(VOVworld) – Los esfuerzos del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, consiguieron un triunfo significativo para frenar la crisis que atraviesa ese país hace más de un año. El gobierno sirio aceptó el pasado 27 de marzo el plan de 6 puntos propuesto por el ex secretario general de la ONU al respecto, un paso de avance que devuelve la esperanza en un arreglo pacífico de la crisis siria.
La aceptación del citado plan constituye un adelanto diplomático, pues la comunidad internacional temía una eventual y sangrienta guerra interna de gran escala en Siria. La misión de Kofi Annan es la última oportunidad para esa nación del Medio Oriente, estimó el presidente ruso, Dmitry Medvedev, antes de visitar Corea del Sur para participar en la segunda Cumbre de Seguridad nuclear, efectuada el pasado 25 de marzo. En base de los actuales sucesos, la opinión pública considera que la administración de Bashar al-Assad aprovechó para reducir el calor de la violencia interna, que está al máximo.
Los esfuerzos de Kofi Annan cosechan un triunfo significativo
para la crisis en SiriaLa iniciativa de Annan pide el cese de los conflictos entre las facciones sirias bajo la observación de la ONU, la retirada de las tropas y armas pesadas de las ciudades insurgentes, un alto al fuego diario de dos horas para permitir el ingreso de ayuda humanitaria, la liberación de presos detenidos en la violencia prologada en más de un año, así como la realización de diálogos políticos entre el Gobierno y la oposición. Esta propuesta no fija una fecha tope a Damasco ni exige la dimisión de Bashar al-Assad, lo cual es única novedad en relación con las demandas previas de Occidente. Según el emisario de la ONU, sólo los sirios pueden decidir el destino de este mandatario. El actual problema consiste en realizar las negociaciones entre las partes antagónicas para frenar la violencia, consenso clave para la paz de los civiles, el Medio Oriente y la comunidad internacional. La oposición respondió al plan de forma positiva. El pasado 27 de marzo, eligió al Consejo Nacional Sirio como su representante y exhortó a Bashar al-Assad a retirar los tanques para demostrar su compromiso de paz. Esta declaración fue leída ante la prensa en la clausura de la reunión entre las facciones sirias, celebrada el 26 y 27 de marzo en Estambul (Turquía).
El presidente sirio Bashar al-Assad acepta la iniciativa del enviado especial
de la ONU por la paz y la estabilidad de su país Inmediatamente después de esta decisión, la comunidad internacional emitió reacciones positivas. EEUU llamó a Damasco a “convertir lo antes posible sus palabras en acción”. La vocera de la Casa Blanca, Victoria Nuland, valoró el progreso significativo. El canciller británico, William Hague, subrayó que la aceptación de Damasco del plan de paz es el primer paso importante para frenar la violencia y debe desplegarse de modo sincero y serio. El embajador de Alemania en la ONU, Peter Wittig, afirmó que las acciones concretas de Siria demostrarán su voluntad. Por su parte, el embajador marroquí y representante de la Liga Árabe en la mayor organización internacional, Mohammed Loulichki, espera que este inicio traiga buenos resultados para el Consejo de Seguridad.
La esperanza de paz y estabilidad en esa nación del Medio Oriente es una aspiración de la comunidad internacional. Las investigaciones preliminares evidenciaron las grandes pérdidas que sufren los sirios a causa de los conflictos internos. Hasta la fecha, el balance de muertos superó los 9 mil, tras más de un año de revuelta y represión oficial. Mientras tanto, la ola de refugiados ha aumentado, la vida del pueblo enfrenta muchas dificultades debido a la escasez de medicamentos necesarios y el tratamiento médico. Por ende, la aceptación de la propuesta del enviado especial de la ONU creó un paso importante, la cual, ante todo, permitirá al acceso de las ayudas humanitarias internacionales.
Se puede comprender que el apoyo positivo de EEUU y otras potencias occidentales propicia pasos de avance para la Conferencia de “los amigos de Siria”, a celebrarse el próximo primero de abril en Turquía y rechazada por Rusia. Moscú advirtió que esta reunión facilitará las injerencias exteriores en los asuntos nacionales de Siria, pero no buscará el camino de diálogos ni solventará pacíficamente los conflictos en ese país.
La opinión pública dijo que los resultados primordiales en los esfuerzos de Kofi Annan han sido señales positivas e inyectarán ímpetu al itinerario de reconciliación y el fin de los conflictos internos, si las partes juntan una voluntad y determinación./.