(VOVworld) – El presidente estadounidense, Barack Obama y su contrincante del Partido republicano Mitt Romney, volvieron a verse las caras en su segundo debate televisado este miércoles después de dos semanas del primer encuentro, enfocándose en asuntos internos. Las encuestas muestran una carrera igualada entre ambos aspirantes a regir en la Casa Blanca, dificultando los pronósticos sobre el vencedor de las elecciones del próximo 6 de noviembre.
El segundo debate se consideró más enérgico en comparación con el anterior, efectuado el pasado 4 de octubre. Durante 90 minutos, los aspirantes Barack Obama y Mitt Romney mostraron sus discrepancias en cuanto a diversos temas: economía, empleo, energía, impuestos, inmigración, control del uso de armas y política exterior. A diferencia del primer enfrentamiento cara a cara, esta vez Obama destacó los progresos en su mandato presidencial como la generación de 5,2 millones de empleos, recortes y exención de tributos, subsidios para la mujer, y cambios en seguridad médica. Del otro lado, su adversario republicano Mitt Romney supo desmontar las contradicciones del actual presidente, criticando que sus políticas han sido ineficaces para reactivar la economía y han paralizado la producción energética. Responsabilizó a la administración de Barack Obama ante el desempleo de 20 millones de personas, la recesión económica y el aumento del déficit presupuestario. A la vez, se comprometió a crear 12 millones de empleos en los 4 años venideros si gana los comicios. Mientras tanto, Obama acusó a Romney de tergiversar políticas del Gobierno, señalando que poco de lo que su rival dijo es verdad y que la postura del republicano es cambiante, como lo demostró en torno a la explotación del carbón mineral.
Barack Obama se muestra más agresivo tras el primer debate flojo
ante su rival Mitt Romney
En el aspecto diplomático, Romney consideró que la Casa Blanca no había garantizado la seguridad de los funcionarios nacionales en ultramar, al referirse al ataque del pasado 11 de septiembre contra el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, en el que murieron el embajador y otros 3 diplomáticos más. Añadió que la política de la actual administración sobre China carece de peso, propiciando que el gigante asiático copara gran parte del mercado financiero en perjuicio de la competitividad comercial estadounidense. En su replica, Obama criticó a Romney por desatender el bienestar de los trabajadores cuando dirigió la empresa privada Bain Capital y desplazó fuentes de empleos al mercado laboral chino.
Se puede decir que la ventaja obtenida por el candidato republicano en el primer debate hace 2 semanas calentó la siguiente cita, en la Universidad de Hofstra en Nueva York. Pues, el actual presidente sacó partido del segundo debate para “ganar puntos”, superando el resultado de los últimos sondeos. Analistas subrayaron que el aspirante demócrata a la reelección se mostró más agresivo. Según encuestas posteriores un 46 por ciento de televidentes opinaron que Obama revirtió “la posición” respecto a la primera polémica, mientras un 39 por ciento de los encuestados apoyaron a Romney. Un 73 por ciento aseguró que el presidente superó las expectativas de sus simpatizantes y este índice solo representó un 37 por ciento para Romney. Sin embargo, una encuesta de Reuters/Ipsos realizada entre mil 700 estadounidenses demostró que la opinión pública apoyó al candidato republicano en varios temas clave como el recorte del déficit presupuestario federal. Por añadidura, en diplomacia, en tanto que un potencial jefe de la Casa Blanca, Romney logró adelantos impresionantes. Reuters/Ipsos indicó que este ex gobernador del Estado de Massachussetts ha reducido la brecha de apoyos respecto a su rival en el problema nuclear iraní de 9 por ciento a 1 por ciento de diferencia. En el tema antiterrorista, también se redujo la diferencia, del 11 por ciento al 3 por ciento No obstante, Obama continúa superando a su adversario con un índice de 41,5 por ciento contra un 39,1 por ciento en el tema de impuestos, y de 40,9 por ciento contra un 37 por ciento en materia de bienestar social, informó la referida fuente.
El tercer debate, previsto para el 22 del corriente mes, se concentrará en política exterior. Esta será la última oportunidad para que los dos aspirantes capten votos, especialmente de los electores indecisos en los debates anteriores. Analistas estimaron que en esta próxima ronda bajará la presión sobre los dos candidatos. En parte porque también debe disminuir el número de televidentes, lo que significa que se hará más difícil predecir quién será el triunfador./.