(VOVworld) – La cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear que se inaugura este jueves en Washington, Estados Unidos, reunirá durante dos días a unos 50 líderes mundiales, cuya agenda se centrará en la garantía de la seguridad de los insumos necesarios para la producción de armas nucleares en unas mil bases pertinentes en todo el mundo. De todos los temas que tratará esta reunión parece más candente el relacionado con Corea del Norte en medio de la creciente tensión en la zona.
Líderes mundiales participantes en la segunda Cumbre de Seguridad Nuclear 2014 en La Haya, Países Bajos
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La Cumbre de Seguridad Nuclear se efectúa cada dos años en presencia de jefes de estado y gobierno de grandes países, con la finalidad de impulsar los esfuerzos globales por garantizar la seguridad de los materiales atómicos y frenar los posibles ataques nucleares. No obstante, en este foro también existen diferencias entre las potencias en torno a la forma de tratar las materias primas nucleares.
Creciente tensión en vísperas del encuentro
Antes de la apertura de la conferencia cimera, la República Popular Democrática de Corea pidió que fuese cancelada y declaró que se mantendrá firme en su programa de desarrollo nuclear si Washington no abandona la política hostil en su contra. Según anunció el gobierno de Kim Jong-un en una declaración publicada por la Agencia Central de Noticias KCNA, este encuentro bienal solo busca impedir a Pyongyang aumentar la capacidad disuasiva de su autodefensa. Advirtió además que es un desperdicio de tiempo organizar debates innecesarios contra Corea del Norte, y en lugar de eso, Estados Unidos debe aplicar medidas prácticas para el fin de las hostilidades. La fuente también aseguró que Estados Unidos y Corea del Sur aprovecharán este foro para recrudecer las sanciones contra Pyongyang, a la vez tomarán todos los motivos para rechazar su derecho de acceso legítimo a las armas nucleares.
Corea del Norte exibe el misil Nodong durante un desfile militar en Pyongyang
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Para acentuar sus duras declaraciones, la República Popular Democrática de Corea lanzó un misil de corto alcance desde la zona balnearia de Wonsan 200 kilómetros hacia las aguas orientales del país. Este disparo sucedió tras una serie de acciones provocadoras por parte de Pyongyang. Paralelamente, Corea del Norte alertó abiertamente sobre un ataque nuclear defensivo contra Estados Unidos y sus aliados.
La tensa situación en la península coreana se agravó después de la prueba nuclear y lanzamiento del misil de largo alcance de Corea del Norte en los pasados meses de enero y febrero, respectivamente. El Consejo de Seguridad de la ONU dio una respuesta drástica a estas acciones de Corea del Norte aprobando nuevas sanciones calificadas como las más severas hasta la fecha.
Mientras, en vísperas de esta Cumbre de Seguridad Nuclear, representantes de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón se reunieron para abordar las políticas que se deben aplicar y promover la cooperación trilateral por la seguridad regional y mundial.
En tanto, Corea del Sur y Japón, a pesar de los problemas históricos existentes en las relaciones bilaterales, se vieron obligados a estrecharse la mano para aumentar la cooperación en defensa. Esta perspectiva de reconciliación y cooperación corresponde al proyecto de Washington de formar junto a estos dos aliados asiáticos cercanos una posición firme para enfrentar las amenazas nucleares de Corea del Norte y solidificar su estratégico “giro asiático”.
En busca del consenso
La tensión militar se ha elevado a un ritmo vertiginoso en la península coreana en las últimas semanas tras una serie de decisiones provocadoras tomadas por el líder norcoreano Kim Jong-un. Después de dos ensayos nucleares sucesivos y el lanzamiento de un misil de largo alcance a principios de 2016, Pyongyang realizó varios disparos de misiles de corto y medio alcance. Por otra parte, no deja de anunciar amenazas agudas casi a diario referidas a su disposición de llevar a cabo ataques nucleares defensivos contra Estados Unidos y Corea del Sur, y desafía las críticas de estos países afirmando que continuará con su plan de pruebas nucleares y coheteriles. Esta actitud de Pyongyang ha recibido el rechazo categórico de la vecina del sur y su gran aliado, Estados Unidos. Seúl y Washington han adoptado medidas sin precedentes contra Corea del Norte y al mismo tiempo dejaron un claro mensaje disuasivo con su reciente ejercicio conjunto de mayor envergadura.
Ante la tensión cada vez más acentuada en la península coreana, la comunidad internacional se preocupa de un inminente descontrol. En esta coyuntura, el programa balístico nuclear de Corea del Norte seguramente cobrará protagonismo en la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington. Se espera que a pesar de la imposibilidad de retornar a Corea del Norte a la mesa de negociación, por lo menos las partes alcancen un acuerdo acerca de la forma de distender la situación al respecto.