(VOVworld) – Numerosos soldados turcos penetraron el 4 de diciembre en el territorio iraquí argumentando que estaban capacitando a los combatientes kurdos para luchar contra el Estado Islámico. El incidente no sólo provocó más la inestabilidad en Iraq, y perjudicó las relaciones bilaterales, sino también puso en riesgo la seguridad de Oriente Medio.
Medios de comunicación internacionales revelaron que de 130 a 150 soldados turcos escoltados por carros blindados se acercaron a la ciudad Mosul de Iraq el 4 de diciembre sin autorización del Gobierno de Bagdad. Entretanto, el periódico Sabah de Turquía informó que este país ha desplegado unos mil 200 combatientes de infantería, 500 de infantería motorizada con tanques, carros blindados y artillería cerca de la ciudad de Mosul. En 2014, Ankara creó el campamento de entrenamiento Bashiqa en las afueras de Mosul para capacitar a los milicianos kurdos y abrió dos enclaves militares en Soran y Qalacholan en la región autónoma del Kurdistán al norte de Iraq.
Tensiones en relaciones bilaterales
Fuerzas del Ejército de Turquía
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Las autoridades turcas opinan que el despliegue de fuerzas armadas en Iraq el 4 de diciembre es una actividad normal. Se trata del reforzamiento militar para enfrentar las amenazas de seguridad. En el último año, se registraron unos 2 mil combatientes voluntarios de Mosul que recibieron entrenamiento en 3 bases militares en territorio iraquí para luchar contra el Estado Islámico. Estos ejercicios se llevaron a cabo según la petición del Gobierno de la región Mosul, en coordinación con el Ministerio de Defensa de Iraq. Sin embargo, el representante de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK), Saadi Ahmed Pira descartó la existencia de un acuerdo con Ankara sobre la creación de bases militares en la región autónoma del Kurdistán, Iraq. El único convenio pactado con la Alianza Internacional compuesta por 62 países, entre ellos Turquía no autoriza los enclaves militares salvo el apoyo aéreo y el entrenamiento antiterrorista para los combatientes kurdos, señaló.
El Gobierno iraquí rechazó el criterio de Ankara. El último 6 del corriente mes, advirtió que reportaría este problema a la ONU si Turquía no retiraba sus fuerzas armadas dentro de 48 horas. Mientras algunos legisladores iraquíes exhortaron al Parlamento a convocar una reunión urgente para adoptar medidas más categóricas en respuesta a la acción del país vecino. El presidente del Comité de Seguridad y Defensa de la Asamblea Nacional, Hakim al Zamili propuso al Gobierno enviar bombarderos a las áreas que penetraron aviones turcos para responder a la lo que consideró como una violación territorial descarada de Ankara en una nación soberana. Ante el rechazo enérgico de Bagdad, el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu declaró la congelación del envío de soldados a Iraq pero sin referirse a la retirada de sus fuerzas armadas. Descartó también informaciones de que se trataba de los preparativos para una operación militar en Iraq. Ante estas complejidades, el 8 de diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión a puerta cerrada para abordar este asunto.
Amenazas de seguridad en Oriente Medio
Vehículos del Ejército turco se desplazan cerca de la frontera turco-siria, el 18 octubre 2014 / Reuters / Kai Pfaffenbach
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Siendo el país de Oriente Medio cuya población suní representa la mayoría, Turquía mantiene vínculos más cercanos con los kurdos en Iraq, liderados por el político Massoud Barzani que con el Gobierno de Bagdad dirigido por los chiitas.
Según analistas, el despliegue de fuerzas armadas forma parte de la nueva política exterior de Turquía. La postura firme de Ankara en la actualidad evidencia su ambición de control de la situación regional. De esta manera, este país necesita aprovechar los grupos terroristas y cualquier oportunidad para derrocar la administración local. En el escenario crítico de los últimos años, Ankara ha participado en las fuerzas de Occidente para atacar Libia y enviar tropas a Iraq y Siria. De acuerdo con Mehmet Kaya, director del Centro de Investigación de Tigris en Turquía, el despliegue turco de combatientes en Bashiqa, cerca de la ciudad iraquí de Mosul es parte de los esfuerzos para agudizar las diferencias entre los kurdos y el Gobierno de Bagdad para hacerse sentir en la región. Entretanto, el especialista del Consejo Atlántico en Washington, Aaron Stein lo calificó como una parte de la ambición turca que consiste en anexar al territorio nacional la región autónoma del Kurdistán.
En despliegue militar de Turquía en Iraq es un paso aventurado en el contexto en que no se ha resuelto de raíz el caso del avión ruso Su-24 derribado por el Ejército de Ankara. Esta acción agrava la situación de la seguridad regional que durante años ha sido catalogada como una bomba de tiempo que podría estallar en cualquier momento.