(VOVworld) – El presidente estadounidense, Barack Obama, iniciará este miércoles una gira de una semana por Japón, Corea del Sur, Malasia y Filipinas, cuyo objetivo principal consiste en reafirmar el proyecto de equilibrio estratégico de Washington en Asia- Pacífico y sus compromisos para reforzar la cooperación política y económica con sus aliados en esta región. Esta gira es considerada por muchos analistas como una misión llena de desafíos para Barack Obama.

El recorrido de Obama por Asia se efectúa en medio de la escalada de las tensiones entre China y Japón, la situación tirante entre este último y Corea del Sur por los contenciosos territoriales y el clima candente en la península coreana. Por otra parte, la crisis en Ucrania, los conflictos internos en Siria y las difíciles negociaciones de paz entre Israel y Palestina distraen a Estados Unidos de su proyectado “giro asiático”.

Reafirmación del proyecto de equilibrio estratégico en Asia- Pacífico

En vísperas de la gira del presidente, el director del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos para Asia, Evan Medeiros, afirmó que su país mantiene sus compromisos con Asia- Pacífico, ya que no solo se trata de temas políticos, sino también para defender los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos en la región. La muestra más concreta de esta evaluación se halla en la agenda apretada de Obama en los 4 Estados asiáticos.  

Japón es la primera escala y el lugar en que Obama permanecerá por más tiempo. Según el programa previsto, el mandatario norteamericano asistirá a una recepción real ofrecida por el emperador Akihito, y luego visitará el Templo Meiji en Tokio. Se reunirá también con el primer ministro Shinzo Abe, para tratar el fortalecimiento de la alianza y las relaciones de seguridad y comercio, incluido el proceso de negociaciones del Acuerdo Económico Estratégico de Asociación Transpacífica (TPP). Estados Unidos considera los lazos de alianza con Japón como la piedra angular en su giro hacia el continente asiático y se compromete a renovarlos, aseguró Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional en rueda de prensa el 21 de abril.

En Corea del Sur, la agenda de Obama enfocada a impulsar los vínculos bilaterales, incluye un encuentro con su homóloga Park Geun-hye en el cual tratarán sobre la alianza y los últimos sucesos en la península coreana, y una visita a las fuerzas norteamericanas acuarteladas en ese país. Los litigios territoriales en Asia, especialmente en el Mar Oriental y en el mar Huatung, y la asistencia de Estados Unidos a Corea del Sur por el siniestro naufragio del ferry Seawol, constituirán también focos de las conversaciones entre Obama y Park.

En la visita a Malasia, las dos partes se concentrarán en el negociado Acuerdo Transpacífico, la cooperación de seguridad y defensa, la seguridad naval y los conflictos en el Mar del Este.

Mientras en la última parada, en Filipinas, el presidente estadounidense reafirmará el compromiso con la seguridad del archipiélago. Según Evan Medeiros, director del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos para Asia, Obama pondrá de relieve el Código de Conducta en el Mar Oriental que proyectan elaborar la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y China como un mecanismo sumamente importante para resolver las disputas en esta zona marítima.

Desafíos por delante

Una de las cargadas tareas de Obama en esta gira consiste en potenciar su papel de mediador en la reconciliación de las relaciones entre Corea del Sur y Japón, deterioradas por los litigios territoriales y las últimas visitas de autoridades niponas al polémico santuario de Yasukuni, donde veneran combatientes de Japón, entre ellos 14 criminales de guerra. Las tensiones entre estos dos aliados son motivos de gran preocupación de Washington en su política de giro asiático.

En el campo económico, convencer a los países, a visitar, entre ellos Japón y Malasia, de acelerar las negociaciones sobre el Acuerdo Transpacífico constituye un gran reto de Obama, tras el fracaso de las conversaciones ministeriales a mediados de abril.

Otro factor que influye mucho al programa de trabajo de Obama en este viaje es la reacción enérgica de la República Popular Democrática de Corea, cuya Cancillería declaró la víspera que el recorrido de Obama obstaculiza los diálogos a seis bandas sobre la desnuclearización en la península y promueve una carrera armamentista en Asia- Pacífico. Pyongyang advirtió que duplicaría medidas disuasorias para defenderse y recomendó a Estados Unidos reconsiderar las acciones que puedan aumentar las tensiones con Corea del Norte.

Sin lugar a dudas, esta gira por Asia demuestra el gran interés de Estados Unidos en esta región. Sin embargo,  materializar sus objetivos planteados representa un desafío nada pequeño para el jefe de la Casa Blanca.