(VOVWORLD) - Altos líderes de China y la Unión Europea (UE) asistieron este 7 de diciembre a la Cumbre entre ambas partes en Beijing. La cita ayuda a las dos delegaciones a intercambiar, de modo franco, sus puntos de vista sobre los problemas existentes en las relaciones bilaterales. Se convierte, además, en el momento idóneo para establecer percepciones comunes, contribuyendo a estabilizar la cooperación bilateral en beneficios comunes.
La 24.ª Cumbre China-UE cuenta con la participación del secretario general del Partido Comunista y presidente de China Xi Jinping y el primer ministro Li Qiang, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell. Se trata de la primera reunión directa en cuatro años entre los máximos dirigentes de ambas partes, tras un período de interrupción debido a la pandemia de covid-19 y a los desacuerdos surgidos en las relaciones bilaterales.
Dirigentes europeos y chinos en la Cumbre. (Foto: Xinhua/VNA)
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Equilibrar relaciones comerciales bilaterales
El comercio se convirtió en el tema de discusión de máxima prioridad en esta Cumbre. Según la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, China es el socio comercial más importante de la UE. En este sentido, el intercambio comercial bidireccional superó los 2.000 millones de euros diarios (2.150 millones de dólares), pero el superávit comercial de la UE al gigante asiático en los últimos dos años sigue siendo alto. Los datos publicados ayer por la Aduana de China muestran que, en los primeros 11 meses de este año, Beijing exportó más de 458 mil millones de dólares en bienes al bloque continental e importó más de 257 mil millones de dólares. Según Ursula von der Leyen, esta realidad debe cambiar y lo primero que hay que hacer es que la UE y China dialogan con calma sobre los desacuerdos: “Acordamos que ahora tenemos una lista de factores diferenciadores que queremos discutir ampliamente juntos al más alto nivel. Esto es muy importante y Europa buscará resultados concretos sobre el terreno”.
Para equilibrar las relaciones comerciales, altos funcionarios de la UE pretenden que la nación asiática abra aún más su mercado interno a los productos químicos europeos, como equipos médicos y otros productos como alcohol, leche nutritiva para niños, y cosméticos.
Por su parte, el primer ministro Li Qiang afirmó que Beijing no crea barreras para las empresas europeas y destacaron que ambas partes deben hallar la causa fundamental del desequilibrio comercial. Especialmente habló de la profunda caída de la demanda en China debido al complejo contexto económico, así como el fortalecimiento de la capacidad laboral en este país. Por lo tanto, Li dijo que Bruselas necesita actuar con moderación y evitar la “politización y securitización” de cuestiones comerciales.
Sobre una serie de otros temas económicos, los líderes de la UE y China debatieron francamente la estrategia de autonomía económica de cada parte. Para China la preocupación principal fue la política de “doble circulación” mientras para la UE fue la de “reducir el riesgo” para la cadena de suministro. Según Ursula von der Leyen, ambas partes deben tener cálculos estratégicos y diálogos claros en aras de reducir el riesgo de “desintegración” económica. Este sería un escenario que, según la funcionaria, Bruselas pretende evitar.
Estabilizar relaciones para beneficio mutuo
En la conferencia los líderes europeos y chinos acordaron intensificar la cooperación en el seguimiento de las regulaciones y restricciones relacionadas con la transferencia de datos transfronteriza. Con esto buscan ayudar así a las empresas europeas a operar con mayor fluidez en el mercado chino. También afirmaron sus compromisos de trabajar juntas, las dos partes, para responder a los desafíos globales como el cambio climático, el monitoreo de la inteligencia artificial (IA) o la resolución de algunos conflictos importantes en el mundo. Según el presidente chino, Xi Jinping, tanto China como la UE son fuerzas que garantizan el multilateralismo global y apoyan la diversidad cultural. Por esta razón, ambas partes deben gestionar adecuadamente las relaciones bilaterales para beneficiar a todas las partes: “Necesitamos tener la perspectiva correcta sobre una asociación estratégica integral. Beijing y Bruselas deben ser socios de cooperación con intereses similares. Con este objetivo se debe seguir proporcionando confianza política, construyendo consenso estratégico, consolidando relaciones de interés y fortaleciendo los diálogos y la cooperación, siempre en beneficio de ambas partes para responder, juntos, por los desafíos globales”.
Compartiendo esta opinión, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, afirmó que, pese a muchas diferencias, tanto China como la UE asumen grandes responsabilidades y comparten numerosos intereses para mantener la paz, la estabilidad en el mundo y promover reformas para la gobernanza global: “Hemos logrado avances en áreas de interés común y Europa seguirá cooperando con China según los principios de transparencia, previsibilidad y reciprocidad. Ahora es necesario intensificar avances logrados para hacer que las relaciones bilaterales sean más equilibradas y mutuamente beneficiosas, de modo que las dos partes puedan actuar juntas para responder a los mayores desafíos del mundo”. Según los observadores, aunque no se hicieron compromisos o acuerdos específicos, la Cumbre China-UE logró resultados positivos. El experto Noah Barkin, del Fondo Marshall Alemán, calificó de “exitosa” la Cumbre al ayudar a las dos partes a gestionar de manera responsable sus diferencias. Consideró de muy importante el hecho de prevenir la tendencia a la baja en las relaciones bilaterales y la comprensión de sus preocupaciones para encontrar soluciones juntos.