(VOVWORLD) -La pandemia del Covid-19 ha sido controlada gradualmente en algunas áreas de Europa, y varios países han comenzado a relajar las medidas de restricción y reanudar las actividades socioeconómicas. Esta decisión es aplicada de diferentes maneras según cada país. Sin embargo, a nivel regional, los miembros de la Unión Europea (UE) aún no están de acuerdo sobre el momento de reabrir las fronteras internas. De hecho, el nuevo coronavirus ha planteado ciertos desafíos para el Tratado de Schengen, un mecanismo que permite abolir el control fronterizo y eximir de visado, así como garantizar el derecho a la libertad de circulación para los ciudadanos de los países miembros.
 La policía belga realiza una inspección en la zona fronteriza con Francia en Quevy, el 19 de abril de 2020. (Foto: AFP/VNA) |
A principios del pasado abril, la Comisión Europea (CE) propuso continuar extendiendo el cierre simultáneo de la frontera de la UE y el espacio Schengen hasta el 15 de mayo. Sin embargo, una semana después de finalizar este plazo, la zona aún no se ha reabierto. Mientras, según expertos, la economía del bloque comunitario podría caer un 10% este año, un nivel sin precedentes desde la crisis económica mundial en la década de 1920.
Desacuerdos sobre la reapertura de las fronteras
Los ministros de Turismo de la UE debatieron en una videoconferencia el 20 de mayo sobre una hoja de ruta para reabrir gradualmente las fronteras internas y externas este verano según lo propuesto por la CE. Evaluaron que la situación del Covid-19 ha registrado señales positivas y que la reapertura de las líneas limítrofes les permitiría restaurar el sector, gravemente afectado por este flagelo.
Sin embargo, tal propuesta no recibió el consenso de todos los delegados. Gari Capelli, ministro de Turismo de Croacia, país que ocupa la presidencia rotativa de la agrupación, dijo que es necesario seguir debatiendo sobre cómo aplicar el “paquete de estímulo para el turismo” porque la UE todavía no está lista para correr riesgos, después de más de un mes de ser bloqueada a causa de la pandemia. Opinó que las naciones podrían reabrir sus fronteras de forma responsable a través de los acuerdos bilaterales, lo que evitaría un nuevo brote. Para otros territorios con mayor nivel epidémico es importante considerar esta medida y actuar con mayor cautela, agregó.
A su vez, el representante francés exigió una mayor coordinación entre los Estados integrantes y propuso reiniciar el funcionamiento normal de la zona libre de fronteras a partir del próximo 15 de junio. Mientras, el de Alemania quiso convocar a 11 naciones del sur para consultar sobre este tema. Cabe destacar que actualmente los países del espacio Schengen están aplicando medidas diferentes al respecto.
Unidad, factor clave del Tratado de Schengen
La opinión pública comentó que la UE debería buscar un enfoque unificado en la reapertura de las fronteras internas. Para este fin, la CE ha desarrollado un conjunto de principios comunes para los Estados miembros en el proceso del levantamiento de restricciones y la restauración de las actividades socioeconómicas, con lo cual eliminará las medidas de control fronterizo en las áreas que cumplen con los requisitos epidemiológicos. La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, instó a los 27 países integrantes del bloque a trabajar juntos para levantar las restricciones, advirtiendo que una coordinación inadecuada representaría un riesgo para todos y aumentaría las tensiones entre las naciones. Al comienzo del brote del Covid-19, muchos territorios europeos cerraron la frontera e impusieron restricciones de viaje sin previo aviso, indicó la dirigente, quien además expresó su deseo de que la reapertura de las fronteras en el futuro se haga de manera sistemática.
Entre tanto, expertos destacaron la importancia de la solidaridad de la UE tanto en la respuesta a la pandemia como en el reinicio de la zona libre de fronteras. Enrico Letta, presidente del Instituto de Consultoría Jacques Delors, dijo en una entrevista con la Radio France Info (Francia) que varios Estados miembros del bloque, en lugar de cooperar con la UE, quieren actuar y resolver los problemas de forma individual.
Con una frontera abierta, el Tratado de Schengen es considerado un orgullo y uno de los mayores logros del proceso de integración europea durante los últimos 35 años. Tarde o temprano, se restaurará el funcionamiento normal del área, pero una vez más la sostenibilidad del espacio de viaje compartido entre los Estados miembros de la UE se enfrenta a grandes desafíos.