Benjamin Netanyahu ante un tercer incierto mandato en Israel

(VOVworld) – Como se pronosticó, la encuesta a boca de urna de las elecciones parlamentarias en Israel del pasado día 22, demostró el estrecho margen de victoria de la alianza formada por el Partido Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu y el grupo ultranacionalista Yisrael Beiteneu del canciller Avigdor Lieberman. Así las cosas, Netanyahu se mantendrá en el Gobierno para un tercer mandato. Sin embargo, los israelíes al parecer aún no muestran entusiasmo ante tal resultado.

Un sondeo a pie de urna permitió conocer que el bloque derechista Likud-Beiteneu ganó 31 de los 120 escaños en el Legislativo, 11 menos que los 42 que tenía anteriormente, cuando necesita contar con 61 asientos para crear un nuevo Gobierno. Esto evidenció una reducción considerable de apoyos a Likud, lo que influirá en la implementación de las políticas de Netanyahu en su próximo período. Numerosos electores apuntaron que bajo su administración, Israel estuvo más aislado internacionalmente. El diario británico Time manifestó que la reelección de Netanyahu seguirá separando a Tel Aviv de la comunidad internacional. En los últimos 4 años, el jefe del Gabinete provocó enconos con otros países de la región. Puso en primer orden el programa nuclear de Irán en la agenda de una reunión de la ONU el año anterior, exigiendo fijar una “línea roja” al respecto. Aparte, las relaciones de Israel con Turquía, su mayor aliado se tensaron después del ataque israelí contra un barco con ayuda humanitaria para la Franja de Gaza en 2010. En tanto, las diferencias entre Tel Aviv y Washington se agravaron también tras la crítica del presidente norteamericano Barack Obama a la ampliación de los asentamientos israelíes en territorio palestino.

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Netanyahu, de 63 años, presidirá un nuevo Gobierno con
numerosos retos tras un ajustado triunfo electoral 

Las políticas rígidas de Netanyahu en cuanto al conflicto con Palestina molestaron a los ciudadanos. La opinión pública expresó que el premier está perdiendo imagen en el electorado mientras siga sin resolverse la problemática de la bloqueada franja de Gaza. Por añadidura, en la votación para aceptar a Palestina como un Estado observador no miembro de la ONU, únicamente la República checa mostró su desacuerdo, mientras que Francia, España e Italia votaron a favor y algunos Estados europeos, se abstuvieron. Tal resultado demostró que Tel Aviv está perdiendo el respaldo de la Unión Europea sobre la cuestión de Palestina.

Acerca de los asuntos internos, analistas subrayaron que el nuevo Gobierno israelí enfrentará retos económicos como la aprobación de políticas de austeridad enfiladas a reducir el déficit presupuestario, y a la vez aplacar la inquietud ciudadana ante la escalada de precios y el desequilibrio de ingresos.

No obstante, en el primer discurso después del triunfo electoral en la sede de su alianza, Netanyahu sólo trató de la formación de un nuevo Gobierno con la mayor participación posible para confrontar la crisis económica global, la presunta amenaza nuclear de Irán y el conflicto con Palestina. Según lo que dijo se enfocará en impedir el desarrollo nuclear de Irán, los efectos de crisis económica mundial, la búsqueda de un arreglo con los palestinos, la reducción de los precios de viviendas y consumos en el país.

Sin embargo, observadores estimaron que las políticas del premier reelecto israelí están destinadas a aislarlo más en su tercer mandato./.

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