(VOVWORLD) - Como respuesta a la creciente violencia contra los asiáticos en el mundo, especialmente en Estados Unidos, se han formado muchas organizaciones y movimientos para proteger a esta comunidad. Tales actividades tienen como objetivo concientizar, pedir la solidaridad internacional, condenar y prevenir las discriminaciones racistas y xenófobas.
Pancartas contra los delitos de odio hacia las personas de origente asiático en la ciudad estadounidense de Atlanta. (Foto: AP) |
La xenofobia no sólo en Estados Unidos
Los ataques violentos contra estadounidenses de origen asiático han aumentado el año pasado en casi un 150% en las 16 ciudades más importantes de ese país, especialmente en Los Ángeles y Nueva York, donde residen importantes comunidades asiáticas. Según un informe recientemente publicado, desde marzo de 2020 hasta finales de febrero de 2021, se han registrado cerca de 3.800 ataques contra este grupo de personas en 48 de los 50 estados norteamericanos.
Esta situación no es exclusiva de los Estados Unidos ya que, de acuerdo a estadísticas realizadas en otros países y reportes de crímenes relacionados con el odio contra personas originarias del Este y el Sudeste de Asia, los ataques xenófobos se multiplicaron en medio de la pandemia del covid-19. Los comportamientos de racismo y xenofobia varían desde el rechazo y el abuso verbal hasta la agresión física.
Según las cifras proporcionadas por la policía de Londres, el Reino Unido reportó más de 200 delitos de racismo contra personas de origen asiático en el tercer trimestre de 2020, lo que significa un aumento del 96% en comparación con el mismo periodo del año previo. Muchas víctimas dijeron que fueron agredidas y ridiculizadas por “el virus chino”. Una encuesta realizada en noviembre de 2020 indicó que hasta tres cuartas partes de los chinos en Gran Bretaña han experimentado el racismo.
En España, el 2,9% de los ciudadanos asiáticos residentes allí han sido víctimas de delitos de odio. Mientras tanto, en Francia, ha empeorado la discriminación contra la comunidad proveniente de Asia, por los crecientes casos de covid-19. Se estima que en 2019 se produjo un crimen de ese tipo cada dos días sólo en París.
En Australia, por su parte, según un informe de marzo de 2021 del Instituto Lowy Research, más de un tercio de los ciudadanos de ascendencia china fueron tratados de manera diferente o menos favorable. Hasta el 18% de las personas encuestadas informaron haber sido amenazadas o atacadas por sus raíces chinas.
Bloquean el escenario del tirotero ocurrido el 16 de marzo en Atlanta, en el estado de Georgia, Estados Unidos. (Foto: AP) |
Esfuerzos por luchar contra el racismo y la xenofobia
Después del tiroteo ocurrido en la ciudad de Atlanta a principios de marzo de 2021, un incidente que dejó 8 muertos, incluidas 6 mujeres de origen asiático, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró que no podía quedarse callado ante el aumento de la violencia contra los estadounidenses-asiáticos. Estos ataques son falsos, no estadounidenses, y deben detenerse, aseguró. También instó al Congreso a aprobar una ley sobre los delitos de odio relacionados con el covid-19, ayudando a los gobiernos estatales y locales a facilitar la denuncia de estos crímenes y garantizando que la información al respecto sea más accesible para las comunidades asiático-americanas. En las localidades con una alta concentración de estadounidenses de origen asiático, las fuerzas de seguridad han reforzado su presencia y patrullaje para prevenir estos delitos.
En Estados Unidos, se han formado muchas organizaciones y movimientos para proteger a esta comunidad. En Europa, activistas de España y Francia han lanzado campañas como “No soy un virus”, para concienciar sobre la creciente tendencia de violencia contra los asiáticos. En Canadá, muchos manifestantes se reunieron frente al Museo Canadiense de Derechos Humanos en la provincia de Manitoba, sosteniendo pancartas que leían “Deje de odiar a los asiáticos” o “Deje de odiar y comience a amar”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió la solidaridad mundial contra el racismo y otros ataques que violan los derechos humanos.