(VOVworld) – Los candidatos a la presidencia de Venezuela realizan hoy las últimas actividades de propaganda a pocos días de los comicios, programados para el 14 de abril. Los venezolanos acudirán una vez más a las urnas para elegir al sucesor del presidente Hugo Chávez, fallecido en marzo pasado a causa de un cáncer. Cuanto más se acerca la fecha, más encendida se torna la contienda entre el presidente encargado Nicolás Maduro, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y su rival, Henrique Capriles, de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Votar por quien se dispone a preservar y desarrollar el legado de Chávez, o quien preconiza por el regreso de Venezuela a la economía de mercado regida por el neoliberalismo, es lo que deben sopesar los electores del país bolivariano.
Nicolás Maduro, el hombre que nombró el presidente Hugo Chávez
como su heredero
A pocos días de las elecciones, el candidato socialista Nicolás Maduro y el opositor Henrique Capriles cruzan críticas con tono bastante enérgico. Mientras que Maduro se comprometió a cumplir el programa por el socialismo, para el mandato del 2013 al 2019, siguiendo el legado de Hugo Chávez, su rival alegó compromisos incumplidos bajo la administración de Chávez, acusó el actual gobierno de corrupto y le criticó por el ineficiente manejo frente a una alta tasa de criminalidad y escasez de artículos de primera necesidad. Incluso Capriles acusó al presidente encargado de Venezuela de haber ocultado informaciones relacionadas con el estado de salud de Chávez cuando éste preparaba su candidatura a la presidencia. En respuesta a esta acusación, Maduro dijo que Capriles difamó a la familia del difunto mandatario y le advirtió la posibilidad de enfrentar juicio legal.
En la mayoría de los sondeos realizados hasta la fecha en el país, el oficialista Nicolás Maduro sobrepasa al candidato opositor en la intención de voto con una ventaja de por lo menos 17 puntos y de acuerdo con los resultados del último estudio, el presidente encargado de Venezuela sigue aventajando al gobernador del Estado de Miranda. El 61,9% de los encuestados confiaron en que Maduro ganará las elecciones, mientras solo el 19,9% apuesta por una victoria de Capriles.
Analistas estimaron que aunque el presidente Hugo Chávez, reeligido por segunda vez en octubre de 2012 con más de 54% de los votos, no logró resolver de modo radical varios problemas económicos y sociales como la situación de seguridad y la alta tasa de inflación, en sus 14 años de gobernación, mejoró considerablemente la vida de los venezolanos más humildes, con su fuerte compromiso de reducir y eliminar la pobreza, y esto le asegura una previsible ventaja electoral a Maduro, juramentado como presidente tras las exequias de Chávez. Quien se desempeñara antes como canciller mostró acierto al escoger a Sabaneta, en el Estado de Barinas, cuna de Chávez, para comenzar su campaña electoral. En sus discursos, Maduro siempre evoca que el propio Hugo Chávez le confió las riendas del gobierno en caso de su ausencia absoluta para continuar llevando a cabo las misiones sociales que desplegó. Al trazar un itinerario electoral similar al que adoptó Chávez hacia su última reelección 6 meses atrás, Maduro evidenció disposición a impulsar las políticas de inclusión social y de defensa de los sectores más vulnerables de Venezuela, leal a los compromisos del fallecido presidente Chávez para con la Revolución bolivariana y el socialismo.
Henrique Capriles se perfila por segunda vez como candidato presidencial
de la oposición
Mientras tanto, Henrique Capriles, aunque que dedica mucho tiempo a señalar las deficiencias del actual gobierno y el del presidente Chávez, se muestra incapaz de proponer medidas concretas para superarlas. Inclusive, tardó todo un día para decidir si representaría una vez más a la oposición en la nueva pugna electoral. Seguidores de Maduro, enseguida lo interpretaron como señal de una falta de entusiasmo y auto confianza en su capacidad de gobernar. Por añadidura, consideran confusa e incoherente la plataforma electoral de este candidato. En el enfrentamiento a Hugo Chávez hacia la presidencia en octubre de 2012, Capriles declaró que de ser elegido, construiría en Venezuela un modelo de desarrollo como el de Brasil. En este sentido, las áreas pública y privada cooperarían para desarrollarse juntos, y el Estado se ocuparía de consolidar la confianza y respetar las estipulaciones. En cuanto a la línea externa, este empresario apuntó a la apertura e integración en todos los ámbitos. Sin embargo, en esta segunda oportunidad, Capriles anunció que su agenda se concentrará en los temas diarios, desde el apagón hasta la situación de criminalidad y el alto índice de inflación. El candidato opositor criticó abiertamente a Maduro al atribuirle que se escuda en la figura de Chávez para sacar ventajas en la carrera electoral. Sin embargo no consigue con ello atraer votantes como pretende, y más bien consiguió que muchos calificaran esos señalamientos de “injustos e inhumanos”. Para colmo, la familia de Chávez, además de pedir el respeto de la oposición a su pesar, indicó que puede recurrir a la justicia contra Capriles.
Todo parece indicar que la situación favorece al presidente encargado Nicolás Maduro, cuando quedan solo 3 días para que el Palacio Miraflores dé la bienvenida al nuevo mandatario. Lo que más anhelan los venezolanos, es que el elegido tenga plena capacidad de unir a todos los estratos sociales para continuar conduciendo el país por un camino hacia la prosperidad y la felicidad.