(VOVworld) – La Conferencia anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) que tiene lugar en Tokio, Japón, con la participación de 20 mil autoridades de gobiernos, empresarios y gobernadores de bancos centrales, tiene como fin tomarle el pulso a la economía mundial, especialmente a la Eurozona, impedir la debilitación económica global y apoyar países en desarrollo. La opinión pública espera resultados alentadores de la reunión que culminaría este fin de semana para salvar la economía mundial de un temible decrecimiento.
El encuentro anual del FMI y el BM atrae la mayor participación de dirigentes financieros, económicos y bancarios en el mundo. Desde 2008 cuando estalló la crisis financiera global, se ha tomado en cuenta el papel de la referida institución financiera. En los imprevisibles vaivenes del sector, la reunión ofrece una buena ocasión para que financistas de primer orden en el mundo adopten decisiones importantes encaminadas a reducir pérdidas en la Eurozona ante la crisis de deudas públicas que afectan también regiones externas y dañan aeconomías emergentes.
Los titulares de Finanzas y Bancos Centrales de 7 países desarrollados
(Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y EEUU)
buscan salvar la economía de la actual crisis
En víspera de la conferencia, China declaró que enviaría al viceministro de Finanzas y al vicegobernador del Banco Central a Japón para participar en la Conferencia. La ausencia de los representantes chinos de más alto rango en el ámbito financiero evidenció una “grieta profunda” en las relaciones bilaterales entre los dos gigantes asiáticos que ejercen influencias directas en los vínculos multilaterales. La cooperación económico-financiera entre Japón y China reviste un significado importante en el sistema económico mundial. Por su parte, la directora general del FMI, Christine Lagarde llamó ambas naciones a darse las manos por el crecimiento global en lugar de agudizar sus diferendos territoriales. Sin embargo, los dos países siguen sin expresar voluntad alguna ante ese llamado.
Por otro lado, previo a la inauguración de la reunión anual, ocurrieron discrepancias comerciales entre EEUU y China cuando Washington acusó a 2 consorcios de telecomunicaciones de Beijín, Huawei y ZTE de amenazar la seguridad nacional. Según un informe de la Comisión de Inteligencia, dependiente del Congreso estadounidense, las dos mayores empresas tecnológicas de China podrían catalogarse como exploradores económico-militares o que realizan “ataques” contra la red de EEUU. Beijín rechazó esta acusación, considerando que el reporte sólo se basa en sospechas subjetivas y fundamentos incorrectos. Criticó que Washington se refiere a la seguridad nacional como un pretexto contra empresas chinas que operan legalmente en EEUU. Las tensiones bilaterales se deben a que Washington criticó a Beijín ante la Organización Mundial del Comercio por subsidiar precios de coches y repuestos exportados, totalizando 10 demandas contra Beijín durante los últimos 2 años y como parte de los esfuerzos del presidente Barack Obama por disminuir el superávit comercial de China. A su vez, el país asiático demandó a EEUU por aplicar altos impuestos a sus productos.
La ausencia del ministro de Finanzas (i.) y del gobernador del Banco
Central (d.) de China muestra una "grieta profunda" en las
relaciones entre China y Japón
En cuanto a Europa, analistas no ven señales alentadoras en la disminución de las deudas, así como en el aumento de la liquidez. La aplicación por gobiernos europeos de medidas de austeridad para reducir el déficit presupuestario mediante los recortes del gasto social público, no han contribuido a potenciar. Actualmente, la opinión pública pone su expectativa en el Fondo de soluciones de la crisis, o sea el Mecanismo de Estabilización europeo con un valor de 650 mil millones de dólares, cifra actualizada este 8 de octubre por la Eurozona. Resulta necesario el consenso de la región sobre las políticas de impuestos y gastos públicos, así como un sistema bancario regional.
El Informe del FMI sobre las Perspectivas económicas mundiales, publicado la semana anterior prevé que el crecimiento de la economía mundial de este año se reducirá de un 3,5 por ciento a un 3,3 por ciento, y de un 3,9 por ciento a un 3,6 por ciento en 2013. La recuperación depende en gran parte de las políticas y las relaciones de las potencias económicas. Pero en el foro del FMI y el BM de este año, la ausencia de algunas economías clave y la carencia de voluntad causa preocupantes deudas en la opinión pública sobre un mejor panorama en el futuro./.