(VOVworld) – Un año, con sus 365 días, puede ser tiempo suficiente para adoptar decisiones y llevar a cabo un trabajo ambicioso. Sin embargo, puede resultar demasiado corto para el proceso de paz en el Oriente Medio. Han aparecido muchas oportunidades para este objetivo y todas se han perdido a causa de contrapuestos cálculos de las partes. Esto ha sido un obstáculo para que se alcance la paz en la región. Los esfuerzos de la comunidad internacional siguen sin rendir frutos y los conflictos permanecen sin solución. Así transcurrió el 2012.
En realidad, no se registró novedad alguna en el proceso de paz entre Israel y Palestina desde 2008, debido a las discrepancias relativas a los asentamientos judíos. Mientras que los palestinos exhortan al cese inmediato de la construcción de las colonias en sus territorios, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu desea llevar a cabo negociaciones sin condiciones previas. La mayor esperanza surgió con la breve visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a finales de junio de 2012, a la candente región del mundo, la más esperada desde 2005 de un máximo dirigente de Rusia. En encuentros con autoridades israelíes y palestinas, el Estado miembro del importante cuarteto de mediadores, que incluye además la ONU, EEUU y la Unión Europea, propuso una salida a la estancada situación, en la que se reconozca un Estado palestino independiente y se insta tanto a Palestina como a Israel a reanudar conversaciones hacia la paz. El jefe del Kremlin ratificó su apoyo al “criterio responsable” del presidente palestino Mahmoud Abbas y recordó que “las acciones unilaterales antes de lograr la última solución pacífica serían contraproducentes.”
Los asentamientos judíos constituyen el principal obstáculos
del proceso de paz entre Israel y Palestina
Este acontecimiento despertó esperanzas en un nuevo período sin la turbulencia precedente en el Levante. La actitud proactiva de Rusia, uno de los 5 países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, transmitió un fuerte mensaje a las fracciones tanto en Palestina como en Israel. No obstante, esta escasa oportunidad fue desperdiciada otra vez, debido a la desconfianza entre las partes, así como al repudiado plan de Tel Aviv de construir nuevos asentamientos en el Este de Jerusalén, territorio que Palestina reclama para establecer su futura capital. Este proyecto no solo interrumpió las negociaciones, sino que además perjudicó las relaciones de alianza entre EEUU e Israel. La guerra de 8 días en la Franja de Gaza, del 14 al 22 de noviembre entre el Movimiento islámico palestino Hamas e Israel, que cobró la vida de 158 palestinos y 6 israelíes pudo considerarse el fin de todas las esperanzas de instauración de la paz en esta región de prolongados conflictos. Pero muy pronto, los palestinos recuperaron su optimismo en los últimos días de noviembre de 2012, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la nueva categoría de Palestina como Estado observador, afirmando el papel de este nuevo miembro en la comunidad internacional, y reforzando la voluntad de su Autoridad Nacional en busca del apoyo a un Estado independiente.
El Oriente Medio siguió siendo una región candente no solo por el conflicto entre Israel y Palestina, sino además por la ebullición en cadena de la llamada Primavera árabe, que se ha extendido a Siria, amenazando al gobierno del presidente Bashar al- Assad. Las crecientes presiones de la oposición y fuerzas extranjeras en apoyo aumentan las tensiones en ese país árabe. Las fuerzas irregulares en Siria pretenden aplicar el mismo guión que en Libia anteriormente para atraer más la atención intervencionista de Occidente. Sin embargo, la importante posición geopolítica de Siria en la región y en el mundo, las relaciones estrechas entre Damasco y el mundo árabe, y la intervención indecisa de EEUU y Europa, han sido y siguen siendo factores que empujan el proceso de paz en Siria al estancamiento. Las oportunidades para remediar la crisis siria parecen agotarse, lo cual acelera la inminente guerra civil en ese Estado surasiático. Según estadísticas de la ONU, cada día se produce la evacuación de unos 3 mil sirios hacia países vecinos.
Siria, asolada por conflictos internos, es otro foco de
inestabilidad en el Oriente Medio
En tanto, en Irán, el clima de tensión tampoco se ha despejado. En 2012, debió enfrentar dificultades económicas y recrudecidas sanciones patrocinadas por Estados Unidos y Europa. Las negociaciones sobre el controvertido programa nuclear de Teherán siguen en punto muerto. El debate no se centra en lo esencial que es la cuestión nuclear, sino en los intereses políticos, económicos y de seguridad de las partes involucradas, y por tanto continuará constituyendo un desafío en 2013.
El pasado año no generó cambio positivo alguno en esta parte del mundo. Los lastres económicos, la violencia y la escalada de conflictos sangrientos son como el pan nuestro de cada día para sus habitantes que viven con incertidumbre sobre el futuro. Este pesimismo torna sombrío el panorama de la actualidad mundial en estos primeros días del año nuevo.