(VOVWORLD) - La economía de Vietnam ha venido recuperando su ritmo de desarrollo de modo espectacular, después de superar las grandes dificultades provocadas por la pandemia de covid-19 durante los últimos dos años. Esto es producto de la puesta en alto del espíritu de independencia y autosuficiencia que ha mantenido el país a lo largo de su historia como República, desde el 2 de septiembre de 1945.
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A 77 años del nacimiento de la República Democrática de Vietnam, hoy República Socialista de Vietnam, la economía nacional ha conseguido un alto nivel de apertura y con esto no logra solo explotar las ventajas del mercado doméstico, sino además aprovechar el mercado mundial. En este sentido, las inversiones extranjeras directas (IED) se han convertido en un canal muy importante para movilizar capital para el desarrollo socioeconómico. Los recursos foráneos también contribuyen en gran medida al impulso de la reestructuración económica hacia la industrialización y modernización, así como a la creación de empleos y la elevación de las capacidades de gestión y del nivel tecnológico.
En 2019, antes del estallido de la crisis sanitaria global causada por el SARS-CoV-2, los proyectos de inversiones extranjeras directas en Vietnam sumaron más de cuatro mil, con un capital registrado superior a los 38 mil 900 millones de dólares, 24 veces más que la cantidad reportada en 1990.
En medio del buen ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que en 2019 alcanzó una tasa de 7,2 %, las olas de la pandemia de covid-19 interrumpieron la cadena de suministro y paralizaron la producción. Por consiguiente, el crecimiento económico se redujo a 3 %, aunque este aún fue un resultado positivo, mientras muchos países del mundo sufrieron contracciones.
En este contexto, Vietnam trazó el doble objetivo de prevenir y controlar eficientemente la pandemia y a la vez promover el desarrollo económico. Más que nunca se exigía construir una economía resiliente y con una recuperación rápida hacia el desarrollo sostenible en las condiciones de la nueva normalidad. El Partido Comunista y el Estado determinaron que solo con la consolidación de las fuerzas internas el país podrá garantizar la independencia, la autonomía y la integración internacional.
La acertada política de recuperación y desarrollo socioeconómico ha surtido efecto y ha mejorado la confianza de la ciudadanía y la comunidad empresarial. En los primeros seis meses de 2022 se registraron más de 75 mil empresas de nueva creación, con una plantilla total de cerca de 515 mil trabajadores, o sea un repunte interanual de 13,6 % en cuanto al número de entidades y de 6,3 % en cantidad de empleados. Estas nuevas empresas aportaron un capital de 116,2 mil millones de dólares a la economía, un aumento de 30,3 %. En referencia a esta recuperación, Hoang Van Cuong, diputado del Parlamento, estimó: “Vietnam creció 2,58 % en 2021 sobre la base del crecimiento del 2,91 % en 2021. En comparación con 2019, antes de la pandemia, la economía nacional logró un incremento de 5,56 %, mientras que la economía mundial solo creció 1,9%. Este resultado es increíble si recordamos que en 2021 la situación pandémica fue extremadamente complicada, pues una serie de compañías se vieron obligadas a cerrar y muchos trabajadores a abandonar los centros económicos y regresar a sus lugares de origen. Pocas personas se atrevieron a soñar con ingresos presupuestarios que en realidad superaron el 16,8 % respecto al plan para 2021 y el 57 % en relación con los primeros 5 meses de 2022. Con perspectivas y pronósticos estables, la tasa de crecimiento de Vietnam en 2022 podría alcanzar el 6,9 %”.
La animada actividad económica de Vietnam ha sido un factor que atrae la atención de las empresas europeas y el país indochino ha mostrado buenas señales al convertirse en un destino seguro para los flujos de IED. Tras recibir en febrero de 2022 la licencia de inversión de Lego, la fábrica de este consorcio en Vietnam deviene en el proyecto más grande jamás realizado por el mismo. Por otra parte, la corporación socia de Apple también confirmó que continuará invirtiendo en este país otros 300 millones de dólares. Ejemplos así muestran que el capital de IED en Vietnam es cada vez de mayor calidad. Nguyen Ngoc Toan, director adjunto del Instituto de Economía de la Academia Nacional de Política Ho Chi Minh, dijo: “En su XIII Congreso, el Partido Comunista de Vietnam decidió construir una economía resiliente y autosuficiente, e igualmente elevar la eficiencia de la integración económica internacional. Para fortalecer el potencial económico, el Partido plantea acelerar la industrialización y la modernización, construir una economía de este tipo y convertir a Vietnam en un país industrializado. También insiste en la necesidad de potenciar las fuerzas internas, al tiempo que aprovechar los recursos externos, integrándose activamente al mundo para un desarrollo más rápido, eficaz y sostenible”.
La voluntad de “independencia y autosuficiencia” ha llevado a Vietnam a superar todas las dificultades y desafíos, para establecer el primer Estado obrero-campesino en el Sudeste Asiático hace 77 años. Ese mismo espíritu sigue guiando la recuperación económica del país después de la pandemia y en medio de las convulsiones en el mundo, para concretar gradualmente la aspiración de construir un Vietnam cada vez más poderoso y desarrollado.