(VOVworld) – La salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocida como Brexit, hizo temblar al mundo en 2016. Tal decisión ha tenido no solo repercusiones a largo plazo para la vida política y económica de Gran Bretaña, sino también un fuerte impacto en toda Europa.

El referéndum británico sobre su pertenencia en el bloque de los Veintiocho se celebró el 23 de junio del 2016 y arrojó un resultado favorable a la salida de la Unión Europea con casi un 52 % de los votos, frente a un 48 % que abogó por la permanencia. Esto sorprendió incluso a los triunfadores en la consulta.

La salida del Reino Unido es un acontecimiento trascendental en la historia de Europa

Impactos negativos por debajo de lo previsto

Tras los resultados del referéndum, Gran Bretaña afronta un futuro incierto con la implosión de sus partidos políticos. Entre las consecuencias inmediatas se encontró la renuncia del entonces primer ministro conservador David Cameron y el ascenso de su sucesora, Theresa May, quien enfrenta la importante tarea de garantizar el proceso de la salida de su país de la Unión Europea y la unidad dentro del partido.

En cambio, el Partido Laborista también enfrenta una crisis después de la dimisión en masa de sus 20 miembros y de una moción de no confianza de los diputados contra Jeremy Corbyn, al que acusan de falta de liderazgo y tibieza en la campaña del referéndum. Eso evidenció un cierto distanciamiento dentro del partido.

En Escocia, donde se votó por la permanencia, el Gobierno autónomo amenaza con boicotear el Brexit y convocar un segundo referéndum de su independencia del Reino Unido. Mientras, el partido de extrema derecha UKIP (Partido Independiente) ganó terreno en la política nacional.

 “Un punto culminante” de la situación del país en 2016 fueron los signos positivos de la economía. Contrario a los pronósticos de una recesión en el periodo posterior al Brexit, la economía británica registró una mejoría significativa en el Indice de Precios al Consumidor y un aumento de la producción industrial y la inversión en los negocios. Según estadísticas oficiales, seis meses después del referendo, los sectores productivos y los servicios del país se mantienen estables, mientras el ingreso de las ventas minoristas fue mayores de lo esperado, el mercado laboral se recupera gradualmente y la tasa de paro se situó en el 4,8%, su nivel más bajo en los últimos 11 años.

 Europa enfrenta dificultades acumuladas

 Es cierto que la votación favorable a la salida británica de la Unión Europa causó las mayores dificultades para el continente viejo después del fin de la Guerra Fría. Los líderes europeos enfrentaron una gama de problemas, desde la crisis griega y la de los refugiados, hasta el terrorismo y el gran impacto de la salida británica del bloque. De hecho, las opiniones de los estados miembros de la agrupación están claramente divididas. Mientras, Suiza decidió retirar su solicitud de integrarse a la Unión Europea y otros países, como Italia y Holanda, pretenden convocar a un referéndum similar al de Gran Bretaña.

En tanto, las políticas económicas de las naciones integrantes del bloque se mantienen como antes. Sin embargo, se ha reducido la influencia de la Unión Europea en las negociaciones con sus socios asiáticos, incluidos Corea del Sur, Japón, India y China. En la lucha contra el terrorismo, Europa también perdió la oportunidad de acceder a la red de inteligencia muy ampliada y eficiente de Gran Bretaña.

 Desafíos por vencer

Este año el Reino Unido iniciará oficialmente las negociaciones sobre su salida de la Unión Europea. Según analistas, los polémicos contenidos de las referidas conversaciones llevarán a Gran Bretaña a caer en otro periodo de inestabilidad. Los británicos deben decidir si mantienen o descartan las normas del bloque comunitario, en un contexto donde todos los cambios deben ser aprobados por el Parlamento, en el cual el Partido Conservador solo ocupa el número mínimo de asientos. Además, deben mencionarse otros problemas, como la libre circulación de personas, el empleo, los derechos de los británicos en Europa y las cuestiones comerciales y económicas. Por su parte, los demás estados miembros también sufrirán daños significativos por los riesgos del estancamiento económico del Reino Unido.

En conclusión, el impacto del Brexit en Europa podría agravarse. Sin embargo, esta decisión pondrá en primer plano una tendencia más profunda que está recorriendo a Europa: la división política dentro del bloque. La crisis del Brexit, sin dudas, provocará daños incalculables para ambas partes, no solo en el futuro inmediato, sino a largo plazo.