(VOVworld) - A finales de la semana anterior, los 17 ministros de finanzas de la eurozona aprobaron otorgar un préstamo de hasta 100 mil millones de euros, equivalentes a 125 mil millones de dólares a España para que sanee su sistema bancario al borde de la quiebra, en medio de los apuros del Fondo Europeo de Estabilidad financiera y el Mecanismo de Estabilidad de Europa. Con este paquete de rescate, España se convirtió el cuarto país de la eurozona que ha solicitado tal asistencia desde el inicio de la crisis de la deuda pública, tras Grecia, Irlanda y Portugal. Se trata de un gran esfuerzo de la eurozona en busca de mantener la estabilidad económica del bloque. Sin embargo, la opinión pública aún duda de los efectos duraderos de esta medida.
España: cuarto país de la zona euro con rescate financiero
España es conocida como la cuarta economía en importancia de la zona euro. Sin embargo, se advierten desde hace meses y consecutivamente sus malas perspectivas económicas. Según datos oficiales publicados en el mes de abril por el Instituto Nacional de Estadísticas, el Producto Interno Bruto (PIB) de España registró un decrecimiento del 0,3% en los primeros 3 meses de 2012, y esta declinación es similar a la del último trimestre del año pasado. Este país de 46 millones de habitantes cuenta actualmente con unos 5,6 millones de desempleados, un alto índice que no se detendrá en los próximos meses. En este contexto, el gobierno de Madrid previó que en 2012, la economía nacional decrecerá un 1,7% y registrará un leve crecimiento de 0,2% en 2013. En otros aspectos, el déficit presupuestario de España en 2011 alcanzó el 8,9%, la deuda del gobierno representa el 70% del PIB, y el total de las deudas externas ocupan el 90% del PIB para aproximarse a un billón de euros, casi el nivel de Grecia, país con el mayor riesgo de insolvencia del mundo. Las deudas de los bancos de España son de un 8,37%, o unos 150 mil millones de euros, la cifra más alta en los últimos 17 años. Incluso, los expertos estimaron que la economía española seguirá galopando a la quiebra si la situación financiera de este país no mejora.
Obviamente, la cuarta economía de la eurozona está cayendo en un torbellino de recesión cada vez más grave. Sin una ayuda oportuna, la bancarrota del sector bancario de España sería inevitable, lo cual causará consecuencias imprevisibles para la Unión Europea, y afectará evidentemente la recuperación de la economía global.
En este contexto, el hecho de que España decidió pedir asistencia financiera de la Unión Europea y recibió la autorización del bloque dispipa la preocupación de muchos. El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble expuso que este acuerdo de crédito demuestra la unidad de los 27. Por su parte, su homólogo japonés, Jun Azumi consideró el apoyo al reforzamiento de la solvencia de la banca española como un gran aporte a la estabilidad económica mundial. Los economistas también reconocieron que la incorporación de España en el grupo de los países receptores de rescates europeos es un paso importante para reestructurar el sector bancario del país insular.
La zona euro necesita de un proyecto general para salir de la crisis financiera
Sin embargo, esta ayuda no parece ser una medida óptima a largo plazo. En numerosas opiniones vertidas se hace hincapié en que la suma de 125 mil millones de dólares solo permitirá impedir la congelación del sistema financiero de Europa a corto plazo, y la decisión de rescate no ha recibido una reacción positiva del mercado mundial de valores , salvo la euforia inicial. Inversionistas compitieron entre sí en la venta de activos el 11 de junio, y esto causó la fuerte caída de los índices bursátiles principales en EEUU. Las transacciones de Nueva York cerraron ese día a la baja, con un 1,1% menos, o 143 puntos, del índice Down Jones de unos 30 grupos importantes. Incluso, los índices Nasquad y Standard&Poor 500 de las empresas pequeñas y medianas experimentaron una mayor desvalorización, de 1,7% y 1,3% respectivamente. Mientras tanto, el precio del petróleo en el mundo se redujo al nivel récord en los últimos 8 meses, por miedo de una recesión económica en el ámbito global. En el mercado de Nueva York, el precio del crudo dulce ligero para entrega en julio de 2012 abrió a la baja, y cotizaba a 82,70 dólares por barril, 1,40 dólares menos que al cierre de la jornada anterior. Por primera vez su precio es inferior a 83 dólares por barril desde el mes de octubre pasado. En Londres, el crudo Brent del mar del Norte para entrega en el mismo mes también experimentó una reducción de 1,47 dólares, a sólo 98 dólares por barril.
El rescate de 125 mil millones de dólares a España, país que solo representa el 12% del PIB de toda la zona, sirve para reforzar la solvencia de sus bancos. Pero son vagos los impactos de esta ayuda a la solución de la crisis de la deuda soberana en la eurozona. Por eso, más que nunca, resulta urgente encontrar un proyecto general para poder sacar esta zona de la crisis financiera./.