(VOVWORLD) - Además de enfocarse en la desnuclearización de la península coreana, la Cumbre entre China, Japón y Corea del Sur que se llevó a cabo el 9 de mayo en Tokio (capital japonesa) propició la recuperación de la confianza estratégica e impulsó la cooperación entre las tres potencias principales de Asia. Los propósitos trilaterales con vistas a un crecimiento más creativo e integral perfilan las expectativas de guiar el avance económico regional.
Desarrollándose en la actual coyuntura prometedora de la desnuclearización en la península de Corea con pasos positivos y compromisos fuertes de las partes involucradas, y en el levantamiento del proteccionismo internacional, la reunión cimera entre Beijing, Tokio y Seúl se aprecia como una ocasión favorable para que fortalezcan su cooperación comercial y restablezcan la confianza estratégica.
Según estimó el Banco Mundial, esos países han contribuido con el 22% del Producto Interno Bruto (PIB) global y el 70% del asiático, figurando entre las economías de gran envergadura tanto en la región como en el mundo.
De la izquierda a la derecha: los primeros ministros de Japón, Shinzo Abe y de China, Li Keqiang, junto al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in en la cumbre trilateral en Tokio (Foto: EPA/VNA)
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Afrontan las amenazas del proteccionismo
El comercio constituyó uno de los sujetos de análisis de la Cumbre trilateral en el contexto en que las naciones participantes afrontan conjuntamente los posibles riesgos del proteccionismo originario de Estados Unidos.
China, Japón y Corea del Sur fueron añadidos a la lista de los países acusados de causar el déficit norteamericano. Mientras que Tokio y Seúl se enfrentan a los reclamos de Washington a renegociar los acuerdos comerciales bilaterales, el país del sol naciente comparte las mismas dificultades que Beijing ante la nueva aplicación de impuestos por parte de la primera potencia mundial sobre sus exportaciones de acero y aluminio. En marzo previo, Estados Unidos impuso tarifas valoradas en 50 mil millones de dólares en varios productos chinos. En respuesta, el gigante asiático aumentó al 25% los impuestos sobre 128 artículos norteamericanos.
Frente a las amenazas del proteccionismo estadounidense, las tres economías principales de Asia acordaron dinamizar la cooperación comercial bilateral, ente ellos priorizándolo como el fundamento básico de la prosperidad regional.
Iniciativas por afianzar la colaboración económica
En la referida cumbre, las economías de abanderamiento de Asia remarcaron la necesidad de fomentar la cooperación trilateral para conducir el sector regional y determinar las nuevas tendencias para el crecimiento mundial. Coincidieron en avanzar en las negociaciones sobre el Acuerdo de Libre Comercio entre las tres partes (TLC) hacia la ratificación de la Asociación Económica Integral Regional y, más delante, la construcción de la comunidad económica de Asia Oriental. Proyectaron dichas conversaciones en 2002 pero hasta noviembre de 2012 no las iniciaron y todavía no han encontrado una voz común en torno a las cuestiones relacionadas a las mercancías, los servicios y las inversiones. De rubricarlo, el TLC aumentará un 2% más el PIB de China, un 0,3% más el de Japón y un 2,8% más el de Corea del Sur.
Las prioridades para consolidar los lazos comerciales entre estas tres naciones rigieron el tema del Foro empresarial al margen de la reunión cimera. Los delegados manifestaron su confianza en que dichos países lograrán establecer un nuevo orden global si cooperan en busca de nuevos mecanismos hacia un crecimiento más creativo e integral. Para alcanzar la meta, primero deben resolver los problemas del proteccionismo e impulsar las negociaciones comerciales. Se concentraron también en los campos de energía, medio ambiente y seguro médico. La cooperación entre Corea del Sur, China y Japón, donde se registran una gran gama de demandas del uso de gas licuado ayudará a las tres a beneficiarse de esa fuente energética a un bajo precio. Por último, acordaron elevar el número de turistas en cada país a 30 millones en 2020.
Los vínculos trilaterales se consideran como “un triángulo económico de oro”. Hubo momentos en que esos lazos se bloquearon a causa de las inestabilidades en la península coreana. Sin embargo, tal situación se revirtió, así que los tres países volvieron a fortalecer la cooperación económica en favor de la estabilidad y el desarrollo en la región.