El nuevo pacto migratorio de la Unión Europea (UE) abarca 10 legislaciones adoptadas por los Estados miembros del bloque continental en diciembre pasado, las cuales se enfocan en el reparto de responsabilidades entre los países integrantes, al tiempo que acelera el proceso de aplicación y selección de inmigrantes y refugiados.

La presidenta del Parlamento Europeo (PE), Roberta Metsola. (Foto: Globe Echo)

Paso histórico

Según el acuerdo histórico aprobado la UE establecerá un mecanismo de control obligatorio para los inmigrantes en los cruces fronterizos de los países miembros de la agrupación que incluirá identificación, recopilación de datos biométricos y controles sanitarios. Estos datos luego se recopilarán y se enviarán a Eurodac, una base de datos común creada para detectar movimientos no autorizados de inmigrantes. Además, la tramitación de las solicitudes de asilo se realizará en un tiempo de 7 días como mínimo, de modo que los solicitantes rechazados puedan ser devueltos rápidamente a su lugar de origen.

El nuevo documento, sin embargo, todavía mantiene regulaciones del sistema europeo común de asilo “Dublin”. No obstante, abarca también normas claras sobre la responsabilidad compartida entre los Estados miembros en materia de solicitudes de asilo, según lo cual están obligados a participar en la recepción y el reasentamiento de migrantes, refugiados o beneficiarios de protección internacional en su territorio.

En caso de que un país miembro se niegue a aceptar refugiados se le exigirá que contribuya financieramente o proporcionen apoyo material y técnico a otro de primera línea.

La adopción del nuevo Tratado sobre Migración y Asilo se considera un gran éxito político para la UE en un momento en que sólo faltan dos meses para las elecciones al Parlamento Europeo (PE), programadas para celebrarse del 6 al 9 de junio. La presidenta del PE, Roberta Metsola, consideró este hecho un hito histórico para la organización después de ocho años de estancamiento: “Hemos entregado un marco legislativo robusto sobre cómo abordar la migración y el asilo en la Unión Europea, que es igualmente válido para todos los Estados miembros. Este reglamento pone a las personas en primer lugar, comprende las diferencias y complejidades de la cuestión migratoria, al tiempo que garantiza la seguridad de las fronteras exteriores de la UE y la transparencia de las regulaciones aplicables y el equilibrio entre solidaridad y responsabilidad”.

Otros líderes europeos, incluidos la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y el canciller alemán, Olaf Scholz, describieron el nuevo tratado como un importante avance del bloque regional en la gestión de la migración. Mientras tanto, Matteo Piantedosi, ministro del Interior de Italia, el país de la UE que recibe más inmigrantes y refugiados, también dijo que el acuerdo reúne “los mejores compromisos posibles” entre los Estados miembros en este momento.

Controversia sobre derechos de migrantes

Aunque recibió evaluaciones positivas de los líderes europeos, el nuevo Pacto también provocó múltiples críticas por parte de organizaciones civiles. Antes y después de la votación del PE un grupo de 161 organizaciones no gubernamentales que se encargan de la protección de los derechos humanos, incluidos Amnistía Internacional, el Comité Internacional de Rescate y Oxfam, pidió a los eurodiputados que rechacen el plan de reforma por considerar que atenta contra derechos fundamentales de los migrantes.

Además, estas entidades afirmaron que los principales partidos del PE aceptaron aprobar el nuevo Tratado debido a su preocupación por la creciente influencia de los partidos populistas y de derecha en el umbral de las elecciones europeas de junio. Johannes Rueckerl, portavoz de Seebrucke, una organización especializada en la protección de los derechos de los inmigrantes, dijo: “Nos oponemos al nuevo Pacto sobre Migración y Asilo porque tampoco ayudará a mejorar la actual crisis migratoria. Por el contrario, es probable que la situación empeore si se restringen los derechos de los refugiados. Los migrantes se enfrentarán a más peligros”.

Aparte de la oposición de organizaciones civiles, la aplicación práctica del nuevo Reglamento en los Estados miembros de la UE también puede enfrentar obstáculos, ya que algunas naciones (como Polonia) continúan oponiéndose al acuerdo. Además, partidos populistas y de extrema derecha de otros países criticaron el tratado porque creían que sus regulaciones no eran lo suficientemente estrictas. Por lo tanto, los observadores suponen que la cuestión de la migración y el asilo sigue siendo un foco de debate en Europa, incluso cuando el tratado entre en vigor para 2026.