(VOVworld) – El presidente estadounidense, Barack Obama, iniciará este miércoles una gira de 3 días por Israel, Jordania y Cisjordania, los primeros destinos en su segundo mandato. La elección del Oriente Medio para el primer viaje al exterior de Obama tras su reelección, demuestra que esta región mantendrá gran importancia en su agenda de los próximos 4 años. Sin embargo, parece difícil que Obama logre avanzar en la solución de la inestabilidad en la región durante el periplo que emprenderá.
Según la agenda prevista, el presidente de Estados Unidos sostendrá conversaciones en Israel con el primer ministro Benjamín Netanyahu, pronunciará un discurso ante estudiantes israelíes en Jerusalén y visitará algunos sitios históricos como Yad Vashem, el memorial del Holocausto y la Iglesia de la Natividad, en Bethlehem, un lugar sagrado para los cristianos. Obama continuará su gira en el territorio palestino de Cisjordania, donde se reunirá con el presidente Mahmoud Abbas y el primer ministro Salam Fallad en Ramallah, además de recorrer el Centro de la Juventud. Finalmente seguirá a Jordania para considerar la situación de violencia en Siria que ha provocado éxodo de más de 45 mil personas al país que visita, un importante aliado de Estados Unidos en el Oriente Medio.
El Oriente Medio se prepara para recibir al presidente estadounidense
La apretada agenda de trabajo del mandatario norteamericano en Israel y Cisjordania deja claro el interés de Washington. Según informaciones Barack Obama otorga especial prioridad en Israel a limar asperezas en sus relaciones con el primer ministro Netanyahu. Los vínculos de alianza entre Estados Unidos e Israel experimentan hendiduras alrededor del tema Irán, puesto que Tel Aviv es abierto partidario de atacar a la República Islámica de persistir en su programa nuclear, mientras Washington aboga por la prudencia diplomática y las sanciones económicas. Como señal de conciliación con Israel, en vísperas de su viaje, el 18 de marzo, el presidente estadounidense exhortó a Teherán a tomar medidas inmediatas para aliviar las tensiones en torno a su controvertido programa nuclear, demostrando al mundo que su programa nuclear solo tiene fines de investigaciones médicas y generación eléctrica.
Tampoco se pasará por alto en este periplo el proceso de paz entre Israel y Palestina. No obstante, las expectativas sobre una probable reanudación de las negociaciones pacíficas entre las partes recibieron un balde de agua fría al informar la Casa Blanca que Obama no pretenderá presentar nuevas propuestas para romper el estancamiento por más de dos años de estas conversaciones. En declaraciones ante la dirigencia de la Comunidad judía en Estados Unidos la semana pasada, Obama insinuó que ninguna iniciativa importante será analizada y descartó que intente resolver el diferendo político concreto. Quizá por eso, analistas estimaron que la finalidad de esta gira del presidente norteamericano se limita a moderar las tensiones entre Israel y Palestina y la prosecusión por Irán de sus ambiciosos planes nucleares. Las autoridades de Palestina rehuyeron comentar sobre esta visita y sus posibles impactos en el proceso de paz. El presidente palestino Mahmoud Abbas estimó que el resultado del viaje se reducirá a una modesta gestión de reactivar el proceso de negociaciones pacificadoras, estancadas desde 2010.
Se puede decir que la primera gira del presidente Barack Obama después de su reelección servirá para contactar en directo con la situación de la región y preparar condiciones apropiadas para reanimar los congelados diálogos de paz. A Obama se le espera con menos entusiasmo que años atrás cuando entonces era un candidato a la presidencia con promesas de cambios en las relaciones entre Estados Unidos y el mundo árabe y musulmán./.