(Foto de ilustración: dangcongsan.vn)

La ideología del presidente Ho Chi Minh sobre el trabajo y el bienestar social fue apreciada por su carácter humanitario y beneficioso para la ciudadanía. El gobierno vietnamita mantuvo desde entonces una posición coherente en cuanto a la atención a los intereses y derechos de los obreros y trabajadores.

Afirmado valor contemporáneo

Desde 1919, en el texto “Reclamaciones del pueblo anamita” enviado a la Conferencia de Paz de París, el patriota Nguyen Ai Quoc, uno de los pseudónimos del presidente Ho Chi Minh, pidió el derecho de autodeterminación para su país, que implicaba además el de reunirse y fundar escuelas técnicas y profesionales.

El Congreso Nacional de Viet Minh (La Liga para la Independencia de Vietnam) efectuado en agosto de 1945 en Tan Trao, aprobó una serie de políticas clave, incluida la de ocho horas laborales diarias, el salario mínimo y el seguro social.

Tras el triunfo de la Revolución de Agosto y un día después de la Declaración de la Independencia de Vietnam, en su reunión del 3 de septiembre de 1945, el gobierno dirigido por el presidente Ho Chi Minh decidió adoptar un microproyecto crediticio para los agricultores, el combate al analfabetismo y la asistencia a la población. Luego, promulgó en 1947 el Decreto 29 sobre la relación entre los empleados y los empleadores en cuanto al cálculo de jornadas laborales, a fin de sentar las bases para las posteriores políticas de trabajo y bienestar social, incluido el actual Código Laboral. Cuenta con artículos progresistas sobre la protección de la mano de obra infantil, la enseñanza de oficios, el salario mínimo y la inspección del trabajo.

Al respecto, el viceprimer ministro Vu Duc Dam evaluó: “El legado ideológico del presidente Ho Chi Minh es profundo e integral. Hasta ahora, los contenidos de las políticas de trabajo y seguridad social adoptadas por él aún mantienen sus valores teóricos y prácticos. Esto se refleja en la garantía de la libertad y el derecho soberano de los ciudadanos, la formación vocacional, la superación profesional y el salario de los trabajadores, así como la mejoría de la vida material y espiritual de los trabajadores, la seguridad laboral y la construcción de una relación armoniosa y estable en el trabajo. Son todos conformes a las normas internacionales pertinentes”.

Otro aspecto del Decreto 29 que va más allá del tiempo es que reconoce los derechos de asociación, sindicación, negociación colectiva y huelga de los asalariados. El texto se promulgó incluso antes de los convenios 87 y 98 de las Naciones Unidas sobre los mismos temas (en 1948 y 1949, respectivamente). La Asamblea Nacional de Vietnam aprobó el Convenio 98 en junio pasado y prevé aprobar el otro en 2023. El director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Vietnam, Chang Hee Lee, estimó: “Estos dos acuerdos y los pensamientos del presidente Ho Chi Minh en 1919, al igual que los documentos jurídicos concebidos por él después de la reconquista de la independencia y en 1947 tienen mucho en común. También coinciden con el Decreto Ejecutivo de Vietnam número 27 aprobado en 2018 sobre la política salarial”.

Por promover los pensamientos de Ho Chi Minh

Heredando y potenciandor el legado ideológico del líder de la Revolución en la materia, en los últimos decenios, paralelamente con el impulso del desarrollo económico, Vietnam ha trazado orientaciones respectivas a favor de los trabajadores, además de reducir la tasa de pobreza y elevar el nivel de vida de la población.

En la actual etapa de renovación e integración global, esos pensamientos seguirán siendo aplicados en concordancia con el proyecto de desarrollo inclusivo del Gobierno vietnamita para que nadie se quede atrás, con énfasis en el fomento de los recursos humanos y la solución del problema del empleo. Son determinados como factores importantes para perfeccionar el mecanismo de la economía de mercado con orientación socialista y alcanzar un desarrollo sostenible.