(VOVworld) – Este miércoles, en Indonesia se efectuarán las elecciones presidenciales para elegir al sustituto del presidente Susilo Bambang Yudhoyono. Los comicios son carrera entre dos candidatos: el alcalde de Yakarta, Joko Widodo, y el ex general, Prabowo Subianto. La mínima diferencia, las encontradas líneas electorales y la importancia de estas elecciones hacen difícil vaticinar los resultados de esta justa.

Unos 190 millones de indonesios acudirán a las urnas ubicadas en 487 mil puestos electorales en todo el país. Con anterioridad, del 4 al 6 de julio, unos 2 millones de ciudadanos indonesios en el exterior adelantaron la votación en los órganos de representación diplomática del país.

Numerosas personas comparan la carrera electoral entre Widodo y Subianto con la competencia entre un promotor de la reforma y un representante de la actual situación. Según el doctor Alexander Arifianto, del Instituto de Investigaciones del Sudeste Asiático en Singapur, estas elecciones revisten un gran significado en medio de las presiones de la población indonesia que pide reformar la política existente después del establecimiento de la democracia en el país hace más de 50 años. A su vez, el analista de política independiente Paul Rowland en Yakarta consideró estas lecciones como una prueba para determinar si Indonesia avanzará o se retrasará en el futuro.

Poca diferencia en intención de voto

Los sondeos preelectorales en Indonesia corroboran los resultados muy apretados entre estos dos aspirantes a la presidencia. Por lo tanto, la campaña electoral de ambos se concentró en los votantes indecisos, que representan el 20%.

Mientras tanto, según observadores, la batalla verdadera entre ellos tendrá como escenario la zona rural en la región de Java, donde se concentra el 40% de la población nacional. Para ganar los comicios, los dos candidatos deben mostrarse como un dirigente susceptible y atento, sobre todo con los sectores de bajos ingresos y campesinos, porque la mitad de sus habitantes viven de la agricultura.

En su programa electoral, Joko Widodo se compromete a traer el cambio y la renovación a Indonesia, prestando atención a la agricultura y los servicios sanitarios gratuitos para los pobres, mientras que Prabowo Subianto asegura priorizar los intereses sociales, la garantía de los derechos humanos fundamentales y la construcción de una economía por el pueblo, con el aumento por 10 del presupuesto destinado a la agricultura.

Grandes retos esperan al nuevo presidente

Quien ganará las elecciones en este cuarto país más populoso del mundo hará frente a tareas muy arduas. El control de la desencadenada corrupción y el restablecimiento de la igualdad constituirán la primera prioridad del nuevo presidente. Según el barómetro de corrupción de la Organización de Transparencia Internacional, Indonesia se sitúa en el lugar número 144 entre los 177 países clasificados. Mientras tanto, el informe de Competencia Global del Foro Económico Mundial indica que la corrupción sigue siendo el mayor obstáculo para los negocios y las operaciones inversionistas en ese país.

La reforma económica representa otro gran reto para el mandato presidencial 2014-2019, frente a un ritmo de crecimiento económico más lento desde el 2009, (que se reduce del nivel superior al 6% en los años anteriores al 5,8% en el 2013), la peor desvalorización de la rupia (moneda nacional de Indonesia) en relación con el dólar estadounidense (un 20%), el aumento del precio de las mercancías importadas y otros artículos de primera necesidad.

Por otra parte, la lucha contra la pobreza continuará siendo un problema peliagudo para el nuevo presidente y su gobierno, pues según el Banco Mundial, la brecha entre los ricos y los pobres en Indonesia aumenta sin parar. El coeficiente de Gini sobre la desigualdad en ingresos, demuestra un ascenso de 0,35 puntos en el 2005 a 0,41 en el 2012, alertando de una eventual inestabilidad social. Datos del Servicio de Estadística de Indonesia también señalaron que un 11,5% de la población vive por debajo del nivel nacional de pobreza.

Sin lugar a dudas, los resultados de las elecciones presidenciales del 9 de julio en Indonesia influirán mucho al futuro de este mayor país islámico y la primera economía del Sudeste Asiático. Elegir a un merecedor entre los dos candidatos será una decisión nada sencilla para sus 190 millones de votantes.