(VOVworld) – Varios días después del bombardeo contra una base aérea con misiles Tomahawk, tropas norteamericanas implementaron acciones militares para responder a la insistencia norcoreana en su programa nuclear. La compostura de Estados Unidos preocupa a la comunidad internacional por un posible conflicto en territorios marítimo y aéreo entre ambos países.
El portaviones "USS Carl Vinson" avanzando hacia aguas cercanas a Corea del Norte (Foto: VNA)
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El despliegue de portaviones por parte de Estados Unidos en la península coreana se debió a las recientes pruebas nucleares de la República Popular Democrática de Corea. Después del encuentro entre el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y el presidente norteamericano, Donald Trump, el 12 de febrero último, Pyongyang lanzó una serie de misiles, muchos de los cuales cayeron en la zona económica exclusiva de Japón. Una acción similar se registró el 5 de abril en vísperas de la reunión entre el presidente de China, Xi Jinping, y su par estadounidense. De esta manera, Donald Trump realizó una colosal ofensiva en dicha zona.
Despliegue continuo de fuerzas armadas en península coreana
Washington ha implementado acciones más categóricas contra Pyongyang. El 8 de abril desplegó esas naves, junto a su grupo de ataque en las aguas coreanas. Según el portavoz del Comando del Pacífico de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (USPACOM), el acercamiento del portaaviones “es una medida prudente para mantener la preparación y presencia en el Pacífico oeste” en un contexto en el que Corea del Norte sigue siendo una amenaza debido a sus ensayos nucleares, causantes de la inestabilidad regional, además de la insistencia en su programa de este tipo. En respuesta a la posibilidad de otra prueba el 15 de abril próximo, en ocasión del aniversario 105 del nacimiento del difunto presidente norcoreano, Kim Il-sung, Estados Unidos envió el WC-135 Constant Phoenix al enclave de Cadena, en la prefectura nipona de Okinawa, un avión especializado en detectar material radiactivo en el aire.
Además, el inquilino de la Casa Blanca expresó el 11 de abril en su cuenta de Twitter la disposición de Washington de solucionar por cuenta propia el asunto norcoreano. Mientras, Sean Spicer, secretario de prensa de Donald Trump, no descartó la posibilidad de que la presencia de tropas norteamericanas en la península coreana sirva como elemento disuasivo frente a las pruebas nucleares de Pyongyang.
Reunión parlamentaria de Corea del Norte (Foto: Yonhap)
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En respuesta, Corea del Norte declaró la disposición de combate, consideró provocativa la acción estadounidense y advirtió del uso de armamentos pesados para defender la patria. Medios de comunicación norcoreanos emitieron el 11 de este mes la intención nacional de realizar ataques nucleares contra Estados Unidos si detecta actos provocativos. El Ejército de Pyongyang sigue de cerca los movimientos de las tropas norteamericanas y las fuerzas nucleares de Corea del Norte están dirigidas a bases militares de Estados Unidos tanto en Corea del Sur y el Pacífico como en América.
¿Es posible un conflicto bélico?
Aunque el bombardeo norteamericano en Siria constituye una advertencia para Pyongyang, existen pocas posibilidades de un atentado de Estados Unidos contra Corea del Norte. De acuerdo con analistas, la nación asiática no es el Iraq de 2003 ni la Siria de la actualidad. De esta manera, la Casa Blanca debe considerar su compostura para evitar un choque bélico.
Además, Washington debe prestar atención a la opinión pública. En la conversación con su homólogo Trump del 12 de abril sobre la situación coreana, el presidente de China, Xi Jinping, reiteró la política nacional de apoyo a la paz y estabilidad en la zona por vías pacíficas. En tanto, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, dejó abierta la puerta hacia la paz luego de prometer que podrían reanudarse las negociaciones siempre y cuando Corea del Norte suspenda su programa nuclear. En este sentido, el objetivo de Estados Unidos no es más que la desnuclearización de la península coreana sin necesitar un cambio de gobierno en Pyongyang.
Las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte se han agravado después de sus respectivas acciones, lo que encierra el riesgo de una escalada de tensiones en territorios marítimo y aéreo. Sin embargo, la opinión pública espera que estos actos no superen los límites para evitar un conflicto con armas nucleares.