(VOVWORLD) - El presidente Ho Chi Minh es conocido mundialmente como el ilustre líder de la Revolución vietnamita y un combatiente comunista ejemplar. Siendo Héroe Nacional y celebridad cultural del mundo, lo que dejó a su pueblo es muy considerable y preciado. Se trata de la era que lleva su nombre, su grandiosa obra revolucionaria y, especialmente, su ideología, moral y estilo de vida, que se constituyen como un legado espiritual inapreciable y transmiten lecciones valiosas para los militantes del Partido Comunista y el pueblo de Vietnam.
El presidente Ho Chi Minh es un ejemplo brillante a seguir para los militantes del Partido Comunista y el pueblo de Vietnam. (Foto de archivo) |
El presidente Ho Chi Minh es el símbolo más hermoso del patriotismo y encarna el heroísmo revolucionario. Dedicó toda su vida a la Patria, la liberación nacional y la emancipación de clases y personas. Su vida y su obra revolucionaria despiertan las aspiraciones y la confianza de sus compatriotas y de los pueblos progresistas del mundo en la lucha por la independencia, la libertad, la paz, la democracia y el progreso social.
La ideología de Ho Chi Minh es un sistema de puntos de vista, percepciones e ideas rectoras sobre la Revolución vietnamita y su camino de desarrollo. Es el fruto de la aplicación y el desarrollo creativo del marxismo-leninismo en las condiciones concretas del país, además de la herencia y el fomento de los valores tradicionales de la nación y la quintaesencia de la humanidad.
Cabe mencionar algunas de sus declaraciones más conocidas, como: “Nada es más preciado que la independencia”, “Más vale perderlo todo que perder el país y ser esclavo” y “Si el pueblo de un país independiente no consigue libertad ni felicidad, esa independencia no tendrá sentido alguno”.
Para el presidente Ho Chi Minh, la independencia nacional debe asociarse con el socialismo, e igualmente, la liberación nacional debe ligarse a la emancipación de clases, sociedades y personas, es decir a la revolución socialista.
Soñó con que la nación vietnamita alcanzara el nivel de las potencias en los cincos continentes, y para eso, destacó también la importancia de la unidad del pueblo, lo que significa la congregación de todas las fuerzas, las religiones, los estamentos y los vietnamitas patrióticos.
Según este líder, para salvar el país y liberar a su pueblo, no hay otro remedio que la revolución proletaria. El tío Ho decía: “Ahora existen muchas teorías y doctrinas, pero la doctrina más genuina y revolucionaria es el leninismo y el marxismo-leninismo”. Además, afirmaba que la revolución era la causa del pueblo, por y para el pueblo, que debía realizarse bajo el liderazgo de un verdadero partido revolucionario. “Si el Partido es fuerte, la nación también lo será, porque el Partido es un colectivo vanguardista y la fuerza dirigente de la clase obrera y trabajadora y de todo el país”.
La Conferencia nacional de chequeo de los 5 años de la implementación de la Instrucción 05 del Buró Político del Partido Comunista de Vietnam sobre el impulso del movimiento "Estudiar y seguir el pensamiento, la moral y el estilo de vida de Ho Chi Minh". (Foto: quochoi.vn) |
Mientras, al hablar de la moral de Ho Chi Minh se refiere a la ética revolucionaria y las cualidades nobles que, según él, debe tener un revolucionario. Estas incluyen: laboriosidad, ahorro, integridad, rectitud, honestidad e imparcialidad. Este concepto puede resumirse en la necesidad de ser trabajador y entregado en cuerpo y alma al trabajo común, en beneficio del país y la población; y ser ahorrativo, evitando todo lo que sea extravagante y derrochador, especialmente cuando se trata de la propiedad pública. También hay que cuidar el honor y la pureza para mantener la entereza, además de ser recto, preservando la moral. Mientras, las últimas cualidades, la honestidad y la imparcialidad, quieren decir trabajar por la causa común, anteponiendo el interés público a cualquier otra cosa, no por beneficio personal. El presidente Ho Chi Minh luchó resueltamente contra el individualismo, prestando especial atención a la educación y la forja de la ética revolucionaria. Él decía: “Un río debe tener una fuente para generar agua, de lo contrario, el río se secará. Un árbol debe tener una raíz fuerte, sin ella el árbol se marchitará. De igual modo, un revolucionario debe tener buena moral; sin esta, no podrá dirigir a nadie por muy grande que sea su talento”.
En cuanto al estilo de vida, el presidente Ho Chi Minh destacó por su sencillez, humildad, respeto al pueblo y confianza en el pueblo. Todo lo que hizo fue por el bienestar del pueblo, con el pensamiento “ser un trabajador público no significa ser un mandarín revolucionario”. Para él, cada cuadro y militante del Partido deben estudiar voluntariamente y esforzarse sin cesar para mejorar su conciencia, conocimiento y nivel profesional y convertirse en personas dignas, leales al Partido y a la Patria, entregadas a la causa común y listas para cumplir todas las tareas a pesar de las dificultades que se presenten y para derrotar a cualquier enemigo por más poderoso que sea.
En diversas etapas transcurridas, el ideario, la moral y el estilo de vida del presidente Ho Chi Minh iluminan el camino de la Revolución vietnamita y lo conducen a victorias tras victorias. El marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh siguen siendo para el Partido y el pueblo de Vietnam la base ideológica y una brújula para todas sus acciones. En el contexto actual, continúan respondiendo activamente al movimiento "Estudiar y seguir el pensamiento, la moral y el estilo de vida de Ho Chi Minh", decididos a avanzar hacia la meta “Pueblo rico, país poderoso, democrático, justo y vanguardista”, como siempre soñó el gran líder.