(VOVworld) – La vigésima Conferencia de las Naciones sobre Cambio Climático (COP-20) se desarrolla en Lima, la capital peruana. Representantes de 200 países participantes buscan medidas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y enfrentar el cambio climático con el fin de lograr un acuerdo internacional sobre el tema dentro de un año y promover el plan de acción de cada país. Sin embargo, estos objetivos no son fáciles de alcanzar en medio de diferencias existentes entre las naciones involucradas.
Del primero al 12 de diciembre, la vigésima Conferencia de las Naciones sobre Cambio Climático (COP-20) es la última reunión en vísperas de la firma de un nuevo acuerdo en reemplazo del protocolo de Kioto.
Durante 12 jornadas, representantes de los países y territorios participantes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático debaten un nuevo tratado de la ONU para definir el nivel del calentamiento global inferior a dos grados centígrados en comparación con la era preindustrial. Además, los delegados harán compromisos sobre la protección ambiental en medio de las perdidas graves del ecosistema derivadas de la acción de los seres humanos.
Incalculables obstáculos
El ministro de Medio Ambiental de Perú, Manuel Pulgar-Vidal
En vísperas de la conferencia, el ministro de Medio Ambiental de Perú, Manuel Pulgar-Vidal opinó que resulta difícil lograr innovaciones en la también denominada vigésima Conferencia de las Partes pero los países implicados pueden avanzar paso a paso para alcanzar un acuerdo para el próximo año.
La advertencia se basa en el hecho de que los países industrializados no hayan cumplido la meta de reducir del 7% al 8% la emisión de gases de efecto invernadero en 2012 respecto a 1990 según lo pactado en el protocolo de Kioto. La causa principal reside en el conflicto de intereses y responsabilidad entre los estados y grupos de estados involucrados. Mientras los países en vías de desarrollo quieren que los desarrollados asuman mayor responsabilidad en la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, Occidente estima que las economías emergentes deben compartir esta responsabilidad argumentando que China e India forman parte de los países que emiten el mayor volumen de dióxido de carbono del mundo. Concretamente, China ocupa el primer lugar, seguido por Estados Unidos, la Unión Europea e India. Además, existen discrepancias en torno al Fondo Verde para el Clima para ayudar a los estados pobres en el enfrentamiento al calentamiento global. Los países en desarrollo esperan que los desarrollados cumplan su compromiso de aumentar el valor de la fundación a 10 mil millones de dólares de 2010 a 2012 y a 100 mil millones de dólares para el 2020. Sin embargo, la crisis económica obliga a las naciones desarrolladas a considerar si financia dicho fondo a largo o corto plazo.
Mientras dirigentes de los países concernientes no han satisfecho sus promesas, los académicos advirtieron en repetidas ocasiones que si se demora continuamente, en los próximos 15 años, la humanidad sufrirá imprevisibles desastres naturales derivados del cambio climático, entre ellos, el aumento del nivel del mar, deshielo, sequía, inundación y temperaturas extremas. Los últimos estudios de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos revelan que 2014 es el año más caluroso de los últimos 130. En sólo 10 meses, la temperatura ascendió en cerca de 0,68 grados centígrados, un aumento mucho mayor que el nivel promedio del siglo pasado. De los 38 glaciares 33 están a punto de desaparecer. Los gases de efecto invernadero emitidos alcanzaron cerca de 40 mil millones de toneladas frente a 32 mil millones de toneladas registradas en 2010. Según el proyecto “Carbono global” publicado en vísperas de COP-20, dentro de dos décadas, este volumen superará el umbral permitido para cumplir la meta de frenar el ritmo del calentamiento global a menos de 2 grados centígrados en comparación con la era preindustrial.
Rayo de esperanza en situación delicada
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama y su homólogo chino, Xi Jinping
brindan por un acuerdo firmado entre ambas partes para reducir
los gases de efecto invernadero hasta 2030
Conscientes de dificultades para la firma de un nuevo acuerdo, se registraron en vísperas de COP-20 señales alentadoras. Sobre el tema financiero, el Fondo Verde para el Clima informó recibir una asistencia de 9 mil 600 millones de dólares, comprometida por 22 naciones miembros para ayudar a los países en desarrollo a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático. Estados Unidos es el patrocinador más importante con un apoyo superior a 3 mil millones de dólares, seguido por Japón con mil 500 millones de dólares.
Con anterioridad, a mediados de noviembre en Beijing, China, el presidente norteamericano, Barack Obama y su homólogo anfitrión, Xi Jinping declararon que los dos países alcanzaron un acuerdo de reducción de los gases de efecto invernadero hasta 2030. Concretamente, hasta 2025, Washington recortará el 28% respecto a 2005, un descenso drástico en comparación con la meta trazada por el Gobierno norteamericano en el primer mandato del presidente Barack Obama. China no hizo promesas pero concretó un plan de impedir y reducir la emisión de dichos gases hasta 2030. Estos hechos envían buenos mensajes al enfrentamiento al cambio climático.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon afirmó que este fenómeno natural es una cuestión de la época y necesita ser resuelta en seguida. Cuánto más demora, más alto precio deben pagar los seres humanos. Por su parte, Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático consideró los resultados de la vigésima cita como base trascendental para lograr el consenso mundial en el aprovechamiento de las oportunidades potenciales. Entretanto, el ministro de Medio Ambiente de Perú, Manuel Pulgar-Vidal, país que cobija COP-20 afirmó que la reunión es una ocasión importante para llegar a los tratados para el año 2015. Se preguntan si los países involucrados podrán aprovechar estas oportunidades para firmar un nuevo acuerdo global para superar los efectos del cambio climático. La opinión pública espera los esfuerzos y la responsabilidad de cada estado integrante para el futuro del planeta.