Esta Cumbre Rusia-África es la segunda entre ambas partes, tras la primera (en 2019), celebrada en Sochi (Rusia). De los 49 gobiernos africanos, 17 acudieron con sus jefes de Estado a la Conferencia en San Petersburgo. El encuentro se centró en discutir diversos temas, desde el comercio o el suministro de granos, hasta la seguridad, y negocios de armas.

El presidente Vladimir Putin interviene en la Cumbre Rusia-África. (Foto: Tass)

Abastecimiento de cereales: máxima prioridad

El presidente ruso, Vladimir Putin, considera que la cumbre en San Petersburgo es un evento importante que ayuda a Moscú a fortalecer los lazos con el continente africano, donde habitan mil 300 millones de personas. Al intervenir en el cónclave, el líder eslavo enfatizó la importancia de un suministro continuo de alimentos para el desarrollo socioeconómico y la estabilidad política de los países africanos. Putin mencionó, específicamente, el Acuerdo de Granos del Mar Negro, cuyo propósito original era garantizar la seguridad alimentaria de los países vulnerables del hemisferio sur. Sin embargo, según él, dicho objetivo principal del acuerdo no se ha logrado ya que el 70 % del grano de Ucrania se destina a países de ingresos altos y medios, mientras que los países pobres reciben menos del 3 % del suministro de alimentos.

Por lo tanto, el jefe del Kremlin aseguró a los países africanos que Moscú continuará haciendo todo lo posible para proporcionar cereales, alimentos, fertilizantes y otros bienes a África. En los próximos meses, dijo, Moscú está lista para suministrar a los países africanos entre 25 mil y 50 mil toneladas de granos y al tiempo que proporcionar cereales gratis a seis países pobres de la región, incluidos: Burkina Faso, Zimbabue, Malí, Somalia, República Centroafricana y Eritrea. Rusia también tiene la intención de continuar ayudando a los países africanos a desarrollar su capacidad nacional de recursos humanos, dijo Putin.

Además, el país eurasiático defendió el papel de África y afirmó que la cooperación entre Rusia y el continente negro está alcanzando un nuevo nivel. Agregó también que Rusia continuará redoblando sus esfuerzos para promover el comercio y la inversión con África. A la vez destacó que trabajar juntos para resolver problemas urgentes como la pobreza, la garantía de seguridad alimentaria, la respuesta al cambio climático y la capacitación de mano de obra moderna.

Rusia busca restaurar la influencia en la arena internacional

La dedicación de una mayor atención a África traerá muchos beneficios a Rusia. Según los analistas, a través de la política de la "diplomacia de granos" junto con la buena voluntad de proporcionar cereales gratis a los países más pobres de África, Moscú está fortaleciendo su prestigio en este continente. En los últimos años, África siempre figura entre los destinos prioritarios en la política exterior rusa. Desde una perspectiva económica, el año pasado, el volumen del intercambio comercial entre Rusia y África alcanzó los 18 mil millones de dólares, y se prevé que esta cifra supere los 40 mil millones de dólares este año. De esta manera, la perspectiva de cooperación bilateral también es muy brillante cuando África es considerado como el líder mundial en términos de crecimiento del consumo, sin mencionar sus ricas reservas minerales, recursos naturales y sus grandes necesidades de desarrollo industrial y tecnológico. Además, con los cambios geopolíticos, África busca nuevos aliados. En tal contexto, el presidente Putin ve en África la posibilidad de “convertirse en una de las locomotoras del mundo multipolar”.

Rakhimbek Bobokhonov, investigador principal del Centro de Estudios Africanos de la Academia Rusa de Ciencias, aseguró que para África, Rusia es actualmente el socio elegido, que está siendo recibido con más calidez que sus otros socios. Además, las relaciones de Moscú con África pueden fortalecerse en un futuro cercano cuando el acuerdo de granos del Mar Negro ya haya expirado. Por eso, las empresas rusas y los países africanos pretenden negociar directamente en la conferencia sobre el suministro de alimentos y la ayuda humanitaria.

Durante muchos años, África siempre ha sido la prioridad de Moscú para el objetivo de restaurar su influencia geoestratégica en el plano internacional. Después de casi tres décadas de ceder este "campo de juego potencial” en favor de Estados Unidos, China, Japón y la UE, Rusia ha regresado a África sobre la base de la construcción de intereses comunes. Y esta cumbre Rusia-África es un intento de evidenciar que la presencia de Moscú será más prominente en la región. La conferencia también ayudó en afirmar un nuevo enfoque de la diplomacia del Kremlin, ya que el Continente Negro se está convirtiendo en un objetivo importante en el camino hacia la restauración de la influencia de Rusia en la arena internacional.