(VOVworld) – La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) se dispone este jueves someter a votación de solicitud de Palestina de convertirse en miembro. Esta vez, se espera que los palestinos tengan más oportunidad que en 2011 de ingresar en la Organización mundial de 193 países. Sin embargo, el camino hacia esta meta puede encontrarse cruzado de dificultades y obstáculos.
La petición palestina ha estado recibiendo el apoyo de la mayoría de los gobiernos representados en la ONU. Francia confirmó el martes su respaldo mediante una declaración del canciller Laurent Fabius ante el Parlamento en la que se anuncia el voto favorable. Otros Estados europeos como España, Portugal, y Suiza también adelantaron esa misma posición. Desde hace tiempo, 132 de los 193 integrantes de la ONU han reconocido un Estado palestino. Según su presidente Mahmoud Abbas, el proyecto de resolución cuenta con holgada mayoría absoluta para ser adoptado. A diferencia del Consejo de Seguridad, ni Estados Unidos ni ningún otro país tiene derecho a veto en la Asamblea General, como tampoco sus decisiones requieren la aprobación del Consejo de Seguridad. Ya puede considerarse que será una victoria diplomática para el pueblo palestino.
La administración del presidente Mahmoud Abbas promueve trabajos
hacia el reconocimiento mundial como estado independiente
Sin embargo, la previsible victoria se opaca a causa de diferencias entre el movimiento islámico Hamas, organización que gobierna en la Franja de Gaza y no reconoce la existencia de Israel, y ha criticado al presidente de la Autoridad Mahmoud Abbas por aceptar la frontera establecida hasta junio de 1967 como las de una futura palestina independiente, cuando Israel se apropió de más del 80 por ciento del territorio original palestino. Por añadidura, EEUU e Israel reaccionaron contra la solicitud palestina, tan pronto el presidente Abbas presentó la adhesión a la ONU. Washington consideró que este paso obstaculizará las negociaciones con Israel dirigidas a poner fin a los conflictos que ya duran varias décadas entre ambas partes. Tel Aviv amenazó con represalias como bloquear los impuestos que el país recauda en nombre de la Autoridad Palestina. Tales acciones son fáciles de entender, según la opinión pública. Si la administración israelí reconociera la independencia palestina, tendría que levantar su ocupación en los territorios palestinos. Resulta indiscutible que Washington sigue codo a codo con su aliado clave en Oriente Medio.
Echando una mirada retrospectiva a 60 años, la medida de dos Estados fue la primera solución de la comunidad internacional para resolver las disputas entre Israel y Palestina en lo que fuera el suelo palestino histórico. La Asamblea General ratificó el 29 de noviembre de 1947 la Resolución 181 para dividir a Palestina en 2 naciones, una de los judíos y otra de los palestinos. Unos meses desde entonces, la comunidad internacional aceptó la proclamación de la independencia israelí como un país judío con membresía plena en la ONU. Desde 1988, la Organización de Liberación de palestina encaminó por vías internacionales su reclamo de justicia y la creación de un Estado independiente. Más de 20 años después de la Conferencia de Paz de Madrid en 1991, el pueblo del país medioriental continúa sin vivir en paz en un Estado propio. Las pláticas entre Palestina e Israel fracasaron debido a sus diferencias. Tel Aviv mostró su disposición a negociar pero rechazando aceptar las reclamaciones palestinas. La Autoridad Palestina, por su parte, desconfía de conversaciones con Israel mientras esté construyendo los asentamientos en territorios ocupados de Palestina en el Este de Jerusalén. El comprometido apoyo de Washington a Tel Aviv impiden una verdadera ruta negociadora.
Ya es hora de que llegue el momento de que los palestinos vivan en un Estado soberano e independiente tras tantos años de ocupación israelí. Se trata de una legítima aspiración que merece el respeto de la comunidad internacional. Por ende, el ser reconocido como un estado observador de la ONU significa una puerta a la esperanza de los palestinos./.