El mandatario norteamericano amenazó con retirar a su país de la OMC después de asumir el poder a principios de 2017. Entonces, se mostró decepcionado con la entidad encargada de establecer normas y principios para el comercio internacional, considerada como mediadora de las disputas que puedan surgir en el mundo en este campo. Incluso cuando fue candidato a la presidencia, Trump catalogó a la OMC como “un desastre” y criticó el trato injusto que sufre su país en los conflictos comerciales por parte de esa institución.

Causas reales                                                                  

Estados Unidos no necesitará la OMC si esta no puede superar las lagunas jurídicas que solo benefician a un grupo de países, dijo.

De acuerdo con el inquilino de la Casa Blanca, algunas naciones ricas son consideradas como unas en vías de desarrollo y gozan de políticas preferenciales de la OMC. Mencionó entre otras prioridades en cuanto a los trámites en la solución de las disputas, un mayor nivel de disminución de tarifas, una baja capacidad de subsistir a las exportaciones y un compromiso más débil en las negociaciones. Argumentó que durante años los principios de la OMC han cansado a Estados Unidos y esto no puede seguir así, añadió.

Según Trump, la OMC beneficia a todos los países menos al suyo, y Washington ha perdido en casi todos los pleitos en esta organización.

Mientras llamó a reformar las reglas de dicha entidad el hecho de que Estados Unidos no haya designado nuevos jueces para el Órgano de Solución de Diferencias ha puesto esta dependencia en riesgo de detenerse a fines del presente año.

No obstante, ¿cuál es la razón real? Según analistas, en realidad la opinión de Trump se debe a su política de proteccionismo comercial y para él, este y no la liberalización comercial es lo que beneficia más a su país, un criterio totalmente contrario a los principios y objetivos de la OMC. Pues, al formar parte de esta institución, Estados Unidos debe respetar sus normas y aceptar que será castigado si perjudica a los otros miembros y no puede evitar la posibilidad de que estos usen los principios de la entidad en su contra.

Visibles consecuencias

En calidad de la mayor economía del mundo, Estados Unidos desempeña un papel clave para la existencia de la OMC y el posible abandono de este país podría traducirse en graves consecuencias. Una vez que corte los lazos con la institución, es posible que se desencadene el aumento de aranceles por parte de Estados Unidos y por consiguiente, otros países se verán obligados a tomar medidas de represalias en su contra. El desenlace será desastroso con una nueva crisis global. Además, Washington puede presionar a sus aliados para que hagan lo mismo o no respeten las normas comunes.

Sin embargo, la economía de Estados Unidos y sus empresas no podrán evitar las dificultades si se retira de la OMC. En tal caso, podrán encarar elevadas tarifas para sus importaciones o las nuevas exigencias que obstaculizan su competencia en el mercado mundial. Por otra parte, el país norteamericano no podrá tratar las desigualdades comerciales en base al sistema de solución de diferencias de la OMC. De acuerdo con el ex vice director general de la OMC Rufus Yerxa, Estados Unidos será aislado en la economía global si se retira de la organización.

Considerada como la Organización de las Naciones Unidas para el comercio mundial, la OMC se estableció en 1995 con la misión de favorecer el comercio libre y justo en el planeta. Por eso, la actitud dura de Trump demuestra que Estados Unidos se inclina cada vez más al proteccionismo. Esto es un verdadero desafío para la institución si quiere seguir manteniendo su papel y poder en las relaciones comerciales globales.