(VOVWORLD) - Después de extensas sesiones de debate, el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) culminó el lunes en La Habana, la capital. Durante la asamblea se eligió al nuevo Comité Central y se aprobaron documentos importantes que determinarán el camino a seguir para el desarrollo del país.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez es elegido primer secretario del PCC, el 19 de abril. (Foto: AFP/VNA) |
El tema que generó mayor interés público durante los últimos cuatro días fue la elección del nuevo Comité Central con el traspaso del cargo superior. Es así que el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez fue elegido primer secretario del Comité Central del PCC, en sustitución de Raúl Castro Ruz, quien confirmó su renuncia a la dirección del Partido en el acto de apertura del congreso.
Traspaso del cargo superior
El nuevo primer secretario del PCC, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de 60 años de edad, ejerce la presidencia del país desde 2018. Es conocido por ser experto en tecnología y leal al Partido. Al hablar en la última jornada de trabajo del VIII congreso partidista, su antecesor Raúl Castro dijo que la actual posición de Díaz-Canel no es fruto de la improvisación, sino de una toma de decisiones pensada de un joven revolucionario con condiciones para ser promovido a cargos superiores. “Cumplió con éxito, durante 15 años, con su trabajo como primer secretario del Partido en las provincias de Villa Clara y Holguín, luego de lo cual se lo nombró ministro de Educación Superior, vicepresidente del Consejo de Ministros y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros”, afirmó Raúl Castro. También destacó que en los últimos tres años Díaz-Canel ha sabido formar un equipo y fomentado la cohesión con los órganos superiores del Partido, el Estado y el Gobierno.
Anteriormente, en su discurso de apertura, el dirigente saliente de la jefatura partidista expresó: “Tengo la satisfacción de entregar la dirección del país a un grupo de dirigentes preparados, curtidos por décadas de trabajo desde la base y comprometidos con la ética de la Revolución y el socialismo; con mucha sensibilidad hacia el pueblo, llenos de pasión y espíritu antimperialista y veladores de la continuidad de la obra de la Revolución”.
Según analistas políticos, el traspaso de poder de un líder de 89 años a otro más joven, de 60 años, es un acontecimiento importante y un gran cambio tanto en el PCC como para toda Cuba. Sin embargo, esto no significa que haya una modificación ideológica y de la forma de desarrollo cubano, puesto que la isla caribeña se mantiene firme en el socialismo, en pos de construir un país independiente y resiliente.
El VIII Congreso del PCC. (Foto: Granma) |
Defensa del socialismo
Por su parte, el nuevo titular del PCC dijo que la fuerza principal es la unidad y que la continuidad generacional es parte fundamental de esa unidad. Es preciso hablar y compartir los logros con los jóvenes como con las personas más notables y distinguirlos como agentes de las transformaciones en marcha, apuntó. Junto al compromiso de que Cuba se enfocará en las tareas esenciales para el desarrollo, Díaz-Canel señaló que la misión principal del Partido es defender la Revolución y el socialismo para crear un mundo más justo y equitativo. Particularmente, destacó: “El General de Ejército estará siempre presente, combatiendo con energía, aportando ideas y propósitos a la causa revolucionaria a través de sus consejos y orientación y su alerta ante cualquier error o deficiencia”.
En su último discurso como máximo líder político de Cuba, el 16 de abril, Raúl Castro recalcó: “¡Jamás negaremos el derecho a los revolucionarios a defender su Revolución!”.
En el contexto de la pandemia del covid-19 y el prolongado embargo estadounidense, la exitosa organización del VIII Congreso y la consolidación del liderazgo del PCC es un importante evento político que tiene muchas implicaciones para el desarrollo de Cuba. Con la firme determinación del PCC, este país buscará cumplir los objetivos de desarrollo, así como lograr la resiliencia económica y defender la independencia, comprometida invariablemente con el socialismo, tal y como se destaca en la nueva Constitución aprobada en mayo de 2019.