(VOVworld) – Durante un corto plazo, el autoproclamado Estado Islámico (EI), una organización extremista ha hundido a varias áreas de Iraq en el caos y tiende a extenderlo al vecino Siria. En su último informe publicado el 27 de agosto, la ONU afirmó que los combatientes del EI cometen crímenes de guerra y contra la humanidad. La comunidad internacional ha tomado las primeras acciones para enfrentar estas amenazas, que representan un serio reto.
La comunidad se preocupa por las amenazas del autoproclamado Estado Islámico (EI) luego de sus ataques de envergadura en Iraq y decapitaciones como las del periodista estadounidense, James Foley en Siria. La novedad radica en que por primera vez las fuerzas del EI lograron reforzar su control en toda la provincia norteña de Raqqa, Siria después de ocupar la estratégica base militar de las fuerzas aéreas al-Tabaqa en este país. En los últimos días, este grupo extremista avanzó hacia la provincia de Alepo y tomó el control de la provincia de Deir Ezzor con abundancia en reservas de petróleo. Los efectivos del EI masacraron, secuestraron, torturaron y traficaron a las personas que no eran árabes y no formaban parte de la comunidad sunita en Iraq, así como destruyeron predios culturales y religiosos. Cientos de habitantes fueron asesinados y más de 2 mil 500 secuestrados desde principios de agosto. Forzó además a los menores de 15 años de edad a alistarse en el ejército y les usó como escudo vivo.
Necesaria coalición internacional contra EI
Iraq se ha convertido en foco de atención mundial después de perder una
mayor parte territorial en las manos del Estado Islámico
El presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, general Martin Dempsey consideró a los extremistas del EI como una amenaza para la seguridad de Washington y Europa. De esta manera, es necesario crear una coalición internacional contra el Estado Islámico. Ante la actual situación, Reino Unido, Canadá, Albania, Croacia, Dinamarca, Italia, Francia y Estados Unidos acordaron conceder abastecimientos militares a las fuerzas de Kurdistán en el norte de Iraq para enfrentar al grupo extremista. Entretanto, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania informó que Berlín discute con Washington y otros socios internacionales sobre un posible despliegue de fuerzas armadas contra el EI en Siria. Por su parte el canciller de Francia, Laurent Fabius exhortó a las naciones de la región e Irán a mantenerse junto Occidente para luchar contra los insurgentes que ocupan una mayor parte de Iraq y Siria. Además, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU instó al Consejo de Seguridad de la misma a enviar fuerzas de mantenimiento de paz a Iraq. Se prevé que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas convocará a una reunión de emergencia en Ginebra el primero de septiembre para analizar los actos crueles del EI y otros grupos insurgentes en Iraq.
En el campo de batalla, las acciones del Estado Islámico en este país del Oriente Medio obligaron a Estados Unidos a bombardear la parte norteña iraquí a principios de agosto. En Siria, aeronaves norteamericanas de reconocimiento comenzaron sus actividades en el territorio aéreo mientras que los rebeldes islamistas encaran bombardeos del ejército nacional. De acuerdo con el informe de Washington, desde el 8 de agosto, los aviones de guerra y drones de Estados Unidos han realizado decenas de ataques contra las fuerzas del EI.
Territorios ocupados por el Estado Islámico
Retos en perspectiva
Funcionarios y expertos de seguridad califican de “inminentes” que se produzcan atentados del Estado Islámico contra Estados Unidos y Europa. El exagente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) , Michael Hayden opinó que el asalto contra Occidente puede ser una ambición del EI por lo que el enfrentamiento a estas fuerzas extremistas requiere de un consenso entre los países implicados. Sin embargo, resulta difícil lograrlo en la actualidad. La prueba evidente reside en el rechazo de Estados Unidos a la cooperación con Damasco el 26 de agosto para confrontar con las fuerzas extremistas en Siria ya que según Washington, el presidente sirio, Bashar Al-Assad constituye una amenaza terrorista. Entretanto, dirigentes de fuerzas militares norteamericanas trazan planes estratégicos para enfrentar al Estado Islámico tanto en Iraq como en Siria, incluida una operación de bombardeo. Esta declaración no es más que un cubo de agua fría sobre el Gobierno de Damasco después de que expresara por primera vez su disposición de cooperar con la comunidad internacional para aniquilar a los elementos extremistas. El canciller sirio, Wallid Muallem advirtió que Damasco no autoriza los ataques unilaterales de Washington y de cualquier país y lo considera una violación territorial evasora. En Estados Unidos, numerosos congresistas pidieron a la administración del presidente Barack Obama consultar el Congreso antes de bombardear a las fuerzas del EI en Siria.
Miembros del Frente al Nusra, el grupo yihadista más temido en Siria que mantiene
vínculos con Al-Qaeda (Foto: AFP)
No obstante, lo más preocupante radica en el último informe de Estados Unidos y Australia difundido el 28 de agosto que advierte de la participación de ciudadanos de ambos países en la organización terrorista. Un funcionario estadounidense reconoció que la mayor amenaza para Washington es el regreso de integrantes del Estado Islámico al país norteamericano para realizar actividades terroristas. Po su parte, el director de los servicios de inteligencia de Australia, David Irvine calculó que al menos 60 ciudadanos australianos se han convertido en miembros del EI y del grupo Al-Nursa que mantiene vínculos con Al-Qaeda. Además, unas 100 personas apoyan una red de reclutamiento de soldados para las organizaciones extremistas en Siria e Iraq.
Mientras el Estado Islámico ejerce influencias crecientes en los territorios ocupados, es necesario formar una alianza internacional para impedir los avances de estas fuerzas extremistas. Sin embargo, la realidad refleja que para alcanzar la meta, queda camino por andar.