro lado, Cuba también pone muchas expectativas en esta visita de Hollande, que marca la primera acción del deshielo de las relaciones entre Cuba y la Unión Europea. Entre los países occidentales, Cuba mantiene buenas relaciones con Francia, a donde viajó el líder Fidel Castro en 1995. En el terreno político y diplomático, el viaje de Hollande a Cuba elevará el prestigio de la isla. Y en cuanto a la economía, uno de los temas que centran la atención de La Habana y que abordará con el gobierno galo, es la revisión de las deudas de Cuba. Este país debe al Club de París 15 mil millones de dólares, incluyendo 5 mil millones de Francia. La visita de Hollande es considerada una buena ocasión para que las dos partes negocien la deuda, sea la condonación parcial o la postergación del pago. Cuba también espera firmar con Francia contratos económicos con corporaciones galas, especialmente en turismo, sanidad o agricultura,  sectores en que pueden complementarse. En 2014, el valor exportador de Francia a Cuba se limitó en 157 millones de euros, muy por debajo de las potencialidades de cooperación de ambas partes.

Francia desea adelantarse diplomáticamente en la Unión Europa

Desde tiempos pasados, Francia tiende a practicar una política exterior independiente y mantener su posición como una potencia en las relaciones internacionales. El país europeo tiene una numerosa misión diplomática, que se sitúa solo después de Estados Unidos, y en cualquier lugar quiere dejar sus huellas. Por eso está en primera línea del acercamiento entre la Unión Europea y La Habana, que ambas partes quieren concretar antes de que acabe el año. Además, el viaje de Hollande a la Isla caribeña transmite mensajes a varias partes. A Estados Unidos, expresa un mensaje de cooperación, y a otros países como China y Brasil, quiere demostrar que no dejará pasar el tren. Actualmente Francia prioriza las inversiones en Cuba en la industria hotelera, el turismo o la infraestructura, para poder aprovechar al máximo los grandes potenciales turísticos de este país antillano.

Relaciones diplomáticas: palanca para impulsar el desarrollo económico

A pesar de que es uno de los países occidentales más cercanos a Cuba, Francia sufre la competición drástica de otros asociados del país caribeño. Un ejemplo de ello es la reciente firma entre Cuba y Brasil de un acuerdo para la fundación de una empresa mixta que gestionará el puerto de Mariel, dentro de una zona especial de desarrollo.  Un  contrato semejante es un sueño para empresas galas. Francia también toma muy en consideración la inversión en la infraestructura y la agricultura en Cuba, sectores ventajosos del país europeo en el mundo. La mayor ventaja de Francia en relación con otros países occidentales, son los nexos diplomáticos bastante amistosos con Cuba en los últimos años. Se espera que la visita de Hollande abra un nuevo capítulo de cooperación entre Francia y Cuba en particular y entre la Unión Europea con la isla caribeña en general.