Durante cerca de dos mil años de historia en Vietnam, el Budismo ha mostrado su larga tradición patriótica y su fiel acompañamiento al pueblo en la edificación y defensa de la Patria.

Trabajando por el bienestar del país y el pueblo

Desde las tempranas dinastías del régimen feudal, el budismo de Vietnam siempre ha enaltecido su afán de asociar las doctrinas religiosas con el avance de la nación en su lucha valiente por la independencia. Podemos mencionar a los grandes maestros como Khong Lo y Van Hanh, quienes trabajaron por el bienestar de su país y su gente. Este ideario tiene como un representante ejemplar al rey-buda Tran Nhan Tong que participó directamente en dos ocasiones en las batallas contra las tropas invasoras mongolas.

Mientras, en las últimas resistencias del pueblo vietnamita, esta filosofía religiosa continuaba potenciando su patriotismo tradicional. Cuando el país se encontraba en alguna situación crítica, muchos monjes se convertían en revolucionarios y se unían a los combates contra los enemigos para defender su país, contribuyendo así a la gesta libertadora y unificadora de la nación.

Monjes en una exposición sobre el budismo de Vietnam

Al hacer un recuento sobre los aportes significativos de esta comunidad religiosa en el VIII Congreso del Budismo, el vice primer ministro Vuong Dinh Hue afirmó: “Durante unos dos mil años acompañando al país, el Budismo de Vietnam ha contribuido en gran medida a la construcción y defensa de la Patria. Desde tiempos muy remotos, las doctrinas budistas han inculcado los hermosos valores de la tolerancia y del respeto a los vietnamitas, lo que ha forjado la personalidad y dignidad de esta nación. La historia es testigo de sus dignos aportes a la protección del país y la población”.

En armonía con el avance del país

Cuando se estableció la paz en el territorio nacional, heredando la tradición gloriosa de las generaciones anteriores, la Sangha Budista de Vietnam continuó siendo guiada por la divisa “Predicación-Nación-Socialismo” para acompañar a todo el pueblo en su causa de renovación, con un gran espíritu reconciliador y solidario.

Sobre esta base ideológica, las actividades de esta organización han mostrado sus grandes efectos, gracias al papel activo de los monjes en la movilización de las masas populares para que se sumen a la construcción de una vida moderna y al desarrollo económico en las zonas residenciales. Al respecto, el presidente del Frente de la Patria de Vietnam, Tran Thanh Man, puntualizó: “Las actividades por el bienestar de la población que ha realizado la Sangha Budista continúan siendo ampliadas, brindando apoyo a las personas con méritos revolucionarios, así como a los ciudadanos con pocos recursos y menores huérfanos, uniéndose a los esfuerzos del Partido, el Estado y el Frente de la Patria por atender a estos sectores. La organización también ha desplegado numerosos programas para reafirmar y proteger la soberanía nacional e integridad territorial, además de tomar iniciativas propias en la lucha contra las conspiraciones de las fuerzas hostiles destinadas a deteriorar y descomponer la unidad nacional. Esto eleva la posición y el prestigio de esta institución entre la población y, a la vez, reafirma la política del Estado vietnamita de respetar la libertad de credo y religión”.

Integración activa mundial

En la tendencia de desarrollo, renovación e integración global del país, la Sangha Budista ha operado con un espíritu de amistad y solidaridad con sus homólogas en todo el mundo para estrechar los lazos de cooperación en la predicación, a fin  de contribuir a consolidar la paz de la humanidad.

La referida institución es actualmente miembro de grandes organizaciones budistas de nivel internacional y una de las fundadoras de la Unión Budista Mundial en la India, la Asociación Mundial para la Propagación de la Doctrina Budista y el Comité Internacional de la Gran Celebración del Vesak de la ONU, entre otros mecanismos.

Una de las tareas importantes de la Sangha Budista de Vietnam en el futuro consiste en ampliar las relaciones multilaterales hacia la profundización de los intercambios culturales y populares, además de estrechar los lazos bilaterales con otras organizaciones religiosas del mundo y conectar a los compatriotas creyentes en el territorio nacional y en el extranjero. El secretario general de su Consejo de Administración, bonzo superior Thich Duc Thien, señaló: “En su línea externa, nuestra organización persigue el objetivo de erigir más pagodas en ultramar donde viven nuestros connacionales. Deben ser estructuras puramente vietnamitas, en lo arquitectónico y las costumbres culturales, así como en la conexión espiritual y sentimental, a fin de estimular a que todo el mundo sienta que se dirige a su tierra de origen”.

Las ponencias y los informes presentados en esta asamblea demuestran el desarrollo del budismo en las ciudades y provincias de Vietnam, y que sus actividades reciben el apoyo de todas las instancias administrativas. Los dignatarios, monjes y devotos manifestaron también en esta ocasión su confianza en la dirección del Partido y el Estado, así como su determinación de persistir en contribuir al alcance de la meta máxima: “país poderoso, pueblo próspero, sociedad civilizada, justa y democrática”.