(VOVWORLD) - La 31 Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) finalizó recientemente en Filipinas tras alcanzar importantes logros. Uno de los resultados más relevantes es que los líderes de los 10 países miembros del bloque y China acordaron reanudar los diálogos para crear un Código de Conducta de las Partes Concernientes en el Mar Oriental (o Mar del sur de China). Esto es considerado como el progreso más significativo conseguido por ambas partes en los últimos 15 años en su búsqueda de una herramienta jurídica destinada a resolver los diferendos en las referidas aguas.
Los líderes de los países miembros de la Asean y de sus socios de diálogo (Foto:VNA) |
La seguridad y la libre navegación en el Mar Oriental han sido siempre uno de los temas más abordados en las conferencias de alto nivel de la región, incluida la Asean, y además una prioridad en la política externa de esta agrupación comunitaria durante más de cinco décadas de su historia. La concluida cita de alto nivel en Manila no ha sido la única donde los dirigentes del bloque han reafirmado su compromiso con el mantenimiento y la promoción de la paz, la seguridad y la estabilidad en la zona, mediante la solución pacífica de las disputas, el respeto a los procesos diplomáticos y jurídicos, así como el acatamiento de la Legislación Internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982.
Una ruta estratégica
No es de extrañar que en sus intervenciones, casi todos los líderes de la Asean y sus socios mencionaran la cuestión del Mar del Este, especialmente como mantener la paz, la estabilidad y la seguridad naval en esta zona. Esto se debe a que las tensiones, los reclamos territoriales unilaterales y absurdos, al igual que el abuso del ambiente marino en esas aguas han perjudicado gravemente esta vasta área marítima de gran significado para la región y el resto del mundo.
Frente a la nueva coyuntura, los países integrantes de la Asean insistieron en reforzar la unidad y la solidaridad entre sí para cimentar las fuerzas internas y el papel protagonista de la Asean, en aras de superar los desafíos y garantizar un entorno favorable al desarrollo económico y para la vida de sus pueblos.
En este contexto, la aprobación de la Declaración sobre la Protección del Ambiente Costero y Marítimo de esas aguas durante el periodo 2017-2027 significa mucho una base legal para un mejor cuidado del ecosistema y la biodiversidad en el Mar del Este pese a los existentes litigios.
Además, acordaron comenzar en 2018 las negociaciones sobre el Código de Conducta de las Partes Concernientes en el Mar del Este (COC), un texto vinculante destinado a prevenir los conflictos y resolver las disputas territoriales.
Exaltados los principios para la convivencia en paz
Se puede afirmar que el máximo logro de la Asean desde su fundación hasta ahora es mantener la paz y la estabilidad en la zona mediante el impulso de las relaciones entre sus países miembros, así como con sus socios. Es considerada como un mecanismo regulador que contribuye a impedir las diferencias bilaterales y evitar que estas se conviertan en puntos candentes de conflictos.
En ocasión del 50 aniversario de la fundación de la Asean (agosto de 2017), el secretario general del grupo, Le Luong Minh, dijo que para mantener la paz, la Asean toma iniciativas a fin de construir una estructura regional en base a las leyes, según la cual todos los pueblos, sin importar su tamaño, vivan juntos, con el respeto mutuo a la independencia, la soberanía nacional y la integridad territorial en correspondencia con la Legislación Internacional. Concretamente, ha perfeccionado sus herramientas importantes como el Tratado de Amistad y Cooperación (TAC) y la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar del Este (DOC). Se trata de las bases jurídicas importantes, que crean los marcos fundamentales para eludir las confrontaciones y consolidar la confianza, erosionada por las acciones unilaterales en contra de los principios establecidos. Por otro lado, la Asean no deja de hacer consultas mutuas y fortalecer la solidaridad mediante los encuentros regulares entre sus dirigentes y las autoridades en la región.
El hecho de que la Asean y China acordasen relanzar los diálogos para encaminarse a un código hacia un comportamiento apropiado en el Mar del Este ratifica una vez más el consenso interno y el tesón de las generaciones de los dirigentes del grupo del Sudeste Asiático para fomentar la amistad, consolidar la confianza y la cooperación, así como hacer de esa zona marítima un lugar de paz, estabilidad y progreso.