El Ejército ruso anunció en un comunicado del 8 de enero que un ataque con misiles realizado en la ciudad de Kramatorsk, en Ucrania el mismo día, poco después de terminar el alto el fuego unilateral implementado durante 36 horas por Moscú aniquiló a 600 soldados ucranianos.

Un soldado ucraniano con un obús autopropulsado 2S3 Akatsiya en el campo de batalla de Donetsk, el 8 de enero de 2023. (Foto: Reuters)

Según analistas internacionales, aunque Kiev lo ha negado, la información sobre el ataque con misiles rusos se considera una señal de que los combates no terminarán en poco tiempo.

Un escenario complicado

Después de casi 11 meses de conflicto, Rusia ha logrado controlar grandes extensiones del sur de Ucrania. Recientemente, Moscú ha ajustado sus tácticas en el campo de batalla, siguiendo la dirección de restringir las áreas de control y aumentar los ataques con misiles y vehículos aéreos no tripulados en lo profundo del territorio ucraniano. Los enfrentamientos de ambas partes tienen lugar todos los días en diversos frentes, mientras que Occidente refuerza continuamente la ayuda militar a las fuerzas ucranianas desde tipos de armas modernas, hasta artillería de largo alcance y armaduras pesadas...

El círculo de inteligencia de Estados Unidos calcula que las pérdidas de las fuerzas rusas y ucranianas han ascendido a alrededor de 100 mil efectivos cada lado, incluidos muertos y heridos. Aunque tanto Moscú como Kiev dan estadísticas de víctimas mucho más bajas que la cifra recién revelada, los observadores consideran “enormes” las bajas cuando ambas partes se mantienen realizando escaramuzas urbanas y desplegando el fuego de artillería.

Es preocupante que, a pesar de las grandes pérdidas, el conflicto no haya mostrado signos de disminuir. En una declaración del 8 de enero, el primer subjefe del gabinete de la Administración Presidencial rusa, Sergei Kiriyenko, declaró: “Las tareas establecidas por el presidente Vladimir Putin para la operación militar especial se completarán. Y habrá una victoria segura”.

Por su parte, las autoridades ucranianas negaron el alto el fuego del 7 de enero, con motivo de la Navidad ortodoxa anunciado por la comunidad cristiana de Rusia, y dijeron que continuarán expandiendo los ataques contra las fuerzas rusas en todos los frentes.

Analistas internacionales califican de “complicada” la situación en Ucrania, considerándola un gran desafío para los esfuerzos por restablecer las negociaciones de paz promovidas por muchos países y la comunidad internacional.

Oportunidad para negociaciones de paz

A pesar de esa inquietante realidad, todavía existen oportunidades de diálogo entre las partes en pugna. Hay varios motivos importantes para dicha evaluación. Primeramente, a pesar de las feroces luchas, Rusia y Ucrania han mantenido los mecanismos de diálogo necesarios para llevar a cabo el intercambio de prisioneros. El último canje se celebró el 8 de enero, con la liberación de 50 prisioneros de cada lado. Anteriormente, dentro de una semana de finales de octubre y principios de noviembre, las dos partes también realizaron dos intercambios de presos a gran escala con cientos de prisioneros devueltos. Según los analistas, las exitosas conversaciones en este ámbito podrían convertirse en la base para que las dos partes amplíen las negociaciones a otros temas, incluido el del alto el fuego.

En segundo lugar, los gobiernos rusos y ucranianos se enfrentan a una gran presión, especialmente a nivel interno, para detener las hostilidades pues ambas partes sufren pérdidas humanas y económicas cada vez mayores.

Incluso gobiernos occidentales, sobre todo los países europeos que han sido más afectados por ese conflicto, también están bajo una gran presión de la opinión pública nacional que exige un pronto fin de las hostilidades en Ucrania.